Partimos de la premisa de que la salud es un triángulo cuyos vértices lo constituyen el físico, el bioquímico y el psicológico. Así pues, un problema en uno de esos puntos repercutirá de forma casi inmediata al resto de los componentes.
No nos debe sorprender a estas alturas que una alteración a nivel psicológico o emocional del paciente repercuta en el funcionamiento del organismo. Dando una explicación básica pero lógica, cuando un paciente presenta un cuadro ansioso, automáticamente aparece una alteración en la biomecánica respiratoria, sobresolicitando el diafragma y por ello, mediante relaciones puramente anatómicas, todas las vísceras se encontraran en estado de tensión, pudiendo ocasionar una disfunción de alguna de ellas.
En este caso, hablaremos de las relaciones del HÍGADO con las emociones, lo que se conoce como osteopatía somato-emocional, bajo el punto de vista de Francisco Fajardo (D.O.FRNO-MROP-MFIOMI).
El hígado es una víscera de vital importancia en el organismo. Tiene una función importante de desintoxicación y depuración. Un hígado inflamado o intoxicado fatiga al organismo más de lo acostumbrado. Cuando hay una afectación hepática, el paciente se va a sentir agotado, que se fatiga con cierta facilidad, sobre todo cuando ha expuesto al organismo a un estímulo que pueda afectar al hígado, como puede ser una gran ingesta de alcohol.
Esta víscera se ve afectada también con la menopausia, ya que un pico en el nivel de estrógeno afecta al buen funcionamiento. Es por ello que es frecuente ver en mujeres que pasan de los cincuenta años patologías de hombro.
Principales signos de afectación del hígado de un paciente
Migrañas
- Trastornos de la visión, con mala tolerancia a la luz, sobre todo a primeras horas del día
- Pelo graso y con caspa
- Piel muy sensible y alérgica
- Coloración blanquecina de la lengua con mal aliento.
- Sudor abundante y de mal olor
- Problemas de mucosas como sinusitis
- Orina muy oscura
- Tez apagada sin brillo
- Fatiga física: cansancio ante esfuerzos pequeños
- Insomnio
- Sueño poco reparador
- Vértigos
- Digestiones difíciles
- Fatiga intelectual
Relaciones emocionales con las patologías de Hígado (Según Jean Pierre Barral, D.O.)
El hígado está relacionado, ante todo, con el ser y el yo profundo. La persona que tiene una disfunción de hígado crónica puede presentar una dificultad para conocerse a sí mismo, con gran dependencia al pasado y a su madre.
Suelen aparecer malos recuerdos, y suelen ser personas muy pesimistas con miedo al futuro. Presentan una falta de autoestima, por lo que hay una menor ambición y creatividad. Existe una mayor susceptibilidad, con aparición de ataques de cólera . Pequeñas fobias y estados de depresión.
Cómo cuidar el hígado de una persona cuando se encuentra en disfunción
Lo primero y más importante, relajación. La persona debe estar calmada, relajada. Se debe evitar la ingesta excesiva de medicamentos ( los peores los tratamientos hormonales). En cuanto a la alimentación, se debe ingerir agua abundante en pequeñas cantidades, y evitar la ingestas de grasas animales, los lácteos y el azúcar, por no hablar del alcohol Evitar los conservantes que contienen azufre como son los E220 a E227.
Hay que tener especial cuidado con:
- Los cacahuetes
- Los congelados que pueden oscurecer con el tiempo como la col, zanahoria y patatas.
- La mayonesa
- Los colorantes
Importante
Trabajo de la autoestima del paciente. Hay que tener buenas ideas sobre uno mismo. Es importante en personas con patologías hepáticas crónicas un trabajo psicoterapéutico para la mejora del crecimiento personal y la percepción del yo.