El sistema inmunológico tiene como función principal reconocer lo propio o no propio. Esto es importante para proteger al organismo de invasores patógenos y para eliminar células propias modificadas o alteradas. Los patógenos se pueden duplicar intracelularmente (virus, algunas bacterias y parásitos) o extracelularmente (casi todas las bacterias, hongos y parásitos).
El sistema inmune se divide en el sistema innato y en el sistema adaptativo.
- Sistema innato: Este es la primera línea de defensa contra organismos invasores.
- Sistema adaptativo: Es la segunda línea de defensa y genera protección contra re-exposiciones al mismo organismo.
Cuando se realiza cualquier actividad física es con la finalidad de mantener buena salud, un mejor estado físico y lograr mantener un adecuado funcionamiento de los órganos y funciones corporales. La duración, intensidad y frecuencia con la que se realice la actividad física va a influir en la respuesta de adaptación del sistema neuroendocrino, músculoesqueléticos, cardiovascular e inmunológico.
Efectos del ejercicio sobre los sistemas corporales
Las actividades físicas proveen múltiples beneficios para mejorar las disfunciones, así como también evitar la aparición de enfermedades y sobre todo cuando estas son consecuencia de la respuesta del sistema inmunológico ante el ejercicio físico.
Cuando una persona realiza ejercicio o alguna actividad física son muchos los cambios y alteraciones que ocurren en el organismo. Comenzaremos explicando los sistemas y mecanismos involucrados con el ejercicio físico:
- Sistema Cardiovascular: Al realizar alguna actividad física el sistema cardiovascular se va a encargar de aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y las demandas miocárdicas de oxígeno.
- Sistema Musculoesquelético: Ejecuta las órdenes que le indica el sistema nervioso central (SNC).
- Sistema Endocrino: Este sistema se encarga de liberar por la sangre distintas hormonas relacionadas al estrés, como: catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), hormona del crecimiento (GH) y ACTH y cortisol (las cuales provocan la disminución de la concentración de insulina). El sistema endocrino también va a equilibrar el anabolismo y catabolismo (intervienen en la adaptación fisiológica del ejercicio).
- Mecanismos Neuroendocrinológicas: La adrenalina (epinefrina), noradrenalina (norepinefrina), hormona del crecimiento y el cortisol aumentan durante la actividad física y regresan a sus valores originales luego del ejercicio. También hacen efectos sobre los linfocitos y neutrófilos durante el proceso de recuperación.
- Sistema neuroendocrino: La activación de este sistema va acelerar los reflejos motores, incrementar la atención, la función cognitiva y disminuye el apetito.
Efectos del ejercicio sobre el sistema inmunológico
El ejercicio físico activa el sistema inmune. Por eso las personas que suelen entrenar con regularidad sufren menos enfermedades en comparación a las que no realizan ejercicio (sedentarismo).
Siempre se ha creído que practicar alguna actividad física (ejercicio o deporte) genera un efecto protector contra las enfermedades. Esto casi siempre es correcto, pero también va a depender de:
- El tipo de actividad física
- Dieta.
- Condiciones físicas.
- Condiciones psicológicas.
Es complejo cómo influye el ejercicio físico (deporte) en las funciones y características del sistema inmunológico y también es importante tomar en cuenta la frecuencia, la intensidad, la repetición con la que se realiza la actividad física, entre otros factores.
Cuando el cuerpo es sometido a entrenamientos intensos se puede experimentar un bajón inmunológico, debido al estrés al que se somete el cuerpo, en muchas ocasiones esto está relacionado con el sobreentrenamiento, ya que a veces le exigimos mucho al cuerpo y no recibe suficiente tiempo para descansar.
Condiciones para que el ejercicio influencie positivamente nuestro sistema inmunológico
Si el ejercicio físico es intenso, moderado y de larga duración va a producir inmunodepresión al finalizar la actividad y aumenta las posibilidades de sufrir una infección. Esto ocurre debido a que las células inmunes migran hacia el músculo dañado, dejando débiles otras zonas. Pero las personas que realizan ejercicio físico durante aproximadamente 30 minutos, aunque sea de alta intensidad, no afectará negativamente el sistema inmunológico.
Entonces el ejercicio físico moderado va a reducir el riesgo de sufrir infecciones en personas que habitualmente practiquen ejercicio en comparación a las personas sedentarias. Por lo que realizar ejercicio resulta beneficioso (sin importar la edad). El problema real aparece cuando las actividades o entrenamientos que se realicen sean de manera excesiva y terminen por afectar el sistema inmunológico.
¿Qué efectos produce la intensidad del ejercicio sobre el sistema inmunológico?
Ya sabemos que el sistema inmunológico va a verse debilitado o no dependiendo del tipo de entrenamiento que la persona realice, aquí vamos a mencionar cómo interfieren los tipos de entrenamiento en el sistema inmunológico:
- Ejercicio agudo: Es cuando ocurren alteraciones en las funciones de forma instantánea después de realizar una sesión de ejercicio. Este tipo de ejercicio genera en el sistema inmunológico una serie de cambios en la segregación de leucocitos que son producto de la liberación de adrenalina, así como también en el incremento de las células encargas de la destrucción de células infectadas (NK).
- Ejercicio moderado: Es el tipo de ejercicio que se realiza 3 días a la semana por 25 – 30 minutos con intensidad de 65-80%. Los efectos sobre el sistema inmunológico es liberación de cortisol debido al ejercicio, estimula la liberación de glóbulos blancos en la médula ósea, disminución en la proporción de células auxiliares/supresoras, entre otras.
- Ejercicio intenso: Es el tipo de ejercicio en el cual las sesiones son repetidas y se dan por varios días o meses, produciendo cambios en la estructura o función. Los efectos sobre el sistema inmunológico son disminución en la proporción de células T y T auxiliares, retardo de leucocitos, disminución de fagocitosis, entre otras.
Ejercicio físico suave, moderado e intenso
El ejercicio físico en sus diferentes intensidades (suave, moderado e intenso) es capaz de brindarle numerosos beneficios a nuestra salud y bienestar tanto a nivel físico, mental e incluso, social. El ejercicio es capaz de adaptarse a las condiciones, capacidades y sobre todo, necesidades de cada individuo. Por tanto, es una opción ideal cuando queremos buscar una manera de liberar el estrés, ayudar a nuestra salud, mejorar nuestro estado de ánimo e incluso, ayuda a nuestro sistema inmunológico.
Debemos tomar en cuenta que en la actualidad, el estilo de vida de las personas que se ha centrado en un estilo de vida sedentario, acompañado de malos hábitos alimenticios, malos hábitos posturales, etc. ha hecho que exista un preocupante incremento de muchas enfermedades, por lo que el ejercicio físico puede ser el primer paso que des para una vida mejor.
Se ha conocido gracias a distintos estudios científicos que el ejercicio físico puede afectar al sistema inmunológico de dos maneras:
- Realizar ejercicio de alta intensidad incrementa la posibilidad de adquirir enfermedades o influir en que el sistema inmunológico no cumpla su función correctamente. Estos casos han sido evidenciado en deportistas de alto rendimiento, donde su mayoría son los que realizan deportes donde la intensidad del ejercicio es elevada y tienen pequeños periodos de reposo.
- Se está estudiando la razón de porque en ocasiones el sistema inmunológico se suprime de forma parcial luego de realizar ejercicio físico de alta intensidad a diferentes temperaturas ambientales.
Factores que influyen sobre las defensas de nuestro cuerpo
Algunos de los factores que pueden influir en las defensas son:
Factores endógenos
Los factores endógenos son:
- Resistencia genética: Algunas personas tienen mayor predisposición (innata) de sufrir enfermedades. El motivo es genético.
- Asimilación individual del estrés: Va a depender de los esfuerzos cotidianos que presente la persona.
- Edad: A medida que la edad avanza las defensas disminuyen, haciendo a las personas más vulnerables a enfermedades.
Factores exógenos
Los factores exógenos son:
- Alimentación: Una alimentación baja en nutrientes, vitaminas o poco variada va a influir en sufrir cualquier enfermedad.
- Cargas sociales: Problemas en casa, trabajo o el entorno social.
- Esfuerzos psíquicos: Cuando hay presencia de miedos, depresiones o episodios traumáticos.
- Presión del entorno: Nos referimos a niveles excesivos de polvo, ozono, ruido o contaminación. Estos reducen la capacidad del cuerpo defenderse.
- Esfuerzos físicos: Está relacionado a las excesivas prácticas deportivas, donde el cuerpo es llevado al límite produciendo debilidad del sistema inmunológico. Destacando las infecciones respiratorias, tracto urogenital o del sistema digestivo.
Síntomas presentes en las bajadas de defensas
El principal síntoma es cuando el individuo comienza a presentar frecuentemente infecciones sobretodo respiratorio, pero también puede presentar:
- Cansancio habitual.
- Heridas que tardan en cicatrizar.
- Dolores musculares generalizados.
- Lesiones frecuentes.
- Taquicardias.
- Aumento de la frecuencia en reposo.
- Aumento o disminución repentina de la presión arterial.
Algunos de los beneficios que genera realizar ejercicio de manera correcta (es decir sin sobre entrenamientos) son:
- Ayuda a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias. Evitando resfriados o gripe.
- Provoca cambios en los anticuerpos y leucocitos. Los leucocitos son las células del sistema inmunitario que se encargan de combatir las enfermedades por medio de los anticuerpos, proteínas que neutralizan las bacterias y agentes externos. Estos circulan rápidamente con la práctica del ejercicio físico por lo que detecta con mayor velocidad las enfermedades.
- Eleva la temperatura corporal durante e inmediatamente después del entrenamiento lo que impide el crecimiento de bacterias.
- Disminuye la producción de las hormonas del estrés como lo es el cortisol y la epinefrina. El estrés puede generar un mayor incremento de sufrir alguna infección.
Factores que ayudan a mejorar la inmunidad del deportista
Además, tenemos que la inmunidad de nuestro cuerpo funcionamejor teniendo en cuenta:
- La alimentación: Este es un factor que es determinante en la recuperación a los bajones de las defensas. Cuando la alimentación es inadecuada o insuficiente se produce una disminución de las defensas, por esa razón es conveniente mantener una dieta balanceada que cumpla con las necesidades de cada individuo.
- El descanso y sueño: Es necesario que las personas tengan sueños de calidad y en los que realmente puedan descansar.
El frío y cambios de temperatura: Se debe tener cuidado al momento de entrenar porque los distintos climas también puede afectar, por eso es recomendable abrigarse cuando hay presencia de frío, al igual que abrigarse inmediatamente al culminar la actividad física ya que se evita que aparezca el frío y este pueda proporcionarnos alguna infección.
Importancia de esta información para los fisioterapeutas
El sistema inmunológico es uno de los grandes beneficiados con la realización o práctica del ejercicio físico, ya que esto contribuye a construir defensas en nuestro organismo invasores así como la protección del mismo a ciertas exposiciones.
El ejercicio físico interviene en diversos factores como el sistema cardiovascular, musculoesquelético, neuroendocrino y endocrino así como en mecanismos neuroendocrinológicas lo que favorece a numerosas funciones beneficiosas para nuestra salud.
Es necesario que los fisioterapeutas conozcamos de qué manera incide el ejercicio físico sobre la salud y el bienestar del paciente y sobre todo, cuales son las características específicas en cada tipo de ejercicio y tipo de paciente para indicar la actividad física más adecuada. Para ello, es necesario que tengamos pleno conocimiento de ciertos aspectos como: salud psicológica, la dieta o hábitos alimenticios que mantiene el paciente, cuáles son sus condiciones físicas y cuáles son las actividades físicas que realiza habitualmente.
Todo esto con la finalidad de buscar cuales son las características más indicadas que debe poseer la actividad física que indiquemos a nuestro paciente y evitar que por el contrario, generemos un efecto no deseado o perjudicial sobre el paciente, evitar un sobreentrenamiento, una lesión musculoesquelética, etc.
Sobre todo es el ejercicio físico moderado es el que más beneficios ofrece al sistema inmunológico del paciente, potenciando o mejorando la calidad de vida de los paciente muy por encima de aquellas personas con un estilo de vida sedentario, siempre que se respeten los parámetros adecuados y no se abuse o se exceda durante su realización.
Es importante que los fisioterapeutas conozca los efectos que producen en el organismo las diferentes intensidades del sistema inmunológico. Por ejemplo: el ejercicio agudo produce un importante incremento de las células que se encargan de destruir células dañinas e infectadas.
La intensidad más adecuada es el ejercicio físico moderado, ya que estimula la producción de glóbulos blancos lo que contribuye a proteger el organismo. Mientras que el ejercicio de alta intensidad a pesar de tener beneficios en la salud del paciente, debe realizarse moderando las intensidades cada cierto tiempo para evitar los riesgos que pueda traer consigo.
El ejercicio es parte fundamental del protocolo de tratamiento de los fisioterapeutas, ya que el movimiento corporal humano es el mejor amigo de la rehabilitación física de cualquier paciente, por tanto, es fundamental que cada fisioterapeuta conozca detalladamente todos los parámetros y aspectos del ejercicio físico y su indicación. Ya que esto nos permite elaborar estrategias de tratamiento más efectivas y acertadas en el tratamiento de nuestros pacientes, todo esto acompañado de otros aspectos como la alimentación y el estilo de vida social del paciente, ya que son aspectos que van de la mano cuando se requiere alcanzar un rehabilitación completa y totalmente adecuada y beneficiosa.