Trastornos de la ATM (articulación temporomandibular) y su tratamiento fisioterapéutico

Trastornos de la ATM (articulación temporomandibular) y su tratamiento fisioterapéutico
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    Bárbara Flores
    Fisioterapeuta / Traumatología / Geriatría / Neurología

    Soy Licenciada en Fisioterapia con más de 5 años de experiencia, cuento con un diplomado en fisiología del ejercicio y patología neuromuscular. Me dedico a la atención del adulto mayor y pacientes neurológicos, asimismo, me especializo en lesiones traumatológicas y en ejercicio terapéutico. Por otra parte, también soy redactora y creadora de contenido sobre salud y bienestar.

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¿Qué es la ATM y qué son los trastornos temporomandibulares?

La ATM o articulación temporomandibular es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo y permite los movimientos esenciales como abrir y cerrar la boca, hablar y masticar. Esta articulación es una de las más utilizadas en el cuerpo humano, y su complejidad estructural la hace susceptible a diferentes trastornos conocidos como trastornos temporomandibulares (TTM).

Los TTM son disfunciones que afectan el funcionamiento adecuado de la articulación temporomandibular y los músculos que la rodean, provocando dolor, limitación en el movimiento y otros síntomas asociados. Estas disfunciones pueden estar relacionadas con el estrés, el bruxismo (apretar los dientes), traumatismos o problemas posturales.

Causas de los trastornos de la ATM

Los trastornos temporomandibulares pueden tener múltiples causas, a menudo interrelacionadas, que influyen en el mal funcionamiento de la articulación y los músculos involucrados.

Bruxismo y tensiones emocionales

El bruxismo, que se refiere al acto de apretar o rechinar los dientes, es una de las principales causas de los trastornos de la ATM. Este hábito inconsciente, que ocurre especialmente durante la noche, provoca una sobrecarga en los músculos de la mandíbula, el cuello y la cara, lo que genera tensión y dolor .

El estrés emocional es un factor desencadenante del bruxismo. Las personas que experimentan altos niveles de estrés suelen manifestarlo de manera física a través de tensiones musculares, especialmente en la mandíbula, lo que afecta directamente el funcionamiento de la ATM.

Maloclusiones dentales y disfunciones posturales

Las maloclusiones dentales (mala alineación de los dientes) también pueden contribuir a los trastornos de la ATM, ya que una mordida inadecuada genera un desequilibrio en la forma en que la mandíbula se articula con el cráneo. Este desequilibrio, con el tiempo, sobrecarga la articulación y los músculos, provocando disfunciones.

Por otro lado, las disfunciones posturales, como la postura de cabeza adelantada o la mala alineación cervical, también pueden afectar el equilibrio de la ATM. Las alteraciones en la postura del cuello influyen en la posición de la mandíbula, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastornos temporomandibulares.

Traumatismos o lesiones directas

Los traumatismos en la mandíbula o el rostro, como los golpes, caídas o accidentes automovilísticos, pueden dañar la articulación temporomandibular, provocando dolor y limitaciones en el movimiento. Incluso pequeñas lesiones, como un golpe fuerte, pueden desajustar la ATM y generar problemas a largo plazo.

Síntomas comunes de los trastornos de la ATM

Los síntomas de los trastornos de la ATM pueden variar en intensidad y duración, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Dolor en la mandíbula o el oído: el dolor suele sentirse alrededor de la mandíbula y puede irradiarse hacia el oído, provocando molestias constantes o intermitentes.
  • Chasquidos o crujidos al abrir la boca: un signo frecuente de disfunción de la ATM es escuchar un chasquido o crujido cuando se abre o cierra la boca. Esto indica que la articulación no está funcionando correctamente.
  • Dificultad para abrir o cerrar la boca: los trastornos de la ATM pueden limitar el rango de movimiento de la mandíbula, dificultando la apertura completa de la boca.
  • Dolores de cabeza y cuello: el dolor de cabeza tensional y la rigidez cervical son comunes en personas con disfunciones de la ATM debido a la sobrecarga muscular.
  • Bruxismo y desgaste dental: las personas que rechinan los dientes con frecuencia pueden notar un desgaste en la superficie de sus dientes, además de experimentar dolor en la mandíbula.

Tratamiento fisioterapéutico de los trastornos de la ATM

El tratamiento de los trastornos de la ATM desde la fisioterapia se enfoca en reducir el dolor, restaurar la movilidad de la articulación y mejorar la función de los músculos implicados. La fisioterapia integrativa es una herramienta eficaz que combina técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y recomendaciones posturales para mejorar la salud de la ATM.

Terapia manual y liberación miofascial

La terapia manual es fundamental para tratar los trastornos de la ATM. A través de técnicas de liberación miofascial y masaje terapéutico, se trabaja sobre los músculos de la mandíbula, el cuello y la cara para reducir la tensión acumulada y mejorar la movilidad articular .

La liberación miofascial permite eliminar las restricciones en las fascias, lo que alivia la presión sobre la articulación temporomandibular y disminuye los síntomas de dolor y rigidez. Además, se pueden realizar movilizaciones articulares suaves para mejorar la alineación y la movilidad de la ATM.

El tratamiento también puede incluir la terapia de puntos gatillo, que consiste en la aplicación de presión en áreas específicas de los músculos afectados, donde se localizan nudos musculares responsables del dolor.

Ejercicios de movilidad y fortalecimiento

Los ejercicios para mejorar la movilidad de la ATM y fortalecer los músculos de la mandíbula son esenciales para la recuperación y prevención de futuros problemas. A continuación, algunos ejercicios recomendados:

  • Ejercicio de apertura controlada de la boca: siéntate frente a un espejo y abre la boca lentamente, evitando que la mandíbula se desvíe hacia un lado. Este ejercicio ayuda a mejorar el control y la simetría en el movimiento de la mandíbula.
  • Ejercicio de fortalecimiento isométrico: coloca el pulgar debajo de la barbilla y aplica una leve resistencia mientras intentas abrir la boca. Este ejercicio fortalece los músculos encargados de estabilizar la mandíbula.
  • Estiramientos del cuello y la mandíbula: estira suavemente el cuello y la mandíbula para reducir la tensión muscular. Inclina la cabeza hacia un lado mientras mantienes la mandíbula relajada para estirar los músculos del cuello y aliviar la presión en la ATM.

Es importante realizar estos ejercicios de manera controlada y bajo la supervisión de un fisioterapeuta para evitar sobrecargas o movimientos incorrectos que puedan empeorar los síntomas.

Cómo prevenir los trastornos de la ATM

La prevención de los trastornos temporomandibulares se basa en mantener una buena higiene postural, reducir el estrés y evitar hábitos que sobrecarguen la articulación temporomandibular. A continuación, algunos consejos para prevenir los TTM:

  • Control del bruxismo: si eres propenso a apretar los dientes, especialmente por la noche, considera el uso de una férula dental para proteger los dientes y reducir la sobrecarga en la mandíbula.
  • Relajación y manejo del estrés: dado que el estrés es un factor clave en el desarrollo de los TTM, es importante practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga, para aliviar las tensiones emocionales.
  • Mejora de la postura: mantener una postura adecuada, especialmente en el cuello y los hombros, es crucial para evitar la sobrecarga en la ATM. Evita la postura de cabeza adelantada y mantén los hombros relajados.
  • Hábitos saludables al masticar: evita masticar solo de un lado o consumir alimentos muy duros, ya que estos hábitos pueden sobrecargar la articulación y provocar disfunciones.

Los trastornos de la ATM pueden generar dolor y limitaciones en la función de la mandíbula, pero con el tratamiento fisioterapéutico adecuado, es posible aliviar los síntomas y restaurar la movilidad de la articulación. En Fiit Concept, utilizamos un enfoque integrativo que combina técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y recomendaciones posturales para tratar los trastornos temporomandibulares de manera efectiva.

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