Un esguince es la lesión de los ligamentos de una articulación (estructuras encargadas de fijar los segmentos óseos, guiar los movimientos fisiológicos de la articulación y limitar los movimientos lesivos) en donde sus fibras se ven excesivamente elongadas generando en consecuencia micro rupturas de las mismas.
Los esguinces aparecen cuando una articulación realiza un movimiento forzado y antinatural para la misma de manera abrupta o violenta, como por ejemplo en el caso de una torcedura de tobillo. Sin embargo, también pueden suceder esguinces en las rodillas, incluso en el codo o en algún dedo de la mano.
En el momento de presentar un esguince, pueden aparecer síntomas característicos como:
El grado de un esguince se refiere a la gravedad del mismo, denominándose grado I a un esguince leve, grado II a un esguince moderado y grado III a un esguince grave. A un esguince se le otorga un grado de gravedad en función de unos síntomas, si el paciente puede seguir andando después de torcerse el tobillo y no tiene gran dolor ni inflamación se le atribuye grado I, si tiene serias dificultades para andar y se quedó frío y ya no puede andar, se le atribuye aún grado II; y si después de torcerse el tobillo no puede andar y presenta gran inflamación y dolor se le atribuye el grado lll.
Grado uno, grado dos, grado tres,… leve, moderado, grave… Si alguna vez te esguinzaste, seguro que después de ir al médico te dijeron que tu esguince era alguno de esos números o de alguno de esos adjetivos, o incluso una combinación de ellos. Los grados del esguince nos permiten clasificar y cuantificar el daño que se ha realizado a los tejidos, para que posteriormente tengamos una idea de qué es lo que se debe realizar, en qué debemos enfocarnos y qué puede pasar si no se hace nada para combatir las limitaciones que genera el esguince.
Esta graduación es importante a la hora de decidir el tratamiento a seguir, dado que las graduaciones I y II tienen un tratamiento parecido basado en un primer momento por la técnica conocida como RICE:
R de rest o descanso. Pero se trata de un descanso relativo en el que se debe evitar grandes esfuerzos o caminar distancias largas, el movimiento es positivo para la lesión ya que se le aporta al ligamentos mucha información positiva que va a favorecer la recuperación del esguince de tobillo.
I de Ice o hielo. La aplicación de hielo es buena ya que evita la hinchazón, pero no la inflamación dado que la inflamación es positiva, estimula toda la reacción y llegada de sustancias que favorecen la recuperación de los ligamentos, pero si tomamos antiinflamatorios vamos a frenar esta respuesta y eso no nos interesa ya que puede frenar o dificultar la resolución de la recuperación.
C de Compression o compresión. En este punto hay cada vez más controversia ya que existen tanto partidarios de la compresión de la lesión como profesionales que piensan que esta compresión es negativa para la recuperación.
E de elevation o elevación de la extremidad afectada. Esto sirve para evitar el edema excesivo y favorecer la eliminación del edema ya existente.
Además de este proceso, es muy importante la realización de ejercicios de propiocepción, ya que esto es lo que va a dar a los tejidos del tobillo un estado óptimo y así evitar que se produzcan nuevos esguinces. La propiocepción es, en muchos casos, la parte más importante de la recuperación. Por otro lado, tenemos los esguinces de grado III en los que existe rotura de un número importante de fibras. Por ello en muchas ocasiones esta lesión requiere cirugía, y después se debe empezar a tratar como un esguince normal, dándole de nuevo una especial importancia a los ejercicios de propiocepción.
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