La larga y exitosa carrera del tenista español Rafael Nadal ha tenido dificultades que van mucho más allá de vencer a sus contrincantes. En el año 2005, a la edad de 19 años Nadal fue diagnosticado con el síndrome de Müller - Weiss, una lesión poco frecuente.
El síndrome de Müller Weiss es una enfermedad degenerativa del pie que entra en el cuadro de necrosis avascular de huesos del pie, afectando específicamente al hueso escafoides del tarso.
Esta patología del pie se produce por una anomalía en el desarrollo (displasia) del escafoides tarsiano, tomando en cuenta que este es el último hueso del pie en osificarse durante el crecimiento, lo cual lo hace más susceptible a una lesión.
El síndrome de Müller Weiss tiene la curiosa característica de que la lesión se produce durante la infancia, pero es en la edad adulta, comúnmente entre la cuarta y quinta década de la vida, cuando empiezan a aparecer los síntomas, por lo cual suele suceder que su diagnóstico se obtenga en un periodo tardío.
La enfermedad de Müller Weiss se caracteriza principalmente por la presencia de dolor de pie bilateral en la región del dorso, generalmente de largo tiempo de evolución. También se pueden presentar otros síntomas cómo:
- Tumefacción
- Rigidez articular
- Dificultad al caminar
- Inestabilidad en el tobillo
- Esguinces recidivantes
- Tendinopatía de los peroneos
Además de esto se puede presentar dolor en la zona media de la rodilla debido a la alteración mecánica del miembro inferior, la cual puede evolucionar en artrosis de rodilla.
Los síntomas suelen ser más evidentes en personas que practican actividad deportiva de alta intensidad, principalmente cuando se exigen gestos con cambios de dirección y velocidad constante, lo cual ocasiona compresiones repetidas a nivel del tarso. Esto explica en gran medida la “temprana” detección en el caso del famoso tenista español, Rafael Nadal.
Por otra parte, en el caso de la población que practica menos actividad física los síntomas son de evolución lenta, lo cual como se menciona anteriormente suele ocasionar un diagnóstico tardío. Se calcula que existe una media de 47 años de edad para llegar a este diagnóstico y que se presenta de forma más frecuente en el sexo femenino.
Puede sospecharse la presencia de la enfermedad de Müller Weiss en pacientes que presenten signos como:
- Pie plano
- Retropié paradójico en varo
- Dolor crónico en el dorso del pie
La exploración radiológica de ambos pies y tobillos es indispensable en el diagnóstico de la enfermedad de Müller Weiss, en la cual el varo del retropié y la morfología del escafoides suelen ser los hallazgos característicos. Otros estudios paraclínicos como la tomografía computarizada y la resonancia magnética permiten una valoración a mayor profundidad de los huesos del pie, las superficies articulares y la gravedad del compromiso.
Se conocen múltiples lesiones que pueden desencadenar una artrosis de los huesos del tarso y, por tanto, ser confundidas con el síndrome de Müller Weiss, como las fracturas o lesiones osteocondrales. Además, esta lesión comparte similitudes con enfermedades como la osteonecrosis del escafoides, artropatías neuropáticas, enfermedades metabólicas (gota) e inflamatorias, lo cual también dificulta su diagnóstico.
Los factores que suelen ocasionar el inicio del desarrollo de esta enfermedad degenerativa suelen ser un retraso en la osificación del escafoides del pie y un desequilibrio biomecánico con transferencia lateral de la carga que suele verse favorecida por un primer hueso metatarsiano corto.
Aunque una mayor carga lateral en el pie suele ser causa principal en la aparición de la enfermedad de Müller Weiss, la anomalía en el desarrollo del hueso escafoides durante la infancia también puede estar influenciada por otros factores como son:
- Deformaciones en el pie
- Déficit nutricional
- Problemas endocrinos como déficit de la hormona del crecimiento e hipotiroidismo.
El tratamiento para el síndrome de Müller Weiss es variado y depende de la gravedad de la enfermedad, por lo que puede ser desde un abordaje conservador y temprano, técnicas no invasivas hasta la cirugía.
Los estudios científicos apoyan un abordaje conservador de la enfermedad durante los primeros años posteriores al diagnóstico.
La magnetoterapia es la técnica de fisioterapia y rehabilitación empleada comúnmente en el abordaje de esta enfermedad, consiste en la aplicación de energía en forma de campos magnéticos en zonas específicas del cuerpo para tratar diversas lesiones. En la enfermedad de Müller Weiss, la magnetoterapia es indicada debido a su capacidad de favorecer la recuperación de fracturas, estimulando la regeneración del tejido óseo, además de sus otros beneficiosos efectos como son:
- Alivia el dolor
- Reduce los espasmos musculares
- Disminuye la inflamación gracias a la liberación de prostaglandina e histamina
Para corregir el factor biomecánico en esta enfermedad degenerativa se incluye el uso de órtesis de soporte plantar, que suelen ser adaptadas en diferentes presentaciones y materiales según sea el nivel de lesión en el paciente.
Además, se recomienda fuertemente a los pacientes de esta enfermedad el uso de un calzado apropiado que posea una suela semirrígida, contrafuerte rígido y permita regular su apertura en la zona del empeine para que realice menor presión sobre la articulación.
En cuanto al tratamiento mediante cirugía, existen múltiples procedimientos propuestos y utilizados para abordar esta lesión, sin embargo, no está definido un método “gold standard”. La cirugía se encuentra indicada en casos donde se presenta dolor intenso con síntomas más severos y no según la severidad de la deformación.
Los procedimientos realizados más comúnmente en su abordaje son:
- Exéresis del fragmento dorsal
- Fijación interna de los fragmentos del navicular
- Artrodesis talonavicular
- Artrodesis talonaviculocuneiforme
- Triple artrodesis
La principal complicación de esta enfermedad degenerativa es la fractura del hueso escafoides. El desgaste en la articulación de la rodilla (gonartrosis) también se podría presentar como una consecuencia de esta enfermedad.