Se trata de quizá la lesión más temida por los futbolistas, no solo por todo el tiempo de recuperación que amerita, sino también porque influye casi en su totalidad con respecto a la práctica deportiva. Dicha lesión, consiste en la rotura traumática de las fibras de colágeno que conforman a los ligamentos cruzados (comúnmente al ligamento cruzado anterior) pudiendo llegar a desencadenar una posible “triada maldita” que también afecta al ligamento colateral interno y al menisco interno respectivamente.
Rotura traumática de las fibras de colágeno que componen a los ligamentos cruzados…
A nivel estadístico se estima que solo en EEUU ocurren aproximadamente 200 mil roturas de LCA al año y por otra parte la rotura del LCP corresponde a tan solo un 3% de las lesiones de rodilla al año siendo menos frecuente que la anterior.
¿Cuáles son las causas de la rotura de los ligamentos cruzados?
La aparición de éste tipo de lesión suele venir asociada a múltiples factores, principalmente relacionados con gestos deportivos o biomecánica realizada durante el deporte, asociando las fuerzas de pivot o de giro en ello.
Para que ocurra una lesión sobre los ligamentos cruzados, debe existir un componente de valgo o varo de rodilla en conjunto a una rotación interna o externa de la misma, pudiendo presentarse durante los movimientos en zig-zag, cambios de dirección bruscos u algún otro.
Este tipo de lesión involucra el gesto de pivot con la posición en varo o valgo de rodilla…”
Pueden haber otros factores como por ejemplo un desequilibrio muscular, donde exista mayor predominancia por parte del cuádriceps que de la musculatura isquiotibial o viceversa.
¿Cuáles son los síntomas y signos asociados a la rotura de los ligamentos cruzados?
Dentro de los síntomas presentes dentro de éste tipo de lesión se destacan:
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Inflamacion aguda y generalizada sobre la rodilla
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Presencia de dolor agudo y punzante descrito en algunas ocasiones como profundo.
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Presencia de una gran inestabilidad articular
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Incapacidad o alteración con respecto a la bipedestación y marcha.
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En algunos casos pudiera haber edematización y retención de líquidos.
¿Cómo es el tratamiento aplicado a la rotura de los ligamentos cruzados?
El tratamiento médico sugerido para éstos casos es principalmente mediante la cirugía, donde, se realiza un injerto tendinoso, haciendo uso de alguno de los tendones pertenecientes a la pata de ganso o isquiotibiales, que sirva como nuevo ligamento y cumpla una función estabilizadora pasiva correcta. Además de ello se sugiere el consumo de analgésicos y antiinflamatorios para controlar los síntomas antes mencionados.
El tratamiento fisioterapéutico, será dirigido a mitigar los síntomas y recuperar al paciente después de la cirugía, para ello se aplican distintas herramientas de tratamiento como:
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Masaje transverso profundo: Para evitar la fibrosis cicatricial.
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Agentes Físicos (ondas de choque, electroterapia, crioterapia): Para mitigar los síntomas
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Terapia manual: Para liberar la fascia y mejorar la movilidad articular
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Ejercicio terapéutico: Para fortalecer la musculatura estabilizadora activa y ganar rango articular.