Tengo 25 años, soy de venezuela y fui diagnosticada con un quiste de baker en la rodilla izquierda. El mismo mide de acuerdo a la ecografía de partes blandas, menos de 1cm.
Antes de diagnosticarme estuve en terapia donde me colocaron calor y corriente tens. Cabe destacar que para el momento desconocía que tenía un quiste de baker pues me habían diagnosticado con una lesión en el bíceps femoral. Realizada la fisioterapia el dolor incremento por lo cual tuve que volver con otro traumatólogo y este a través de un diagnóstico ecográfico fue quien dio con el quiste.
A partir de allí he estado en tratamiento con antiinflamatorios (Diclofenac Potasico y Tiocolchicosido) por 5 días, pero aun la molestia persiste. Sin embargo, de unos días para acá la misma ha disminuido, presentándose más que todo durante la noche.
Lo único que me causa curiosidad es que en ocasiones la molestia se refleja en el tobillo, pero cuando me realizaron el eco me dijeron que no había rastro de líquido sinovial por lo cual no creo se haya roto el quiste que por lo que he leído sería una posible causa de la molestia en esa zona. ¿A qué se podría deber esto?
Hace unos días estuve manejando bicicleta y no sentí molestia al realizar la actividad. Estoy acostumbrada a realizar actividad física y es algo que me encanta, quisiera saber si ¿aún teniendo el quiste podría continuar con mi rutina deportiva?
Aunado a lo anterior, le pregunté a mi médico si creía que la causa de origen del quiste fuese artritis y él considera que no, pero yo tengo la duda porque en mi familia tanto mi mamá como mi abuela poseen esta patología.
Espero atenta su respuesta y muchísimas gracias de antemano. Un cordial saludo!
El Quiste de Baker es una lesión en la que existe un aumento de volumen por inflamación en la zona de la poplítea, las causas y factores que pueden desencadenar esta afección son la edad avanzada debido al proceso degenerativo, lesiones de menisco o de ligamentos, practicas deportivas que requieran de gran tensión en las rodillas, padecimiento de artritis o artrosis.
Ante la presencia de esta lesión la fisioterapia es una de las alternativas de tratamiento conservador, dicho abordaje se enfoca en disminuir el proceso inflamatorio y el dolor de la zona de la rodilla mediante la utilización de baños de contraste asi como las movilizaciones de rodilla y posteriormente ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular. La realización de actividad deportiva en la que se involucre peso debe ser de forma progresiva y guiada a fin evitar que el proceso inflamatorio aumente, es por ello que antes de realizar ejercicios de fortalecimiento o potenciación muscular te recomendamos que la inflamación haya disminuido.
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