Las varices, también denominadas insuficiencias venosas, son problemas de origen vascular caracterizado por dilataciones permanentes e irreversibles de las paredes de las venas donde existe una alteración de las válvulas venosas, su cierre no es completo y la sangre comienza a acumularse. Afecta al sistema venoso superficial y mayoritariamente a los miembros inferiores.
Origen de las varices
- Primarias: son idiopáticas (de origen desconocido) o condicionadas por factores genéticos –principalmente se dan en mujeres.
- Secundarias: se relacionan con una obstrucción del retorno venoso de un determinado territorio vascular. Se deben a trombos, embarazos, obesidad, estreñimiento crónico…
La capa media de la pared venosa posee gran cantidad de elastina (componente elástico), por ello, tiene mayor predisposición a deformarse. Además, la circulación venosa –en la mayoría de su recorrido– circula en contra de la gravedad, como consecuencia se crea un círculo vicioso resultando así la formación de las varices.
¿Cómo se manifiestan las varices?
- Cambio del color de la piel.
- Arañas vasculares (ramificaciones de color violáceo).
- Dolor, pesadez y calambres en los miembros inferiores.
- Edema o hinchazón.
- Úlceras (es la complicación más importante, suelen ser grandes, poco profundas, de bordes irregulares y húmedas que supuran).
Tratamiento conservador
Los objetivos van a centrarse en reducir la sintomatología, mejorar el retorno venoso y evitar las complicaciones. A continuación te dejo 11 consejos que te ayudarán a lograr los objetivos antes mencionados:
- Realiza alguna actividad física suave y frecuente para mejorar la circulación.
- Evita el sedentarismo y las posturas estáticas.
- Deja de fumar.
- Mantente hidratado –el agua ayuda a eliminar las toxinas.
- Incluye bastantes frutas y verduras en tu dieta.
- Reduce el consumo de sal y azúcares para evitar la retención de líquidos.
- Utiliza las medias de compresión sólo cuando lo sientas muy necesario.
- Evita bañarte con agua muy caliente.
- Prescinde de la ropa ajustada ya que pueden dificultar el paso de los líquidos hacia arriba de regreso al sistema circulatorio central.
- Cada vez que puedas, eleva las piernas y los pies para favorecer el retorno venoso.
- La fitoterapia puede ser un gran aliado para tratar a largo plazo este problemas de las varices: castaño de indias, rusco, hamamelis, ortiga verde, ciprés, milenrama, ginkgo biloba.
Además, puedes utilizar el drenaje linfático como herramienta para el tratamiento y cuidado de las varices. Consiste en un masaje monótono, lento, armónico, suave y rítmico, de forma que las manos puedan dirigir los líquidos en su camino de retorno. Estos movimientos deben seguir la dirección del flujo linfático, comenzando siempre de proximal a distal. Al realizarlo actuamos directamente sobre el sistema linfático ayudando a su función de evacuación de elementos de desecho.
Si quieres ampliar un poco más tus conocimientos acerca de las varices y acerca del drenaje linfático manual, te invito a leer los siguiente artículos:
Las varices, lo que necesitas saber.
Beneficios estéticos del drenaje linfático manual.