Los tendones peroneos se encuentran en la cara lateral o externa del tobillo y son dos: uno que pertenece al músculo peroneo largo y otro que pertenece al peroneo corto. En su recorrido ambos viajan detrás del maléolo lateral del tobillo, para insertarse en la base del quinto dedo del pie (el tendón del peroneo corto) y en la parte inferior del pie, atravesando el arco del pie (el tendón del peroneo largo).
La función de los tendones peroneos es ayudar a mover el tobillo tanto hacia abajo y lateralmente o hacia los lados. También ayuda en la realización de la estabilidad lateral del tobillo en las actividades que implican movimiento de lado a lado. Éste artículo trata sobre una lesión en particular de los tendones: la tendinitis de los peroneos (1).
La función de los tendones peroneos es ayudar a mover el tobillo tanto hacia abajo y lateralmente o hacia los lados
En la imagen de arriba puedes ver cómo discurren los tendones de cada uno de los peroneos.
Los músculos peroneos tienen un recorrido parecido: ambos se originan en el peroné (exactamente en la tuberosidad y en la cabeza del peroné), y ambos discurren lateralmente por la pierna. Sin embargo difieren uno del otro en al menos 2 aspectos:
- Uno es más superficial que el otro, es decir, el peroneo largo se encuentra por encima del peroneo corto.
- El tendón del peroneo largo, luego de su recorrido por la parte externa de la pierna pasa por la parte posterior del maléolo externo del tobillo y cruza oblicuamente la planta del pie para insertarse en el primer cuneiforme y el primer metatarsiano. El tendón del peroneo corto tiene el mismo recorrido, sólo que al pasar el maléolo externo del tobillo no cruza la planta, sino que continúa la misma línea para insertarse en la base del 5to metatarsiano.
La tendinitis (2) de uno o ambos de estos tendones significa simplemente una inflamación de los tendones. Los tendones se inflaman a menudo con el exceso de uso y con actividades de agilidad (como el tenis, baloncesto, voleibol y fútbol, pero sobre todo en los corredores) que ponen un estrés significativo sobre los tendones laterales.
Además, si se ha tenido esguinces de tobillo (3) en el pasado, la posibilidad de tener problemas de tendón peroneo se incrementa. Cuando los ligamentos se rompen o se estiran, no son capaces de proporcionar la estabilidad para la que están diseñados y los tendones laterales están obligados a trabajar más duro con el fin de proporcionar la estabilidad lateral.
Cuando los ligamentos se rompen o se estiran, no son capaces de proporcionar la estabilidad para la que están diseñados y los tendones laterales están obligados a trabajar más duro con el fin de proporcionar la estabilidad lateral.
Como se dijo, las sobrecargas repetitivas lesionan al tendón: cuando una persona tiene que doblar constantemente el pie hacia afuera, ya sea por uso de un mal calzado, desviaciones del talón hacia adentro o aumentos súbitos en el entrenamiento los tendones trabajan en exceso para llevar el pie hacia afuera.
Cuanto más trabajen más se acumulan pequeñas lesiones, que conllevan a la tendinitis. En la imagen de abajo observarás el movimiento que, repetidas veces, lesiona éstos tendones:
Durante la carrera se producen los siguientes movimientos en el pie:
- Justo antes del aterrizaje del pie o del choque de talón con el suelo durante la carrera el pie se encuentra con los dedos dorsiflexionados. Además, en este movimiento la fascia plantar está tensa, por lo que el arco plantar se eleva y se produce un movimiento de supinación del pie que prepara al mismo para el aterrizaje.
- Durante el apoyo completo del pie en el suelo el peso del cuerpo se apoya en el pie, por lo que la fascia debe de relajarse. Esto último provoca una flexión plantar para apoyar mayor superficie del pie en el suelo, lo cual hace descender al arco plantar y un movimiento de pronación del pie.
- Durante la fase de propulsión el tendón de Aquiles lleva el talón hacia arriba. Se produce una dorsiflexión pasiva de los dedos del pie, llevado una vez más a tensionar la fascia plantar y elevar el arco plantar.
Los tendones de los peroneos participan en la supinación que se produce justo antes del aterrizaje. Este movimiento repetido muchas veces en el tiempo es lo que provoca la tendinitis de los peroneos en el corredor, un hecho que hay que tener en cuenta ya que el interés en el running es creciente y cada vez son más las lesiones que se producen por falta de conocimiento en la mecánica del deporte.
Los síntomas más comunes de la tendinitis de los tendones peroneos son:
- Dolor lateral del tobillo, generalmente es inmediatamente detrás del maléolo lateral.
- Inflamación presente.
- Roturas del tendón.
- Subluxación de los tendones peroneos (cuando un esguince de tobillo significativo se produce, puede alterar el tejido que mantiene los tendones en su lugar y causar dolor).
La tendinitis de los peroneos es diagnosticada durante la examinación física: si la persona siente sensibilidad a la palpación y/o inflamación del maléolo externo del tobillo entonces se puede comenzar a sospechar la lesión (la sensibilidad y la inflamación se producen en esta zona ya que es en donde los tendones sufren por el roce contra el maléolo). Para confirmar la lesión se le puede pedir a la persona una flexión plantar contra una resistencia: si el movimiento no puede ser ejecutado por dolor, se establece que es una tendinitis.
si la persona siente sensibilidad a la palpación y/o inflamación del maléolo externo del tobillo entonces se puede comenzar a sospechar la lesión
Pruebas diagnósticas por imagen pueden realizarse para determinar la amplitud de la lesión.
Igual que muchos tipos de tendinitis, el primer objetivo es reducir el dolor y la inflamación. En fisioterapia se utilizan diversas técnicas como el ultrasonido, iontoforesis, y la estimulación eléctrica ya que pueden ser eficaces para reducir el dolor y la inflamación. El uso de terapia de hielo puede ser especialmente útil en la reducción de la inflamación del tendón. Debido a que los tendones son superficiales, responden bien a los masajes.
Para utilizar el masaje con hielo, se llena vasos de plástico con agua y se meten en el congelador. Una vez congelados, corte la parte de arriba para exponer el hielo. Un masaje con el hielo sobre el área del tendón doloroso durante 5 minutos y repita un par de veces al día.
Podemos además realizar un auto-masaje transverso para la tendinitis de los peroneos. El masaje manual de tejidos blandos puede ayudar a reducir el espesor que se acumula alrededor de los tendones inflamados, además de tener una alta eficacia para reducir los síntomas del tendón y mejorar su riego sanguíneo.
Puedes ver cómo realizar un automasaje de los peroneos en el siguiente vídeo:
El automasaje del video que observaste es para trabajar las fibras del tendón de los peroneos. Este es un masaje de tipo transverso profundo, que se llama así porque se aplica transversal a la dirección de las fibras del tendón: si por ejemplo las fibras van verticales, el masaje se realiza sobre las fibras en dirección horizontal. Además, el masaje debe realizarse lenta, profunda e intensamente, y recordar que, a pesar de que es un masaje que va a doler, no debe doler demasiado. Un masaje no debe ser nunca una tortura, puede ser un poco desagradable pero jamás demasiado.
El masaje durará entre 5 y 10 minutos, dependiendo del grado de inflamación: si la tendinitis es muy reciente, todavía hay mucha inflamación y está caliente su duración debe ser corta y un poco más suave, para no hiperexcitar la zona.
En cambio si ya la inflamación es menor, es una tendinitis ya vieja y la zona se siente fría, podrá ser un poco más duradero, con más intensidad en el trabajo de las fibras.
Este masaje debes realizarlo únicamente 1 vez cada 5, 6 o 7 días. La variación entre 5, 6 y 7 día dependerá del dolor que se presente los días posteriores al masaje. Sólo se repite el masaje después de los 4 o 5 días si hay mejoría, aunque sea leve. De lo contrario, si la persona todavía refiere la misma intensidad del dolor, es necesario recurrir a otra técnica.
Precaución: en un masaje del tipo que se aplica para los peroneos en la tendinitis NUNCA se desliza el dedo sobre la piel. El dedo se coloca sobre la superficie a tratar y se mueve, pero no resbala. Y otra cosa que jamás debes hacer es poner hielo después del masaje (no tiene ningún sentido poner el hielo).
Por otro lado, podemos también relajar toda la musculatura peronea lateral de la pierna, para reducir su tensión:
¿Tienes un rodillo en casa o estás interesado en comprar uno? Pues son una excelente herramienta para masajear los músculos peroneos. Si no tienes uno y te gustaría adquirirlo puedes encontrarlo en tiendas de deporte o en donde vendan artículos de natación (los rodillos por lo general se venden como tubos largos que se usan como flotadores en piscinas, pero puedes cortarlo para darle el largo preciso y trabajar con mayor comodidad).
Si de ninguna manera puedes adquirirlo, existen otras alternativas: busca objetos cilíndricos que puedas utilizar, como un palo de madera o una botella llena de agua.
Lo que vas a masajear es el vientre de los músculos peroneos, que se ubica en la zona externa de la pierna. El rodillo se desliza de arriba abajo por la parte externa de la pierna, aproximadamente por 5 o 10 minutos.
Es importante destacar que el masaje con rodillo es un poco agresivo (debido a que para alcanzar realmente el vientre de los peroneos hay que atravesar una fascia y profundizar mucho en la intensidad del masaje), pero nunca debe de doler en exceso. Los días posteriores se deja descansar la zona, por lo menos 4, 5 o 6 días.
Luego de la primera fase del tratamiento se puede pasar de la aplicación exclusiva de frío a la aplicación de baños de contraste, también conocidos como la aplicación de frío y calor. ¿Por qué? Pues en la segunda fase de un tratamiento se necesita continuar con la disminución de la inflamación (objetivo que se logra con la aplicación del frío); sin embargo se necesita igualmente que migren las células que construirán los tejidos lesionados a la zona (objetivo que se logra con la aplicación de calor).
El uso de medicamentos anti-inflamatorios también se utiliza comúnmente para la tendinitis (consulte a su médico respecto a la medicación). Debido a la naturaleza superficial de los tendones, el uso de una crema anti-inflamatoria puede ser eficaz.
Evitar las actividades o modificar las actividades que recrean el dolor hasta que los síntomas mejoren es importante para reducir la inflamación. El objetivo es limitar toda actividad del tendón con el fin de que se cure. Si el dolor persiste, el uso de una férula inmovilizadora puede ser sugerido, aunque no es recomendable si se hace prolongadamente (haz click aquí para saber el porqué).
El tratamiento quirúrgico de la tendinitis de los peroneos rara vez se justifica. La cirugía sólo debe considerarse si el dolor persiste significativamente y el tratamiento conservador ha fracasado. Si la cirugía se recomienda, es más comúnmente asociado con subluxación de los tendones.
- La tendinitis es una inflamación del tendón (4) de los músculos peroneos que puede ser por sobrecarga o por un esguince ocurrido en el pasado.
- Los síntomas más resaltantes suelen ser dolor por detrás del maléolo lateral e inflamación.
- El tratamiento primordial es conservador mediante la fisioterapia. En caso de subluxación de los tendones o fracaso del tratamiento conservador se estudia la opción del tratamiento quirúrgico.