Tengo problemas articulares desde muy joven. Jugué voleibol y me lastimé mucho las rodillas. Actualmente, padezco de dolor articular generalizado, siendo más agudo en las manos, los codos y los pies. Eventualmente siento molestias también en las lumbares y los hombros. Solía hacer mucho ejercicio, pero ahora los dolores me llegan a inmovilizar. Me dedico a la arqueología y camino mucho, sin embargo, me cuesta mucho trabajo la excavación, por la posición que debe adoptarse. El día de hoy, me encontraba cortando el pasto con tijeras, cuando sentí un dolor agudo, incluso un tronido. El dolor se agudiza a la presión y se siente como una especie de brinco. Ya me había sucedido antes y el diagnóstico fue costocondritis. Duele también al enderezar la espalda. Cuando me sucedió las otras veces había sido por presión directa; esta vez fue con un movimiento mientras estaba agachada cortando el pasto. Tengo problemas de rodillas y normalmente no puedo agacharme con facilidad; supongo que esa posición incorrecta pudo ocasionar el movimiento inadecuado. El dolor es en la porción “externa” del torso, por llamarlo de alguna manera, debajo del límite externo del seno a la altura media entre el ombligo y el principio del esternón. He estado en reposo y tomé paracetamol. No he sentido cambio en la intensidad del dolor aún.
Para mejorar estas molestias y sensación de chasquidos en la costocondritis al realizar ciertos movimientos en la zona de las costillas se recomienda realizar cuando disminuya el dolor una rutina de ejercicios de movilidad dorsal o torácica y apertura de pecho, buscando disminuir la rigidez que bloquea esta región.
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