El quiste de Baker o también llamado quiste poplíteo por su localización es un acúmulo de líquido sinovial en una de las 15 bursas existentes en la rodilla. Esta bursa, la bursa gastrocnemio-semimembranosa, tiene una comunicación con la cápsula articular de la rodilla mediante una válvula, por lo que el aumento de líquido de la capsula conllevara al aumento de tamaño de la bursa.
Este líquido sinovial tiene como función lubricar la articulación de la rodilla, es generado por la membrana sinovial y cuando existen problemas en la articulación de la rodilla la membrana se encarga de generar más líquido. Cuando este líquido intraarticular aumenta protuye hacia la parte posterior produciendo el quiste.
Causas del Quiste de Barker
El quiste puede aparecer a cualquier edad, comúnmente ocurre con:
- Personas jóvenes: traumatismos en la zona de la rodilla que pueden provocar lesiones de ligamentos, meniscos, cartílago…
- Adultos mayores: generalmente se produce por procesos inflamatorios o degenerativos (artritis, artrosis, lesiones de cartílago, gota, …)
¿Qué síntomas produce el Quiste de Baker?
Generalmente un quiste de Baker no provoca ningún síntoma, en el caso de que el quiste sea grande se puede sentir:
- Inflamación en la parte posterior de la rodilla y a veces en la pierna
- Molestia o dolor en la rodilla y en ocasiones la pierna de carácter difuso.
- Rigidez tanto en flexión como en extensión o incapacidad para flexionar completamente la rodilla
- Dificultad para flexionar la rodilla.
- Cuando el quiste es de gran tamaño puede dar sintomatología más intensa por la compresión de venas o nervios.
Estos síntomas son similares a problemas de más gravedad como trombosis venosa profunda, tumores, etc. Por ello es importante realizar un buen diagnóstico. Estos síntomas pueden empeorar después de haber estado activo o permanecido de pie durante mucho tiempo.
En algunas ocasiones el quiste se puede romper y dar dolor, inflamación, enrojecimiento y calor en la parte posterior de la rodilla y pierna, síntomas similares a un traumatismo de la rodilla. El cuerpo por sí mismo reabsorbe el líquido que ha salido.
Diagnóstico para este problema
A menudo con un examen físico y la sintomatología referida del paciente se puede sospechar de la existencia del quiste de Baker, como se ha comentado anteriormente la sintomatología es similar a una trombosis profunda, por lo que se recomienda realizar pruebas complementarias como:
- Radiografía: no muestran el quiste pero revelan otros problemas que pueden estar presentes en la articulación de la rodilla.
- Ecografía: se puede ver el quiste y determinar si es sólido o está lleno de líquido.
- Resonancia magnética: mediante imágenes se puede ver todas las estructuras de la rodilla, quiste, ligamentos, meniscos, partes óseas…por lo que es la prueba más específica.
Tratamiento para el Quiste de Baker
Generalmente la presencia de quiste de Baker no necesita tratamiento e incluso puede resolverse espontáneamente, pero si este presenta sintomatología se puede realizar tratamiento siempre encaminado a corregir el problema que lo está causando (esguinces, problemas de menisco, problemas reumáticos….) ya que si no se aborda puede volver a aparecer.
TRATAMIENTO CONSERVADOR DE UN PROBLEMA DE MENISCO
TRATAMIENTO ARTROSIS DE RODILLA
En un inicio se trata mediante tratamientos médicos antiinflamatorios y fisioterapia. El tratamiento de fisioterapia utiliza diferentes métodos encaminados a disminuir el dolor, disminuir la inflamación, ganar movilidad articular y fortalecer los músculos que rodean la rodilla.
Si estos tratamientos no dan resultado se puede proponer la aspiración del líquido o la extirpación del quiste mediante cirugía.