Tengo 58 años un poco de sobrepeso mido 164 cm. partir de la explosión de san Juanico en el año 84 resultan dome ataques de asma que fui tratado a tiempo con buenos resultado a mis 42 años fui operado de la apéndice sufro de calambres y últimamente tengo problemas de erección eréctil.
mi últimos trabajos fue de mesero y barman recibiendo desveladas y exceso de trabajo no ingiero bebidas alcohólicas no fumo no tengo actividades físicas hace algunos años empecé asentir dolor en la espalda baja, lado derecho que dependiendo la postura o la actividad realizada al momento de enderezarme como si me quedara trabado y tengo que levantarme poco a poco asta que pasa el dolor últimamente me a dado mas seguido y durado mas tiempo el dolor todo el día lo traigo lentamente pegado y en cualquier movimiento que haga me da el el dolor. a veces estoy agachado sentado parado acostado y no puedo levantarme lo tengo que hacer con mucho esfuerzo aguantando el dolor a veces para amortiguar el dolor cuento asta 10 pensando siempre positivo que me recomiendan para este dolor que a veces no se tolera.
El síndrome de la cola de caballo es una entidad clínica en la cual se presenta una compresión de los nervios que tienen su origen a nivel de la cauda equina, por lo que los síntomas van a incluir desde dolor lumbar hasta limitaciones en el movimiento de las extremidades inferiores a causa de la pérdida de sensibilidad y del movimiento, es decir debido a la aparición de una paresia o parálisis por debajo del nivel de la lesión. Esta patología aunque se presenta con manifestaciones clínicas precisas, puede ser confundida con otras lesiones nerviosas por lo que aprender su diferenciación será de mucha ayuda en el diagnóstico.
El síndrome de la cola de caballo al ser una patología en la que se comprimen los nervios que se localizan entre la región lumbar y el sacro de la columna vertebral, se manifiesta con síntomas por debajo de la lesión, por lo que entre sus características clínicas se incluyen:
Para su tratamiento se deben usar analgésicos según sea necesario para aliviar el dolor. Si los síntomas no se alivian con analgésicos no opiáceos, los corticosteroides se pueden dar por vía sistémica o como una inyección epidural; sin embargo, la analgesia tiende a ser leve y transitoria. Los corticosteroides también pueden reducir el edema.
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