Hace 13 días que me fue practicada una colecistectomía. Me quitaron la vesícula por problemas de formación de cálculos biliares. La cirugía fue laparoscópica. Ayer comenzó a dolerme la zona lumbar por momentos muy localizados mientras dormía boca arriba. Hoy el dolor se ha ido agudizando durante la noche. He tenido estreñimiento por primera vez en la vida y he estado caminando inclinado durante estos últimos días después de la cirugía.
Antes de la cirugía, solía dormir en el piso y practicaba ejercicio todos los días (entrenamiento funcional). Eventualmente tenía un dolor muy leve de vez en cuando, especialmente cuando pasaba mucho tiempo sentado ante el escritorio de trabajo. Muy raras veces al despertar y sólo una vez durante la rutina de ejercicio.
Ahora mismo tengo poca movilidad después de la cirugía y suelo pasar la mayor parte del tiempo acostado o sentado. Camino eventualmente para realizar actividades cotidianas en casa
El problema de dolores y alteraciones producto de la disfunción de la vesícula es mucho más común de lo que podemos pensar, sobre todo en nuestra sociedad moderna. Es por ello que hay que estar muy atentos y atender los síntomas de inmediato.
Cuando la vesícula biliar deja de funcionar correctamente se manifiestan en el organismo síntomas como el no dormir bien, digestión lenta y otros trastornos asociados al sistema digestivo. Sin embargo estos son síntomas que pueden pasar desapercibidos: una digestión lenta puede pasar por alto ya que comimos algo muy pesado, o tenemos días con el estómago mal. Lo que no sabemos es que la vesícula da otros síntomas, en el sistema músculo-esquelético.
Es difícil disociar los síntomas y reflejos dolorosos propios de la vesicular biliar y los desequilibrios que provoca en el elemento siguiente, el elemento fuego, al cual pertenecen el sistema cardiocirculatorio y el intestino delgado: palpitaciones, descompensación en la tensión arterial, ansiedad… Pero podemos mencionar la irritación de la 4ª a la 7ª vértebras dorsales, sobre todo la 4ª. Las disfunciones hepático-biliares provocan una rigidez en esa zona que provoca secundariamente hipermovilidad cervical media y baja y acaban produciendo cervicalgias fundamentalmente al lado derecho.
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