La espiración es una parte de la fase ventilatoria de la respiración, consiste en la expulsión del aire rico en dióxido de carbono con el fin de dejar espacio en el organismo para la inspiración, para el llenado de los pulmones con aire rico en oxígeno. La expulsión del aire implica también la expulsión de las sustancias de desecho, lo que es imprescindible para la vida.
La espiración se relaciona con la muerte, a menudo se habla de la de la muerte como el último suspiro de la vida o decimos que una persona expiró, términos que relacionan la muerte con la espiración, el proceso de respiración puede verse influenciado por las emociones pudiendo verse aumentado o disminuido dependiendo de si la persona se encuentra enfadada o relajada.
La consciencia de la respiración
Para la realización de cualquier ejercicio respiratorio es interesante realizar antes un ejercicio de toma de consciencia de la respiración, puede ser un ejercicio sencillo consistente en tumbarnos boca arriba, colocar las manos sobre el pecho y el abdomen y concentrarnos en la respiración que estamos realizando, las zonas del tronco qué más se hinchan, a las que más aire llega y a las que menos. Una vez que hemos hecho esto, intentaremos dirigir la respiración.
Liberar la respiración
La respiración debe ser libre, salir de manera natural e inconsciente, no debemos estar pensando continuamente en ella, no debe ser forzada, muchas veces la persona piensa que una respiración correcta es una respiración muy marcada, generalmente diafragmática, que no es natural, que tiene que pensar continuamente en ella y que puede incluso crearle hiperventilación con la correspondiente "borrachera" de oxígeno.
La respiración debe ser confortable para la persona, natural, si bien es cierto que se pueden realizar ejercicios que nos pueden ayudar a mejorar la mecánica ventilatoria y hacerla más eficiente.