La zona del tarso en el pie es una parte fundamental durante el apoyo tanto en la práctica de deportes a nivel competitivo como en el desarrollo de las actividades del día a día. El hueso escafoides es uno de los protagonistas en esta zona y puede verse afectado por múltiples lesiones o enfermedades, algunas de ellas poco conocidas como lo es el síndrome de Müller Weiss.
El síndrome de Müller-Weiss es una enfermedad poco frecuente que forma parte del grupo de las necrosis avasculares de los huesos del pie, afectando en su caso específicamente al hueso escafoides, el cuál presenta una deformidad y puede evolucionar al desarrollo de una artrosis de las articulaciones astrágalo escafoidea o escafocuneana.
Este síndrome se presenta como consecuencia de una displasia o desarrollo anormal del hueso escafoides en la infancia, durante la etapa de crecimiento y desarrollo de los huesos del pie, pero sus síntomas se suelen padecer en la edad adulta, pasando desapercibidos por gran tiempo, por lo cual es muy frecuente un diagnóstico tardío.
El pie se encuentra dividido en tres secciones denominadas según su ubicación como retropié, parte media y antepié.
El hueso escafoides, también conocido por su forma de barco como hueso navicular es una pequeña pieza ósea que se encuentra ubicada en la zona del tarso, específicamente en su segunda fila, se articula en su cara anterior con el astrágalo, en su cara interna con el hueso cuboides y en la posterior con los cuneiformes. Es un hueso importante en cuanto a la biomecánica del pie ya que le aporta estabilidad, participando en el apoyo al estar de pies y durante la marcha, así como en los movimientos de flexión dorsal y flexión plantar propios del tobillo.
Esta enfermedad es considerada rara o poco frecuente. La incidencia exacta no está determinada, pero se estima que el síndrome de Müller Weiss se presenta de forma predominante en mujeres, en una escala de 4 mujeres por cada hombre afectado por esta lesión. En cuanto a la edad frecuente del diagnóstico, esta suele ser alrededor de la cuarta década de la vida.
La enfermedad de Müller Weiss se caracteriza por dolor en la parte dorsal de ambos pies de largo tiempo de desarrollo (crónico) , limitación funcional y sensación de rigidez. Dependiendo del avance del desgaste, el arco plantar se puede encontrar disminuido parcial o totalmente, lo cual se denomina pie plano. También es posible encontrar un retropié en varo (inclinado hacia afuera) en personas con esta enfermedad.
Es posible que esta lesión ocasione a su vez desgaste en otros segmentos adyacentes como las caderas o rodillas, acompañados de dolor y limitación al caminar, lo cual es provocado debido al desequilibrio biomecánico que genera esta lesión del pie.
El origen del síndrome de Müller Weiss se encuentra descrito como la combinación de dos factores anatómicos y mecánicos que se presentan simultáneamente, los cuáles son el retraso en la osificación del hueso navicular más una mala distribución de las cargas compresivas en el pie, explicados a mayor profundidad a continuación:
Durante el desarrollo en la infancia, el escafoides suele ser el último hueso del pie en osificarse por completo, lo cual lo vuelve propenso a esta y otras cuantas lesiones. La aparición del núcleo de osificación en el escafoides del tarso además coincide con una etapa del crecimiento infantil en la cual se suele presentar un aumento de la actividad y movilidad, entre los 18 y 24 meses en las niñas y 24 y 30 meses en los niños.
La enfermedad de Müller Weiss se le atribuye a un retraso de la osificación del navicular que puede estar causado por una distribución de cargas inapropiada en el pie que genera presión sobre la parte lateral de este hueso. Este retraso en la osificación también puede verse fomentado por un déficit a nivel nutricional.
La práctica de actividad física o deportes, su mecánica y dosificación serán factores que aumentarán el riesgo de generar esta lesión durante la infancia, entre estos resaltan las actividades con impacto o de alta intensidad.
La aparición del síndrome de Müller Weiss también podría estar asociada a alteraciones en la longitud del primer metatarsiano, las cuales podrían ser un primer falso metatarsiano corto, lo que se traduce en que el hueso muestra una longitud normal pero su ubicación con respecto al escafoides produce un acortamiento relativo de este.
Con menor frecuencia, también se puede atribuir a la presencia de un primer metatarsiano corto. En la etapa propulsiva, cuando el pie se encuentra en apoyo durante la marcha, los huesos exigen una mayor carga compresiva a lo largo de este. En caso de que el primer hueso del tarso no sea capaz de soportar estas cargas debido a que presente una menor longitud, el segundo y tercer metatarsiano se desvían hacia la zona lateral del escafoides, cumpliendo el rol del primero.
Teniendo en cuenta que la lesión presente en el escafoides de la enfermedad de Müller Weiss se genera durante la etapa de la infancia, las recomendaciones para su prevención se enfocan en la práctica de actividad física en esta edad, resaltando que hay ciertas disciplinas deportivas que involucran mayores acciones con impacto sobre el pie como son el atletismo, ballet o el tenis. Si las prácticas deportivas se inician a una edad temprana deberán ser adaptadas en intensidad a la etapa de desarrollo en la cual se encuentre el niño.
Mantener una alimentación balanceada durante la etapa de crecimiento, garantizando el consumo de minerales como el calcio también será un factor que beneficie a la prevención de un retardo en la osificación normal del hueso escafoides del tarso.
Los cambios de desgaste a nivel articular pueden ser atribuidos a cambios artrósicos, fracturas por estrés, enfermedad de Kohler o osteonecrosis del escafoides.
La radiografía convencional con apoyo de ambos pies desde diferentes ángulos como anteroposterior y lateral es fundamental para el proceso diagnóstico, permitiendo identificar además el estadío en el cuál se encuentra la lesión. En la enfermedad de Müller Weiss el escafoides se desgasta adquiriendo una forma de coma.
Se ha establecido una escala de 5 estadíos para medir la evolución del desgaste en los escafoides, denominada escala de Maceira. Esta clasificación no mantiene una relación directa con la cantidad de síntomas ni limitaciones funcionales que se presenten, debido a que estos pueden variar de manera muy subjetiva, pudiendo presentar mayor dolor un paciente con poco nivel de desgaste en estadío I que un paciente con gran nivel de desgaste.
Otro estudio de imagen que podrá ser útil para el proceso del diagnóstico será la tomografía computarizada, permitiendo realizar una valoración con mayor detalle de las superficies articulares de la astrágalo-escafoidea y escafoideocuneiforme, así como la morfología del hueso navicular, si se ha fragmentado o disminuido de tamaño.
Por último, a través de una resonancia magnética será posible evaluar la condición del edema medular durante los estadíos iniciales de la lesión, así como valorar el estado de la articulación de Lisfranc y calcaneocuboidea.
El abordaje conservador en esta enfermedad rara no modifica su avance o deterioro hacia la artrosis. Está enfocado principalmente en la disminución de las molestias o síntomas dolorosos, buscando mejorar la calidad de vida del paciente, así como en la educación del paciente en cuanto a medidas que no potencien un mayor avance en el deterioro de su enfermedad.
Fundamentalmente, el uso de plantillas ortopédicas de descarga, compuestas en su mayoría de un material rígido sin un amplio grado de corrección ha destacado como parte del abordaje conservador del síndrome de Müller Weis. Otros de los métodos que se incluyen en este son:
En estadíos menores, cuando aún no se presenta colapso óseo, la fisioterapia también será una herramienta para lograr el alivio de los síntomas
En el caso de la enfermedad de Müller Weiss el tratamiento quirúrgico suele considerarse cuando no se ha conseguido disminuir los síntomas de esta condición mediante el tratamiento conservador o el nivel de deformación es muy avanzado. No se ha establecido un tratamiento quirúrgico como método “gold standard” para el abordaje de la enfermedad de Müller Weiss, la baja incidencia de esta no ha permitido obtener los suficientes resultados para sacar conclusiones definitivas.
Los procedimientos quirúrgicos aplicados en la enfermedad de Müller Weiss se enfocan en objetivos cómo suprimir el dolor, corregir la desviación del talón y recuperar la integridad de la columna medial del pie. Las principales opciones para el abordaje mediante cirugía se describen a continuación.
El término artrodesis se refiere a la fijación de dos o más huesos, formando una especie de anclaje entre ellos que impedirá el movimiento de esta articulación, este es uno de los procedimientos realizados en mayor número de casos de la enfermedad de Müller Weiss. A continuación, se describen sus diferentes métodos:
Además de la artrodesis, se mencionan otros procedimientos quirúrgicos aplicados en el tratamiento invasivo de la enfermedad de Müller Weiss:
El tratamiento de fisioterapia como parte del tratamiento conservador en el síndrome de Müller Weiss está enfocado en la disminución de las dolencias de esta condición mediante la aplicación de agentes físicos y la educación al paciente en temas del desarrollo de actividades y ergonomía.
La magnetoterapia es una de las principales técnicas con agentes físicos aplicadas en fisioterapia en el tratamiento de la enfermedad de Müller Weiss. debido a sus múltiples beneficios en el tratamiento de lesiones músculo esqueléticas. En esta técnica se emplean campos magnéticos que son generados a partir de corrientes eléctricas de intensidad y frecuencia baja, con el fin de disminuir la inflamación en los tejidos musculares y articulares.
Desde la fisioterapia se pueden realizar diversos ejercicios enfocados en la readaptación de la marcha, con el fin de corregir o disminuir la desviación en la pisada evitando así el aumento de las cargas compresivas sobre la zona afectada en el tarso. El trabajo de corrección postural también podrá ser efectivo para mejorar este aspecto.
En Fisioterapia Online buscamos facilitar herramientas que te permitan asesorarte y mejorar tu proceso de recuperación desde el hogar, por esto, traemos a continuación una serie de vídeos desde nuestro canal de YouTube con ejercicios, automasajes y estiramientos que podrán ayudarte en este proceso.
Los ejercicios de fortalecimiento globales para la musculatura de todo el miembro inferior podrán ser beneficiosos en cuanto a la prevención del desgaste en las articulaciones adyacentes de rodilla y cadera y de sus síntomas dolorosos. En el siguiente video podrás conocer una rutina de 5 ejercicios sencillos y prácticos que pueden ser practicados desde la comodidad del hogar para mantener fuerte la musculatura del cuádriceps.
También podrás encontrar otros ejercicios de fortalecimiento analiticos para un trabajo más orientado, enfocados en la musculatura del cuádriceps explicados por un fisioterapeuta experto en el siguiente video
En caso de ya presentar dolores, molestias o tensión muscular, una rutina de automasajes para liberar las sobrecargas en la zona y estiramientos para estos grupos musculares puede aportar efectos positivos.
Los principales autocuidados indicados para los pacientes con Müller Weiss son acerca del calzado, sugiriendo el uso de un calzado ergonómico de material rígido, y manteniendo las indicaciones del ortopedista en cuanto al uso de plantillas ortésicas.
Este síndrome requiere un seguimiento y control de la deformación del hueso, tomando las medidas de tratamiento necesaria en cada estadío que atraviese la lesión. Así mismo, será necesario cuidar la alimentación, manteniendo un peso apropiado para evitar aumentar las cargas compresivas sobre el escafoides del tarso.
Esta patología es degenerativa, lo que quiere decir que no es posible detener el avance de su deterioro, sin embargo, este no progresa de forma rápida y lineal, pudiéndose mantener en un mismo estadio por un tiempo prolongado con las medidas necesarias.
Müller Weiss es una enfermedad compleja y poco conocida que causa principalmente dolor crónico limitante en el pie de adultos. Se presenta con poca frecuencia así que es fundamental tener conocimiento de los hallazgos radiológicos de esta lesión para poder identificarla correctamente en una etapa temprana de su evolución.