Creo que tengo una disfunción de la vesícula biliar, tengo todos los síntomas ¿Qué hago?

La vesícula se ve perjudicada por las emociones tales como la ira y la crispación, pero con un matiz: tiene la tendencia a producirse en personas que les cuesta exteriorizar su enfado, acumulándolo, provocando ira contenida. También suelen ser personas perfeccionistas, que se estresan por pequeñeces de la vida, con tendencia a criticar incluso comportamientos intranscendentes de las personas que les rodean.

Es difícil disociar los síntomas y reflejos dolorosos propios de la vesicular biliar y los desequilibrios que provoca en el elemento siguiente, el elemento fuego, al cual pertenecen el sistema cardiocirculatorio y el intestino delgado: palpitaciones, descompensación en la tensión arterial, ansiedad… Pero podemos mencionar la irritación de la 4ª a la 7ª vértebras dorsales, sobre todo la 4ª. Las disfunciones hepático-biliares provocan una rigidez en esa zona que provoca secundariamente hipermovilidad cervical media y baja y acaban produciendo cervicalgias fundamentalmente al lado derecho.

El tratamiento de las alteraciones del sistema músculo-esquelético por el mal funcionamiento de la vesícula biliar debe de centrarse en la vuelta a la normalidad de la función de la vesícula, más allá de las alteraciones músculo-esqueléticas como tal (debido a que el tratar sólo el sistema músculo-esquelético es tratar netamente síntomas y no la causa). Un tratamiento muy eficaz es el de la limpieza hepático-biliar.

La vesícula es un órgano que se encarga de almacenar la bilis sobrante (una sustancia que ayuda a degradar las grasas durante la digestión). Síntomas como las náuseas por olores fuertes, digestiones lentas, procesos nasales, hipersensibilidad olfativa, entre otros, nos indican de un problema de la vesícula biliar. Algunas repercusiones asociadas al mal funcionamiento de la vesícula biliar son cefaleas (hacia el lado izquierdo), mareos, epicondilitis y vértigo.Un tratamiento muy efectivo es la limpieza hepático-biliar.