Aunque es conocida como sacroileítis el término médico para hacer referencia al dolor sacroilíaco es sacroilitis. Ésta afección inflamatoria puede resultar muy incapacitante para quien la padece, pero ¿qué ocasiona la sacroileitis? ¿cómo se puede prevenir la sacroilitis? ¿cuál es el tratamiento médico para la sacroileitis? Obtén las respuestas a estas y otras interrogantes en el artículo a continuación:
La articulación sacroilíaca, también llamada sacro-ilíaca, es una articulación tipo anfiartrosis constituida por el sacro y el ilion, que conecta la columna vertebral más inferior (hueso sacro) con la pelvis (huesos iliacos) a través de fuertes ligamentos. El cuerpo tiene dos articulaciones sacroilíacas, una izquierda y otra derecha. Estas articulaciones no son muy flexibles, sólo tienen un rango mínimo de movimiento y se encargan de compensar la presión desde abajo generada por las piernas durante el movimiento y la carga desde la parte superior del cuerpo cuando se está de pie. Por lo tanto, tienen que soportar una gran carga y estrés, lo que aumenta el riesgo de desarrollo de artrosis y de aparición de fracturas, dislocaciones o inflamación crónica en la articulación.
Observa en la siguiente imagen cuál es la ubicación de las articulaciones sacro ilíacas y las partes anatómicas que la componen:
Etimológicamente hablando el término sacroileitis o sacroilitis cuentan con el sustantivo “-ítis” que significa inflamación, lo que nos muestra que dicho término médico se usa para indicar la inflamación de la articulación sacroilíaca. En la sacroileitis el proceso inflamatorio no se origina exclusivamente dentro de la articulación, sino también en también en las estructuras periarticulares (ligamentos, músculos, nervios).
El término sacroileitis o sacroilitis se usa para indicar la inflamación de la articulación sacroilíaca
Como ya hemos mencionado hay dos articulaciones de este tipo y se encuentran en la parte más baja de la espalda, es por ello que esta alteración patológica ocasiona dolor en esta zona y sus alrededores. No sólo causa dolor de espalda baja, sino también de nalgas o glúteos e incluso en algunos casos, esta dolencia puede extenderse a una o ambas piernas, por lo que es frecuentemente confundido con alteraciones nerviosas y radiculares. El dolor sacroilíaco se ve exacerbado por diversas actividades, como estar de pie o subir escaleras, lo que trae problemas a la hora de realizar diversas actividades de la vida diaria.
El dolor lumbar se considera una de las dolencias más frecuentes, tanto así que se ha estimado que el 90% de la población podría padecerla en algún momento de su vida. Aunque las causas de lumbalgia son variadas, se cree que el 10% al 25% de los casos presentan sacroileitis. La mayoría de estos casos resultan ser adultos mayores. Frecuentemente afecta a una de las articulaciones sacroilíacas, resultando en dolor unilateral en el 94% de los casos, con irradiación hacia la pierna en el 50% de los casos, 6% hacia la región superior de la columna lumbar y 2% hacia el abdomen. De las personas famosas afectadas por esta alteración inflamatoria destacamos al futbolista del Real Madrid Karim Benzema, quien obtuvo este diagnóstico en 2016.
El Madrid le pone nombre al problema de Benzema: sufre una sacroileitis https://t.co/egT1iH6WNm #RealMadridVAVEL pic.twitter.com/NEFd2vIEbH
— Real Madrid VAVEL (@RealMadridVAVEL) August 20, 2016
Las personas con sacroilitis principalmente padecen de dolor en la articulación sacroilíaca afecta (en una o en ambas). El dolor sacroilíaco generalmente ocurre como un movimiento, por ejemplo: al doblar o girar el tronco. Incluso puede aparecer cuando camina, después de un esfuerzo físico prolongado o al estar sentado durante mucho tiempo en una determinada posición. Las características del dolor que padece los pacientes afectados son:
Las fuerzas de tracción o compresión en el aparato ligamentoso de la articulación sacroilíaca son a menudo las responsables de esta afección. Estas surgen debido a varios factores, por ejemplo, una postura incorrecta, microtraumatismos repetitivos, levantar objetos muy pesados o tener sobrepeso. Las reacciones inflamatorias provocadas por estas fuerzas de tracción y compresión anómalas causan dolor y transmiten esta información al cerebro por la médula espinal a través de receptores de dolor (nociceptores). Los receptores del dolor articular sacroilíaco son particularmente activos en esta afección, por lo que es importante para el fisioterapeuta corregir las causas para reducir la actividad de los nociceptores. A menudo resulta difícil determinar exactamente qué causa esta afección, debido a los variados factores que pueden promoverla, de los cuáles destacamos:
Algunas de las causas asociadas a esta alteración no son prevenibles, sin embargo, algunos factores de riesgo pueden ser prevenidos para evitar el aumento de la tensión en estas articulaciones. Siendo así, les dejaremos algunas recomendaciones para evitar padecer de sacroileitis:
Como ya hemos explicado la zona donde se desarrolla el dolor típico de sacroilitis guarda relación con otras importantes estructuras anatómicas, por lo que los signos y síntomas típicos de esta afección pueden ser confundidos con variedad de enfermedades o lesiones. Es por ello que durante el diagnóstico diferencial se deben tener en cuenta los siguientes diagnósticos:
Primero, el médico pregunta al paciente las características del dolor, la ubicación, la duración y la frecuencia del dolor, así como los posibles factores desencadenantes. Esto es seguido por un examen físico con inspección visual y palpación de la espalda baja, especialmente de la articulación sacroilíaca. En este examen el profesional de salud verificará la movilidad y la fuerza muscular de la columna vertebral inferior e inspeccionará la articulación sacroilíaca mediante pruebas provocativas con alto grado de sensibilidad, tales como:
Si bien las pruebas manuales ponen en evidencia una alteración en la articulación sacroilíaca, sólo los estudios de imagenología pueden brindar la información necesaria para confirmar el diagnóstico de sacroilitis. La enfermedad se puede ver en una etapa temprana mediante estudios de resonancia magnética (RM), el proceso inflamatorio propio de la enfermedad se puede evidenciar en este estudio mediante la administración de agentes de contraste, con los que se suprime la representación del tejido adiposo y, por lo tanto, se logra un contraste. Los agentes de contraste se usan en la mayoría de los casos, pero no realmente necesarios. Además, mediante este estudio es posible realizar un correcto diagnóstico diferencial.
Otro método de diagnóstico que frecuentemente usa los médicos son las inyecciones de anestésicos directamente en la articulación, este procedimiento se realiza bajo control de rayos X o tomografía computarizada (TC). Esta técnica hace posible evaluar si el dolor puede eliminarse durante la duración del efecto anestésico, lo que también sería una indicación clara de que la sacroileítis está presente. Dado que la sacroileítis puede originar producto de una enfermedad reumática o infecciosa, también se realizan análisis de sangre.
Incluso en los casos crónicos, los métodos conservadores inicialmente pueden proporcionar alivio del dolor y las molestias presentes. Este tratamiento está compuesto por la indicación de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), órtesis tipo cinturón para estabilizar las articulaciones sacroilíacas y apoyar la alineación pélvica, además el médico prescribe fisioterapia. En los casos que la dolencia resulte intolerable para el paciente, algunos médicos pueden infiltrar o inyectar medicamentos anestésicos o corticosteroides directamente en el aparato ligamentoso de la articulación sacroilíaca o en el espacio articular.
Si el dolor sacroilíaco es intenso, constante y no se logra aliviar con las medidas anteriormente mencionadas, el tratamiento quirúrgico se convierte en una opción. Frecuentemente el abordaje quirúrgico consiste en una cirugía mínimamente invasiva de artrodesis en donde la articulación afectada, en donde el cirujano une permanentemente el sacro y el ilion, mediante varillas de titanio, logrando obtener la estabilidad de la carga sobre las articulaciones. Otra alternativa quirúrgica frecuentemente usada para brindar analgesia, es la neurotomía por radiofrecuencia, que consiste en la aplicación de calor (generado por radiofrecuencia) en los nervios espinales que transmiten el dolor desde las articulaciones comprometidas.
La región articular sacroilíaca puede verse particularmente estresada por las fuerzas de tracción o compresión provenientes de los músculos, ligamentos y fascia de la región lumbopélvica. Los desbalances y las sobretensiones provenientes de estas estructuras surgen particularmente por la falta de movimiento o por patrones de movimiento unilateral. Estos patrones de movimiento pueden ser modificados mediante medios fisioterapéuticos activos y pasivos.
Inicialmente el objetivo de la fisioterapia es reducir la inflamación y brindar analgesia a la dolencia, seguidamente el objetivo es mejorar la movilidad, estabilidad e incentivar el movimiento adecuado en la región lumbopélvica. Para ello se realizan intervenciones tales como:
La fisioterapia ofrece un tratamiento sin riesgos y sin efectos secundarios, que independientemente de la evolución en la que se encuentre la patología, puede brindar restauración de las funciones comprometidas y analgesia al dolor a largo plazo. En el caso de la sacroileítis, no se prohíbe el deporte o la actividad física, por el contrario, el fisioterapeuta recomienda realizar suficiente actividad física diariamente, ya que puede influir positivamente en el pronóstico de esta enfermedad.
Con la finalidad de lograr tratamientos efectivos hemos diseñado una nueva visión terapéutica llamada Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa la cual está basada en las investigaciones realizadas desde la Medicina Tradicional China (Medicina Oriental), que establecen que el desarrollo de una alteración de algún órgano o víscera es producto de una emoción en concreto, siendo la presencia de esta disfunción visceral la que origina o facilita realmente una alteración del sistema musculoesquelético, ya que dichas alteraciones ocasionan un desbalance en el tono muscular y en la biomecánica de algunos segmentos intervertebrales, debido a la relación establecida por el sistema nervioso simpático y parasimpático. Pero no sólo las emociones pueden causar una disfunción visceral, otros factores causales muy importantes, pero poco tomados en cuenta como las alteraciones nutricionales y el mal manejo del estrés también pueden ocasionarla.
Toda esta relación en la cual se encuentra basada nuestra visión terapéutica la podrás ver ejemplificada en el siguiente diagrama:
Ya aclarado que una disfunción visceral puede ocasionar alteraciones en el sistema musculoesquelético, podemos afirmar que no sólo los factores físicos o mecánicos comúnmente asociados a la sacroileítis (malas posturas, trabajos repetitivos, exceso de ejercicio) no son la única causa, también la presencia de estrés, alteraciones nutricionales y emocionales pueden ser los causantes.
Desde el punto de vista Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa la sacroileítis se origina como consecuencia de una disfunción visceral de riñón, colon irritable, intestino delgado y útero-próstata.
La disfunción de estos órganos facilita los bloqueos vertebrales de la zona lumbar y pélvica que provocan asimetrías musculares con tensión de los músculos lumbares que a su vez cambian la biomecánica lumbosacra originando la sacroileítis. Dependiendo de la disfunción presente se puede presentar un sacroileitis derecha o izquierda, por ejemplo, si hay disfunción del intestino delgado o útero-próstata se puede provocar una sacroileitis derecha, por el contrario, si hay una disfunción del riñón o un colon irritable se origina una sacroileitis izquierda. Estas disfunciones pueden originarse por variados factores que a continuación te explicaré:
Al fin y al cabo, todos estos factores influyen negativamente en el sistema musculoesquelético a nivel lumbar, originando tensión en los músculos lumbares, rigidez en la zona dorsal baja, lumbar alta y pelvis, conduciendo a una zona hipermóvil e inestable que acaba dañando al disco intervertebral lumbar, lo que por ende ocasiona la instauración de una sacroileitis derecha o izquierda con respuesta refleja ante estas disfunciones viscerales.
Te presentamos a continuación algunos vídeos de nuestro canal de YouTube FisioOnline, los cuales pueden ayudarte a recuperarte de las molestias generadas por la sacroilitis. Cada uno de ellos fueron realizados por profesionales fisioterapeutas expertos en distintas áreas, para brindarte los mejores consejos terapéuticos como ejercicios, estiramientos, automasajes y algunos autocuidados.
La unión articular sacroilíaca puede verse especialmente beneficiada con el ejercicio de relajación craneosacral que te mostramos en el vídeo a continuación:
La lumbalgia baja resulta ser uno de los síntomas más frecuentes en esta afección, es posible obtener analgesia mediante la ejecución de determinados ejercicios y estiramiento lumbares. Aprende a cómo realizarlos correctamente, con las directrices que te dará uno de nuestros profesionales fisioterapeutas en el vídeo a continuación:
El Pilates resulta ser un método de entrenamiento altamente beneficios o para mantener y promover la salud de la espalda. Es por ello que te recomendamos realizar los siguientes ejercicios lumbares basados en el método Pilates:
Como hemos explicado anteriormente en la información del presente artículo, esta afección en el lado derecho no sólo es causada por factores netamente mecánicos, ya que existen otras causas relacionadas a su origen (factores viscerales, emocionales y nutricionales) los cuales puedes eliminar mediante el tratamiento natural que te mostramos en el siguiente vídeo:
Ahora bien, si tu dolencia se desarrolla en el lado izquierdo, el tratamiento natural que te mostramos en el siguiente vídeo es el indicado para ti:
La sacroileítis puede resultar una enfermedad crónica y progresiva, lo que significa que una vez que se ha desarrollado, puede que no se cure por completo y tienda agravarse conforme pase el tiempo. Si bien inicialmente solo hay dolor en la parte baja de la espalda o en los glúteos, con el tiempo puede haber restricciones en el movimiento y consecuentes daños en la postura corporal.
El pronóstico de la sacroileítis depende principalmente del factor causal que lo haya provocado, por lo que no es posible determinar un tiempo especifíco para la obtención de mejoría.
El deterioro generalmente puede posponerse y ralentizarse mediante un tratamiento de fisioterapia temprano, regular y constante. A través de la fisioterapia es posible la obtención de un alivio inmediato con una notable mejoría, sin embargo, el éxito a largo plazo sólo es posible si el paciente continua con el plan de entrenamiento establecido por el fisioterapeuta y evita los factores que promovieron en un principio la inflamación articular.