Estrés, mala alimentación, falta de ejercicio = Alteración del hígado = Dolor de cabeza y dolores musculares = Fármacos analgésicos y antiinflamatorios = Más alteración del hígado.
En el cuerpo, los círculos viciosos nos llevan a la enfermedad pero sobre todo a mucho sufrimiento.
Saber cómo cortar estos de raíz es la clave para superarlos.
Está demostrado que el uso prolongado de ciertos medicamentos, fundamentalmente los analgésicos y los anti-inflamatorios, puede provocar cefaleas y migrañas. De hecho, uno de los recursos protocolizados que se usa para tratar ciertos tipos de cefaleas es la eliminación de los mismos fármacos analgésicos que se han prescrito con anterioridad para esa misma cefalea, por lo tanto, lo realmente importante es intentar buscar las causas de ese dolor de cabeza e intentar suprimirlas.. esos focos causales que a menudo están muy relacionados con la alimentación, el estrés emocional, los tóxicos ingeridos, la falta de descanso y el exceso de sedentarismo o carencia de ejercicio físico moderado.
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