Tengo una leve rectificación cervical que me ha producido mucho estrés y ansiedad, rigidez en el cuello y la parte alta de la espalda y me incapacita, ya me han hecho fisioterapia y mejora. Pero creo que con el estrés y las malas posturas me vuelven las contracturas y me tráquea mucho el cuello he estado tomando magnesio y me ha mejorado un poco, pero me gustaría que se me quitara de raíz.
Me gustaría saber si puede, que necesite un psicólogo porque me da ataques de ansiedad por lo mismo, o tomar otro tipo de medicamentos para que se me quite este problema, si sirven los correctores de postura, me gustaría aprender técnicas para salir de este problema que me ha acarreado muchos problemas en la vida y cuando peleo o discuto se me pone muy tenso el cuello.
También he tenido problemas a causa de eso, he empezado a sudar mucho y tener problemas de resequedad en las manos y pies problemas para dormir.
Si bien es cierto que las malas posturas y el desbalance muscular son factores mecánicos y físicos que conllevan a una rectificación cervical, no se tratan de los únicos factores causales de esta molestia, ya que una disfunción visceral en el hígado, la vesícula biliar y en el sistema nervioso pueden conllevar al aumento del tono de los músculos cervicales alterando la curva natural de la columna cervical.
La aparición de una disfunción en estos órganos está relacionado estrechamente con el estrés, la ansiedad y el mal manejo de emociones como la ira, la cólera, la crispación, los enfados, la amargura y los disgustos. Además, una dieta muy proteínica influye de manera negativa e intoxica al sistema nervioso, así como el consumo excesivo de alimentos excitantes como: café, chocolate, cacao, lácteos, naranja y más aún los alimentos procesados.
En caso de rectificación cervical es importante aliviar los síntomas al promover la movilidad de la columna cervical y dorsal mediante ejercicio terapéutico, así como también resulta importante tratar desde la fisioterapia integrativa la causa que conllevó a la pérdida de la curvatura del cuello, para lograrlo es importante tratar la disfunción en hígado y vesícula biliar mediante la osteopatía visceral, manipulación vertebral, el uso de plantas medicinales, y gestión del estrés (estar consciente de las situaciones de estrés, programación del sueño, evitando interrumpir la rutina cotidiana como los horarios de comida u horas de descanso, e involucrando ejercicios físicos aeróbicos que fomenta la relajación).
Dado que el hígado y la vesícula biliar pueden verse alterados por la alimentación, también resulta importante un asesoramiento nutricional que involucre la eliminación o reducción de alimentos excitantes que generen irritación o estrés en el sistema nervioso y la función hepatobiliar. Con estas medidas es posible reducir y eliminar el dolor y la tensión muscular en esta afección.
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