Hace tres años que tengo trocanteritis en la pierna derecha, especialmente los días de la ovulación. No me ocurre con la misma intensidad todos los meses. Es un dolor nervioso, que irradia hasta la planta del pie, me afecta tobillo, parte posterior de la rodilla y todo el muslo. Durante esos días estoy muy nerviosa. Llevo tres años en terapia psicológica para ver de dónde puede venir el problema porque ya me han dicho varias veces que es emocional, pero no entiendo qué es lo que estoy haciendo mal para que me duela. No me planteo tener hijos, estoy pendiente de recibir una beca postdoctoral y quiero poner todos los esfuerzos en mi carrera académica. Me alimento de forma sana, voy a yoga y a natación dos veces a la semana, pero el dolor sigue ocurriendo y cuando llega es difícil seguir con mi vida normal. Ya no sé qué hacer, he recibido tratamiento fiosioterapéutico durante tres años pero no ha solucionado el problema en absoluto. Muchas gracias.
El dolor menstrual, tema que sólo en las últimas décadas ha merecido atención sanitaria, afecta a un 50% de las mujeres en edad fértil y casi al 90% de las adolescentes, siendo en muchas de ellas severo e incapacitante. La ciencia no ha logrado encontrar ninguna causa orgánica que explique su presencia, y son pocos los estudios que existen al respecto.
La testosterona es un esteroide del grupo andrógeno, que tiene un rol anti-nociceptivo (de protección frente al dolor), y cuya concentración aumenta, tanto en hombres como en mujeres, tras la realización de actividad física. En esta línea, se ha podido comprobar que los ejercicios tanto aeróbicos como isométricos tienen efectos en la reducción de la sensibilidad al dolor.
Por ello, uno de los objetivos del citado estudio de investigación, fue cuantificar específicamente el efecto de la actividad física realizada en cada una de las 3 fases del ciclo seleccionadas (ovulación, premenstrual y menstrual) en todas las mediciones de los mecanismos de dolor realizadas en las voluntarias. Con estos fines se evaluó, mediante un registro diario, el número de horas y la intensidad de la actividad física realizada por cada participante en cada fase del ciclo estudiada.
Si bien la práctica de ejercicio físico durante la menstruación está disminuida, la práctica regular de actividad física moderada en las restantes fases del ciclo es capaz de mejorar la capacidad modulatoria global del organismo frente al dolor. Por tanto podría ayudar al alivio del dolor menstrual en las mujeres que lo padecen.
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