Tuve una fractura de peroné transindesmal estable. He estado 6 semanas inmovilizada, la última semana se me ha permitido la carga progresivamente con un zapato ortopédico. Me he quedado sin fuerza en la pierna, especialmente con el gemelo atrofiado por la inmovilización. Antes de esto, hacía entrenamiento funcional y de fuerza 3 veces a la semana, en un nivel medio, y andaba 10km al día. No tengo hábitos tóxicos, ni bebo ni fumo.
Durante la inmovilización, el dolor ha sido muy ocasional, a las 2 semanas ya era raro. Salvo por eventos que me impedían mantener la pierna elevada, ha sido una norma bastante cumplida. No he tenido edemas en la pierna afectada, salvo al inicio, y especialmente debida a la gravedad. En ocasiones, se me monta el gemelo de la pierna inmovilizada, sobretodo en las últimas semanas. Me preocupa cómo afrontar la rehabilitación ya que soy opositora, y mi tiempo es limitado, así que me gustaría sacarle el máximo partido a los ejercicios.
Las fractura de peroné estables por lo general responden muy bien al tratamiento conservador constituido por inmovilizaciones del tobillo, seguimiento radiológico y fisioterapia. En la fase de inmovilización se recomiendan ejercicios de amplitud y potenciación de las articulaciones no inmovilizadas: la cadera y rodilla, esto con la finalidad de facilitar una recuperación temprana de la marcha.
Posterior al tiempo de inmovilización que dura una 6 semanas (en la mayoría de los casos), es necesario iniciar estrategias que permitan la vuelta a la función del tobillo lesionado tales como:
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