En la actualidad, el estilo de vida de la sociedad nos ha llevado a padecer con más frecuencia de distintas patologías y entre ellas encontramos la cervicalgia. A continuación te hablaremos más respecto a ello.
Se estima que la cervicalgia afecta al 70% de la población.
¿Qué es la cervicalgia?
El termino cervicalgia hace referencia al dolor en la zona del cuello o en la región cervical, afectando estadísticamente en su mayoría a las mujeres. La cervicalgia no es propiamente una patología sino más bien una sintomatología que es causada por una alteración o disfunción de alguna de las estructuras que componen la columna vertebral (vértebras, músculos, discos, nervios o ligamentos)
La cervicalgia se puede deber a diversos factores, entre ellos se destacan:
- Malos hábitos posturales
- Hernias discales
- Bloqueos vertebrales
- Artrosis de la columna cervical
- Sobrecargas musculares
- Osteoporosis
- Contracturas musculares
- Posterior a un latigazo cervical
- Estrés físico y emocional, entre otras…
La cervicalgia puede aparecer de manera intermitente con episodios agudos o de manera constante, todo dependerá del factor desencadenante de la misma.
Síntomas de la cervicalgia
El síntoma característico de la cervicalgia es el dolor, sin embargo también se pueden presentarse junto a otras sintomatologías como:
- Cefaleas (dolores de cabeza)
- Espasmos musculares
- Debilidad muscular
- Mareos
- Dificultad para movilizar el cuello
- Hormigueos (parestesia)
¿Qué puedo hacer si tengo cervicalgia?
Existen diversos ejercicios que ayudan a mejorar la sintomatología de la cervicalgia. Además es importante mantener la movilidad y preservar la funcionalidad de la zona afectada, ya que de lo contrario pueden desencadenarse más consecuencias. A continuación te explicamos alguno de los ejercicios que puedes realizar para mejorar la molesta cervicalgia
- Auto-masajes: los auto-masajes representan una herramienta ideal y eficaz a la hora de tratar tu región cervical, ya que estos permiten liberar la tensión de la zona y relajar la musculatura, lo que en consecuencia contribuye a aliviar el dolor.
- Movilizaciones: como se mencionó anteriormente la movilidad debe mantenerse siempre, ya que con la falta de movimiento vienen mayores consecuencias. Eso sí, los movimientos deben ser suaves y delicados para no provocar una respuesta de defensa en los músculos del cuello. Son recomendables los movimientos de flexión y extensión de cuello (llevar la cabeza hacia adelante y hacia atrás), movimientos de inclinaciones (hacia la derecha y hacia la izquierda) y de rotación (girando tu cabeza hacia un lado y hacia el otro). Debes respetar los límites del dolor, de manera progresiva irás alcanzado mayor rango de movimiento.
- Estiramientos: los estiramientos son los eternos aliados para liberar tensión muscular y relajar nuestro cuerpo, en conjunto con los auto-masajes son la combinación perfecta para el alivio del dolor. Deben ser lentos, suaves y progresivos.
- Higiene postural: en muchas ocasiones la cervicalgia es consecuencia de las malas posturas que adoptamos durante el día en el trayecto de nuestras vidas que a lo largo del tiempo van generando en nuestro cuerpo tensiones y sobrecargas que se expresarán en manera de dolor. Es necesario ser conscientes de la manera en las que realizamos ciertos movimientos y como repercuten de manera negativa en nuestro organismo. Mantener una adecuada higiene postural durante las distintas actividades de nuestra vida cotidiana no solo nos ayudará a mejorar la sintomatología causada por una cervicalgia y evitar futuras recaídas, sino que también nos ayudará a prevenirla si aún no la tenemos presente.