Como fisioterapeuta, he vivido desde los inicios de mi carrera, la presión de los pacientes que acuden a mi, con la demanda y la esperanza de que les cure de sus dolores o problemas físicos.
Por suerte, el aprendizaje hecho en mi camino, me ha permitido separarme de esa idea falsa de que soy yo quien les tiene que curar…. bufff qué presión!!
No quiero ni pensar cómo pueden sufrir los médicos que reciben esta misma exigencia, pero de forma mucho más intensa.
No me extraña que algunos terminen separándose y alejándose de los pacientes de su dolor, de su demanda y de todo, para defenderse de toda esa presión y miedo al fracaso.
Aaaahh!! Pero el fisio no me soluciona los dolores?
Pues no… lo siento, pero no. El fisio te ayuda, te impulsa, te aconseja y te estimula, te enseña, te guía y se convierte en un espejo para tu cuerpo, pero no, no te cura.
Está claro que es mucho más cómodo ir donde un profesional con esa expectativa, pero también es mucho más irresponsable, y suele dar lugar a una actitud con respecto al tratamiento en la que uno no tiene nada que hacer ni aportar…. Craso error!!
Y es que seguramente en muchos casos serán una serie de cambios en tus hábitos de vida, ejercicios, actividad física regular, modificaciones dietéticas y otros aprendizajes que te ayuden a entender por que te tensas, te estresas, te irritas o vives con prisa.
Todo esto, no lo dudes, está en tu mano y solamente en tu mano. El fisio puede hacer todo lo dicho antes, mejor o peor, pero no puede irse contigo para hacer todas esas cosas por tí.
Y entonces… cómo me curo?
Tu cuerpo está formado por unos 80 billones de células puestas de acuerdo para que estés lo mejor posible y está siempre intentándolo, aunque le pongas todas las dificultades.
Esta es una concepción que confía en la naturaleza, en tu naturaleza y en su capacidad y determinación auto-reguladora y auto-curativa.
Así que, en cuanto le des una ayuda, tanto con ejercicio, descanso, dieta limpia y escasa o la sesión de un buen fisio, el cuerpo tendrá sus recursos más libres para hacer ese tozudo, y constante trabajo de vuelta al equilibrio.
Y por qué es esto importante?
No es solo importante, sino fundamental.
La relación paciente-profesional de la salud está totalmente deformada por una medicina cuya filosofía relega al paciente, su cuerpo y su capacidad autocurativa a un segundo plano.
Esto es peligrosísimo, ya que está creando una tendencia hacia la irresponsabilidad sobre la propia salud, a la búsqueda del camino fácil de la pastilla, al sentimiento de desvalimiento y dependencia. Todas estas cosas hacen cada vez más dificil que las personas entiendan, asuman y sean capaces de aplicar, que ellos son los principales protagonistas de su salud.
Un fisio puede ayudarte mucho, masajeando y relajando tus músculos, movilizando tus articulaciones, estirándote y ampliando tu capacidad y amplitud de movimientos, puede ayudarte a desbloquear tu respiración y darte una mayor consciencia corporal, desbloquear y movilizar tus vértebras y todo ello buscando un mayor equilibrio.
Un fisio tiene muchas otras técnicas y métodos, que aplicará para intentar que mejores y te sientas bien, pero no, NO TE CURA.