Antes de 1946, el concepto de Salud estaba reducido a la salud física. Posteriormente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) amplió el concepto hasta llegar a la noción de SALUD holística. De acuerdo a este enfoque, la salud humana tiene dimensiones físicas, mentales, sociales, emocionales y espirituales, interdependientes que hacen que el ser humano se relacione con el mundo que lo circunda como un todo.
Este contexto posibilitó el desarrollo de la filosofía Mindfulness o de Atención Plena. Este tipo de Atención Plena permite relacionarse de forma directa con aquello que está ocurriendo, aquí y ahora, en nuestra vida. Es una forma de trabajar conscientemente sobre nosotros mismos para gestionar exitosamente los estados de estrés, dolor, enfermedad, ansiedad, depresión de nuestra vida en el momento presente.
El estado de salud de una persona está íntimamente relacionado con el modo que se relaciona con el ambiente social y ambiental que lo rodea. Una vida estancada en el pasado o proyectada permanentemente en el futuro impide la adaptación saludable al entorno ya que no es una dimensión real sino imaginaria la que se representa, y esto tiene consecuencias negativas para la salud integral.
La Atención Plena ayuda a recuperar el equilibrio interno y mejora la salud.
Rutina diaria y sencilla de Mindfulness
Aquí propongo algunas prácticas sencillas de Mindfulness para incorporar a la rutina diaria y mejorar la nuestra salud física y emocional.
Conciencia de la respiración
La respiración es fundamental. Es necesario dedicar unos cinco minutos al día para observar cuál es nuestro ritmo respiratorio. El solo hecho de observar nuestra respiración natural ayuda a disminuir las tensiones y calmar la mente. Si podemos, es recomendable profundizar el ingreso de aire en cada inhalación y extender la liberación del aire en cada exhalación. Para ello, es muy útil contar hasta 4 mentalmente.
Conciencia de nuestro cuerpo-mente y de nuestro entorno
Este ejercicio consiste en tomar conciencia de nuestro cuerpo y de nuestras emociones. En posición relajada y con los ojos cerrados, hacemos un recorrido mental a través de nuestro cuerpo físico para observar posteriormente nuestros pensamientos y sentimientos. Tomamos conciencia plena de los aspectos agradables y desagradables de nuestra propia experiencia en el momento presente. Posteriormente, pensamos en las personas de nuestro entorno más cercano y en situaciones pasadas, presentes o futuras. Sentimos cómo reacciona nuestro cuerpo con cada imagen mental. De esta manera llegamos a sentir una conexión profunda con el entorno y se mejorar la capacidad de comprender nuestras emociones.
Conciencia de la Atención Plena
Es normal que los pensamientos pasen uno detrás de otro y la mente realiza continuamente actividades mentales para resolver situaciones. Este es el estado BETA de conciencia. Su frecuencia de onda cerebral oscila entre 14 y 30-35 Hz (ciclos por segundo o cps). La Atención Plena intenta llevar al cerebro a una frecuencia ALFA (oscila entre 8 y 14 cps) o THETA (entre 4 y 8 cps) para concentrarse en un sólo instante, en el aquí y ahora, calmar la mente y aumentar la creatividad.
El ejercicio práctico consiste en fijar nuestra mirada interior (si lo hacemos con ojos cerrados) o exterior (si preferimos observar una imagen externa) y nuestro pensamiento en un objeto o persona. Observar detenidamente su forma, color, volumen, peso, características particulares, qué relación tiene con nuestra vida actual, etc. Al direccionar nuestros pensamientos hacia un solo elemento, la mente lentifica el ritmo de los impulsos cerebrales y se aquieta.
Este ejercicio nos ayudará a facilitar la concentración en nuestras tareas cotidianas y mejorar la capacidad de resolver problemas ya que, cuando la mente se tranquiliza, el libre flujo de ideas permite el desarrollo de nuevos puntos de vista.
Aspectos clave del Mindfulness
En síntesis, los aspectos clave del Mindfulness o Atención Plena son:
- Observar conscientemente nuestro entorno.
- Controlar la respiración.
- Reducir la sobrecarga mental mediante la Atención Plena.
- Aprender a vivir en el momento presente .
Practicando estos ejercicios podrás “accionar” conscientemente en vez de “reaccionar” impulsivamente en cada situación y tomar el control de tus emociones para ganar en salud y en calidad de vida.