En este vídeo el autor da una explicación de cómo el estrés repercute según los conceptos de la medicina oriental en nuestros órganos y vísceras y éstos una vez alterados acaban repercutiendo sobre diferentes zonas de la espalda. En función de cada órgano alterado habrá una zona de la espalda que puede manifestar dolor, inflamación, contractura, incluso hernia discal.
Se ofrece por tanto un tratamiento para que algunas de estas alteraciones viscerales provocadas por el estrés y junto con una serie de alimentos que van a equilibrar el organismo y alcanzar la salud sin utilizar medicamentos que lo que hacen es enmascarar los síntomas.
Vínculos entre las emociones y los órganos
Cada grupo de órganos tiene una emoción vinculada. En primer lugar, el estrés y la cólera repercuten sobre el hígado y la vesícula biliar (síntomas: digestiones lentas, problemas en la piel, dolor en el hombro derecho, cervicalgia derecha); el estómago (síntomas: ardor, dorsalgias y cervicalgia izquierda), bazo y páncreas funcionan como amortiguador intentando que el efecto sea menor sobre el intestino delgado (síntomas: diarrea, estreñimiento) y el sistema cardio-circulatorio; si el problema de estrés permanece en el tiempo, lo hará sobre el riñón (síntomas: lumbociática izquierda) y la vejiga.
Nutrición para el dolor de espalda
Con una correcta alimentación, ayudarás a que estos órganos dejen de reflejar dolor en la espalda. Debes eliminar el consumo de los siguientes alimentos ya que perjudican al hígado, al estómago, al bazo-páncreas, al intestino delgado, al riñón y a la vejiga: café, chocolate, naranjas, lácteos, carnes rojas, fritos, alcohol, harinas refinadas, dulces y el exceso de sal, espárragos, lechuga, acelga y tomate.