Este es un ejercicio muy sencillo si no tienes ninguna lesión ni has estado inmovilizado durante 4 o 5 semanas y sin embargo se puede convertir en todo un reto a superar si has tenido una fractura y hace 4-5 semanas que no apoyas el pie en el suelo. Tanto es así que no podrás (ni será recomendable que lo intentes) realizar este ejercicio al inicio del tratamiento de rehabilitación de fracturas del pie o tobillo.
¿Cómo se realiza el ejercicio?
Se trata sencillamente de alternar entre la carga de peso en la parte externa e interna del pie ( con su consiguiente movilidad y estabilidad lateral del pie y tobillo) y entre la parte anterior y posterior del pie (estimulando especialmente la flexión dorsal al pisar en el talón, pero especialmente la capacidad de cargar peso en la puntera.
¿Cuales son sus beneficios en la recuperación?
Sin ser la panacea de los ejercicios ni tener mayor misterio, sus virtudes son:
- Desarrollo de la movilidad del tobillo en todos sus ejes y rangos de movimiento.
- Estimulación de la fuerza muscular y respuesta propioceptiva.
- Ganancia de fuerza muscular en el pie, tobillo y pierna.