Toda la vida nos han hablado acerca de las bondades, virtudes y beneficios de realizar ejercicio, actividad física y deporte; cosas que individualmente son distintas (a pesar de que se confunden con frecuencia o se les asocia entre ellos como sinónimos). Es cierto, el ejercicio debemos integrarlo a nuestro día a día para mantenernos saludables junto con una buena alimentación y el descanso. Pero hace poco me topé con una investigación científica bastante interesante que incluía a deportistas y la enfermedad coronaria.
Empecemos: ¿cuál es la diferencia entre la actividad física, el ejercicio físico y el deporte?
¿Por qué explicar en primer lugar la diferencia entre actividad física, el ejercicio físico y el deporte? Porque la mayoría piensa que son sinónimos, que deporte y actividad física es lo mismo y no. Veamos:
- Actividad física: es cualquier actividad que requiere de un gasto energético mayor al que tenemos cuando estamos acostados o dormidos. Es decir, podemos decir que las siguientes son actividades físicas: trabajar en una computadora, arreglar el jardín, lavar los platos después de comer, pasear al perro, limpiar la casa, jugar con tu hijo, etc.
- Ejercicio físico: es cualquier actividad física que ha sido planeada y estructurada con la finalidad de mantener o mejorar una cualidad física (entre las cualidades físicas podemos encontrar la resistencia, el equilibrio, el balance, la flexibilidad y la fuerza, por ejemplo). Entonces bajo este concepto el hacer pesas, trabajar en una plataforma inestable o realizar estiramientos son ejercicio físico.
- Deporte: es una actividad física especializada que involucra 2 cosas que las anteriores no mencionan: en primer lugar la competencia y en segundo lugar un reglamento (hacer deporte implica que en la actividad que realizo seré mejor o más rápido que otras personas y que hay una serie de normas que hay que seguir en la actividad). Bajo este concepto entonces el fútbol, el golf, el baloncesto, el hockey, el rugby,… Todos los que implican competencia son deportes.
Todos estos conceptos son importantes tenerlos claros, más adelante entenderás por qué.
¿Qué es la enfermedad coronaria?
Nuestro corazón envía sangre a todos los tejidos de nuestro cuerpo, sangre que contiene oxígeno para que nuestras células ejecuten las funciones que deben ejecutar. Pero, ¿qué el corazón no tiene células también? ¿Cómo estas reciben sangre si están ocupadas enviando sangre a todo el cuerpo? Pues justo después de la válvula aórtica existe un ensanchamiento de la arteria llamado seno aórtico. En él se encuentran 2 orificios, de donde parten las arterias coronarias. Las arterias coronarias son las arterias que se encargan de proveer sangre al corazón. Es decir, el primer órgano que recibe la sangre que bombea el corazón es él mismo… ¡Increíble!
¿Qué sucede frecuentemente con las arterias coronarias? Pues, se tapan. El suministro de oxígeno y nutrientes que requieren las células del corazón no es suficiente para que ejecuten sus funciones y comienzan a morir. Es cuando se produce la angina de pecho (si la interrupción del flujo sanguíneo es momentánea) o el infarto (si el flujo se reduce por completo y permanente). Las causas por las que se tapan las arterias son muy diversas, pero básicamente es por el acúmulo o depósito de sustancias que se encuentran en la sangre en las paredes de las arterias coronarias. Las sustancias se acumulan y endurecen al punto de obstruir por completo la luz del vaso.
¿La enfermedad coronaria no es producida por niveles altos de colesterol? ¿Qué tiene que ver con los deportistas?
Existen diversos factores de riesgo que hacen propensa a una persona a padecer de la enfermedad coronaria, entre ellos:
- La edad. En los hombres es más factible la enfermedad coronaria luego de los 45 años de edad y en las mujeres luego de los 55 años de edad.
- El género. Los hombres son más propensos a la enfermedad coronaria que las mujeres.
- Hipertensión arterial. Si la persona tiene la tensión arterial alta probablemente tiene mayor riesgo a padecer de una enfermedad coronaria.
- Tabaco. Si la persona es fumadora aumenta hasta un 50% el riesgo a padecer de una enfermedad coronaria.
- Colesterol elevado. Si la persona tiene niveles en sangre de colesterol muy altos es posible que tenga una enfermedad coronaria.
- Entre otros factores.
De los factores de riesgo quiero hacer énfasis en los niveles de colesterol. ¿Cómo se controla? Con dieta y ejercicio. Entonces, un deportista debería tener un bajo riesgo de padecer de una enfermedad coronaria, ¿no? Resulta que no. Y no es un tema nutricional, sino un tema de la actividad física que realizan.
Arterias calcificadas: una lesión parecida al espolón calcáneo, pero en las arterias
Al leer que un estudio comparó 2 poblaciones (leer el estudio), una de deportistas de élite y otra de personas que no realizaban deporte, y encontró que era mayor la incidencia de enfermedad coronaria en los deportistas de élite me quedé en shock. ¿Cómo es posible que una población que debería ser más saludable sufra de enfermedad coronaria? Al leer las conclusiones del estudio recordé una patología muy particular: el espolón calcáneo.
El espolón calcáneo es un crecimiento óseo que se produce luego de una prolongada inflamación en la inserción de la fascia plantar. Nuestro cuerpo entiende que el tejido de la fascia se inflama constantemente y busca la manera de hacerlo más resistente a las tensiones que tiene que soportar. Es así como comienzan a depositarse cristales de calcio, que con el tiempo se aprecia como un crecimiento óseo. Claro, para que esto suceda tiene que pasar bastante tiempo. ¿Cómo llevar esta analogía a los deportistas de élite?
Un deportista de élite requiere de esfuerzos, a veces sobrehumanos, para poder ganar en una competencia. Requiere que su corazón se contraiga con mucha fuerza y rápidamente para mantener el ritmo y así tener un buen rendimiento. La sangre choca fuertemente contra las paredes de la aorta en cada latido, y con esto en las paredes de las arterias coronarias. El choque tan fuerte hace que las paredes se desgasten. Ahora imagina ¿cuánto desgaste sufre la pared de una arteria en un un atleta que pasa casi toda su vida entrenando y compitiendo? Debe ser mucho desgaste, desgaste que nuestro cuerpo traduce en refuerzo de las paredes con calcio para que puedan aguantar tales circunstancias.
La enfermedad coronaria entonces no se produce solo cuando el colesterol se acumula en nuestras arterias, sino también cuando el calcio se acumula. A pesar de que los deportistas tenían niveles de calcio normales tenían enfermedad coronaria, lo que nos lleva a pensar que ha sido el sobreesfuerzo continuado lo que los ha llevado a esta situación.
¿Qué podemos pensar luego de comparar la enfermedad coronaria y el deporte? ¿Es el deporte malo para nosotros?
Con todo esto podríamos pensar “si haciendo deporte también me puedo enfermar, ¿entonces para qué esforzarme?” y esto no es lo que quiero transmitir con este post. Lo que quiero que entiendas es que los excesos y extremos siempre son malos. En el caso del ejercicio físico y el deporte, es necesario tener (como en todo lo demás) un límite.
Vigorexia. Una enfermedad muy bien vista.
La vigorexia es una palabra que proviene del inglés y se utiliza para referirnos a una enfermedad psicológica que, por desgracia, se ve muy bien por la sociedad. La vigorexia es la obsesión cada vez más fuerte y musculado.
¿Cuáles son las recomendaciones para hacer ejercicio y mantenernos saludables?
Podemos guiarnos de las recomendaciones que ha publicado la Organización Mundial de la Salud acerca de la actividad física para mantenernos saludables:
Recomendación de actividad física para jóvenes entre los 5 y 17 años
Las actividades para personas entre los 5 y 17 años de edad recomendadas deben constar de:
- Un mínimo de 60 minutos al día en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
- La actividad física debe ser aeróbica en lo posible.
Recomendación de actividad física para adultos entre los 18 y 64 años
Las actividades para personas entre los 18 y 64 años de edad recomendadas deben constar de:
- Un mínimo de 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o en su defecto 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa por semana (aunque se puede hacer una combinación de ambas, por ejemplo 75 minutos de actividad moderada y 37,5 minutos de actividad vigorosa por semana).
- Sesiones de ejercicios aeróbicos de un mínimo de 10 minutos de duración.
- Aumentar progresivamente hasta 300 minutos la práctica de actividad física moderada o hasta 150 minutos semanales de actividad física vigorosa (aunque también puede ser una combinación de ambas, por ejemplo 150 minutos de actividad moderada y 75 minutos de actividad vigorosa por semana).
- Incluir fortalecimiento de grandes grupos musculares 2 veces por semana mínimo.
Recomendación de actividad física para adultos mayores a partir de los 65 años
Las actividades para personas a partir de los 65 años de edad recomendadas son iguales que en el grupo anterior, sólo se agrega:
- Inclusión de actividades para aumentar el equilibrio y prevenir las caídas en aquellas personas con movilidad reducida.
- Mantenerse físicamente activos en la medida de lo posible.