Una hernia discal es una patología que ocurre cuando un disco de la columna se deteriora y debilita a tal punto que el núcleo pulposo del mismo se filtra hacia el exterior, ejerciendo presión sobre los nervios aledaños o la médula espinal, lo cual provoca lesiones neurológicas. La zona más afectada por hernias discales es la región lumbar, los discos de la región cervical son la segunda zona que se ve más afectada; rara vez se ven comprometidos los discos de la zona intermedia de la columna. La hernia discal puede derivar en una serie de patologías como la lumbalgia, ciática y trastornos sensitivos como hormigueo, irritabilidad motora o pérdida de la sensibilidad.
¿Qué tipos de hernias discales podemos encontrar?
Una hernia discal posterior se produce cuando el núcleo pulposo (material gelatinoso suave dentro de un disco intervertebral) sobresale hacia la parte de atrás de la misma. Esto significa que el núcleo pulposo sobresale hacia la médula espinal. Por esta razón, las hernias posteriores son las que causan mayor dolor debido a que el dolor no va a ser localizado sino más generalizado.
Una hernia discal anterior se produce cuando el núcleo pulposo sobresale hacia la parte delantera. Es exactamente lo contrario a la herniación posterior ya que el material sobresale en dirección opuesta. Las hernias anteriores son menos severas que las posteriores ya que afectan nervios en áreas localizadas. El área más común de una hernia anterior es en el nivel L5-S1, es decir, hacia la zona lumbar de la espalda.
Estas dos sólo representan aproximadamente un 10% de los casos, pero no por ser más raras las tenemos que desconocer. Os añadimos además un interesante artículo:
¿Qué es una hernia discal lumbar? Síntomas, causas y tratamiento.
Inicie sesión o regístrese para comentar