Hola, hace unos 5 meses empecé con molestias al correr en la porción inferior de los isquiotibiales, más en la cara externa que en la interna. Hice algo de reposo y fui a un fisio que me dijo que era una contractura y que podía volver a correr sin problema. Tras varios intentos fallidos las molestias no se iban y he acudido a varios fisios que me han dado ondas de choque, indiba, neuromodulacion.... Prácticamente sigo igual y mi principal preocupación ahora mismo es que al estar sentado noto molestias continuas en dicha porción externa del isquiotibial. También noto mucha tensión al hacer ejercicios tipo
Sentadilla o peso muerto rumano. Ahora estoy haciendo una readaptación fortaleciendo la zona pero sigo sin notar resultados.
Me gustaría saber bien cuál es el diagnóstico de mi patología, me han dicho que serán pequeñas micro roturas que han formado fibrosis y arrastran algún paquete vasculo nervioso por las adherencias.
Estoy preocupado porque ya son varios meses y sigo sin ver resultados a pesar de haberme hecho varias técnicas de fisioterapia. Quería saber también si el problema se puede corregir quirúrgicamente? He leído sobre los isquiotibiales cortos, pero creo que no es mi caso porque si que llegó a tocar el suelo de pie
Muchas gracias
La sintomatología que refieres parece estar asociada a una tendinopatía del bíceps femoral, desde nuestra visión Fiit Concept - Fisioterapia integrativa la tendinitis en el bíceps femoral puede producirse por factores de origen visceral: disfunción del intestino delgado y disfunción del riñón. La alteración en el funcionamiento de estos órganos pueden ser originados por estrés, factores nutricionales (alimentos acidificantes, grasas saturadas, carnes rojas, café, gaseosas o cacao) y emocionales (situaciones de enfrentamiento, rabias guardadas, ansiedad y la preocupación).
De ser este caso, el tratamiento irá enfocado no sólo a restablecer la biomecánica en la pelvis, sino que al mismo tiempo se buscar normalizar el funcionamiento de estos órganos que estén dando reflejos a la zona lumbar y pélvica, para ello serán necesarios modificaciones alimentarias, plantas medicinales, medidas de gestión de estrés y osteopatía visceral.
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