El Running es una practica muy habitual en nuestra sociedad: la crisis económica ha producido un notable descenso de los socios/abonados en gimnasios o instituciones privadas, que se han decantado por esta práctica, en principio más económica y con horarios más "variables". Otras características, como poder ejercitarlo en pareja o en familia, la constante superación o el aumento de grupos de iniciación para preparar diferentes distancias o cursas populares lo hacen uno de los deportes más practicados en todos los sectores de edad de nuestro país.
Como todos los deportes, los inicios nunca son sencillos y más aún si aparecen las temidas y fastidiosas lesiones; una de las lesiones más comunes y a la vez complicadas en esta práctica deportiva, es la periostitis tibial.
El periostio es la capa más externa del hueso, formada de tejido fibrovascular que envuelve todas los huesos para sostener los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas que le nutren y le dan sensibilidad. Una de sus funciones básicas es fijar los tendones y ligamentos en él tejido óseo ( en el caso de la tibia, el soleo, gemelo, flexor de los dedos, tibiales anterior y posterior)
Sin embargo esta capa se puede inflamar, apareciendo la tan temida periostitis tibial (1).
Su mecanismo de producción suelen ser tracciones repetidas sobre esta capa provocada por la musculatura que se inserta en esta zona o también micro traumatismos de repetición por impacto cuando realizamos la zancada, es por este motivo por lo que es más frecuente en corredores de medio y gran fondo.
En función de la localización, destacamos dos tipos:
- Borde tibial antero-interno: Desde del maléolo interno al 1/3 medio de la tibia; dónde se insertan tibial posterior, flexor común de los dedos y soleo.
- Borde tibial antero-externo: Entre maléolos y 1/3 medio de la cresta tibial; dónde se inserta el tibial anterior (músculo vital en la zancada), siendo esta la más frecuente.
Las causas (2) las podemos diferenciar en personas noveles o principiantes y en personas ya entrenadas:
- En personas ya entrenadas o habituales del Running:
- Acostumbra a aparecer en deportistas que inician la preparación física de manera brusca, agresiva y no progresiva después de un periodo de vacaciones (pre-temporada).
- Por el acortamiento valorable (falta de estiramientos o morfología) del tríceps sural (soleo y gemelos).
- En personas principiantes:
- Por falta de flexibilidad de la musculatura flexora plantar (gemelos y soleo), lo que provoca una sobrecarga del tibial anterior.
- Falta de costumbre al microtraumatismo.
- Otras causas:
- Sobrecarga de entrenamiento en terreno excesivamente duro (asfalto), con mucho kilometraje o con mucho desnivel (tanto subidas como bajadas).
- Por desalineación anatómica de la articulación tibioperoneoastragalina sobretodo en pie pronador (en supinación no tanto).
- Uso de calzado inadecuado o en malas condiciones : calzado que no se adapta a nuestra pisada, técnica, morfología o deporte. Recordamos que hay cuatro grandes tipos de calzado: pronador, supinador, neutro (plantillas) o volador (menos de 70 kg).
Los síntomas de una periostitis son claros e inequívocos: dolor agudo, la mayoría de pacientes lo definen como "fuego", mecánico, que aparece al inicio de la práctica deportiva, desaparece después de calentar y vuelve a aparecer al final de la sesión.
Suele ceder con reposo para volver a aparecer al reiniciar la actividad. En los casos más severos aparece al poco tiempo de iniciar la actividad y ya no desaparece (duele incluso al andar o en reposo).
Dependiendo del tiempo de duración de la patología en el deportista, o en el momento que el fisioterapeuta la abarque, la podemos dividir en aguda o en subaguda/inicial:
- Reposo absoluto (2 semanas mínimo).
- Electroterapia antiálgica (Microondas, Ultrasonido, TENS): tratamiento muy corto (2-3 minutos), muy alta intensidad y pulsátiles.
- Electroterapia antiinflamatoria (Magnetoterápia): tratamiento de más larga duración (25-30 minutos).
- Vendaje funcional o kinesiotapping.
- Criomasaje puntual.
- Reposo activo (suave y progresivo).
- Masaje (tríceps sural y fáscias).
- Electroterapia antiálgica (Microondas, Ultrasonido, TENS): tratamiento muy corto (2-3 minutos), muy alta intensidad y pulsátiles.
- Electroterapia antiinflamatoria (Magnetoterápia): tratamiento de más larga duración (25-30 minutos).
- Vendaje funcional o kinesiotapping.
- Criomasaje puntual.
- Fibrólisis diácutanea (ganchos).
Cuando esté 100% recuperada, se ha de suprimir las causas que la han provocado; cambiar calzado, descargarse cada 4-6 semanas, calentar bien al inicio de la actividad y estirar después toda la musculatura y no sólo los músculos grandes.
Como todas las lesiones que nos apartan un tiempo de realizar una actividad que nos gusta y nos realiza, es de recuperación sencilla pero larga: se ha de visitar y hacer recuperación con fisioterapeutas o traumatólogos especializados o titulados, porque de lo contrario volverá a aparecer.
Entre el profesional y el paciente, se ha de realizar una buena interacción, implicarle a nivel psicológico de lo que pasa, de lo que se tiene de hacer y de darle responsabilidades en el proceso de tratamiento, pues esta lesión es muy frustrante, pues sus síntomas solo aparecen en la práctica del deporte y en muchos casos el paciente se encontrará recuperado, con ganas de volver a correr y lo verá imposible al inicio del entrenamiento.
A continuación comparto algunos consejos (3) que serán de gran ayuda para prevenir la periostitis tibial
- Es importante ser consciente del terreno sobre el cual desarrollamos nuestro entrenamiento, ya que el mismo influye en la posible producción de una periostitis tibial. Debemos recordar que si la superficie es demasiado dura, nuestra tibia absorberá todo el impacto, por lo que se vuelve más vulnerable a lesionarse.
- La intensidad del entrenamiento debe ser incrementada de manera progresiva, ya que de lo contrario puede contrario a lo que se desea, contraproducente para el deportista.
- El deportista debe tener un calzado adecuado para el deporte que realiza, la superficie sobre la cual se desempeña, que amortigüe el impacto y que cumpla con las necesidades propias del sujeto.
- Los masajes nos permiten liberar la tensión de las estructuras que participan durante el desarrollo de la práctica deportiva, por lo que realizar uno después del entrenamiento, puede resultar sumamente beneficioso.
- Los estiramientos antes y después de la práctica deportiva son de gran importancia para prevenir no solo la periostitis tibial, sino innumerables lesiones musculoesqueléticas.
Os dejo para finalizar con un vídeo de fisioterapia-online.
En este vídeo se explicará de manera detallada en que consiste la periostitis tibial, sus causas y el tratamiento adecuado.
La periostitis como vimos es la inflamación de la capa mas externa del hueso (periostio) y suele producirse debido fuerzas de tracción constantes sobre esta capa o micro traumatismos por impacto.
Es una patología que puede dar a personas que han realizado ejercicio por años o a principiantes en el deporte, gracias a factores como: falta de calentamiento, falta de flexibilidad en la musculatura, ejercicios no progresivos o muy agresivos, calzado inadecuado, entre otras. Como podemos ver, estos factores le pueden ocurrir a cualquiera persona si no se tiene el debido cuidado.
Por suerte, es una patología que puede ser tratada con un tratamiento conservador (fisioterapia). El tratamiento a seguir dependerá del tiempo que lleve la lesión, pero es muy probable que se recupere al 100% con constancia y trabajo mutuo entre el paciente el fisioterapeuta.
Por último, no olvides seguir los consejos expuestos anteriormente para prevenir esta patología.
- https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1016/j.pmrj.2017.06.020
- https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S003058981630061X?via%3Dihub
- https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD001256.pub2/full?highlightAbstract=tibial%7Cperiostitis%7Cperiost