“¡Oh! ¡Pero qué cansado estoy! Hoy no salgo a hacer deporte…”. ¡Qué frase más típica! Muchos de los que intentan empezar a hacer deporte y empezar a mover el cuerpo piensan habitualmente esto, y al continuar sintiendo ese falso cansancio terminan por olvidad la actividad física.
En este vídeo te explicaremos por qué te cuesta tanto hacer ejercicio y cómo puedes evitar renunciar al deporte.
¿Por qué estoy cansado luego de hacer ejercicio?
Puede que, por cuestiones de trabajo o de lo que haces día a día, realmente estés cansado. Imagina a un obrero que trabaja en una mina que esté todo el día picando piedras y llevándolas de un lado a otro.
Lo mejor que se puede hacer en este caso en el tiempo libre es descansar, porque el trabajo implica suficiente actividad física (y quizás debería de buscar actividades que ayuden más bien a relajarse y despejar la mente, como la meditación). Por el contrario, aquellos trabajos en los que no hay tanta actividad física terminan cansados por:
- Sedentarismo
- Estrés mantenido
- Mala alimentación y adicción a tóxicos
- Mala calidad del sueño
Energía, estrés y sedentarismo
Nuestra energía es como una línea que se degrada en color de blanco a negro. Se supone que nuestra línea de energía va desde lo blanco hasta el negro en un solo día.
Cuando una persona es muy sedentaria o tiene mucho estrés la línea se acorta, por lo que cualquier cosa que necesite de más energía nos agota rápido.
¿Qué puedo hacer para combatir el cansancio?
Para que nuestro cuerpo no se canse tan rápido hay una sola cosa que debemos hacer: salir a hacer deporte. Esta es la solución definitiva para sentirte menos cansado.
