En el siguiente vídeo te hablaremos acerca de la luxación acromioclavicular. La luxación acromioclavicular es la desarticulación del acromion y la clavícula, esto ocurre mayormente por un traumatismo sobre el lateral del hombro. Este traumatismo produce que la clavícula se desplace hacia arriba con respecto al hombro y se rompan los ligamentos coracoclaviculares. El tratamiento dependerá del grado de la luxación acromioclavicular. Si la lesión está entre grado I y III solo será necesario un tratamiento conservador, pero si está entre un grado III y VI requerirá una intervención quirúrgica.
La articulación acromioclavicular (AAC) es una articulación móvil que corresponde a la unión del acromion de la escápula con la clavícula. La articulación, no muy estable, es reforzada en primera estancia a nivel capsuloligamentoso por la cápsula articular, por los ligamentos acromioclaviculares (AC) y por los ligamentos coracoclaviculares (CC). De forma secundaria, dando un refuerzo extra se encuentran los músculos deltoides y trapecio. Por tanto, la AAC presenta dos niveles de estabilidad:
- Estabilización primera o capsuloligamentosa (la más potente):
- Ligamentos acromioclaviculares
- Ligamentos coracoclaviculares
- Capsula articular
- Estabilización secundaria, muscular o dinámica:
Una luxación de la AAC suele darse en caídas o traumatismos directos con el brazo en addución (1). Son frecuentes en gente joven tras accidentes en deportes como ciclismo, motociclismo o patinaje. De forma menos habitual pueden producirse tras un traumatismo indirecto sobre la mano o antebrazo en ligera abducción.
Un deportista que acaba de sufrir una luxación de la AAC siente un dolor localizado y una inflamación selectiva a nivel de la articulación. Una actitud típica tras la luxación es agarrarse con la mano sana el brazo que reposa colgando sobre el tórax y abdomen. Para explorarlo, debemos pedir al paciente o deportista que intente dejar el brazo colgando. Tras dejar de sujetarlo observaremos dos signos típicos que nos harán pensar que se trata de una luxación de la AAC: el signo de la tecla de piano y el signo del cajón. La clavícula, que suele luxarse hacia arriba y anterior, provoca un resalte, aumentando la distancia de ésta con el hombro.
Para confirmarlo se procederá a realizar una radiografía (RX) antero-posterior. Si ésta saliera dudosa se llevaría a cabo una RX con estrés en la que las manos sujetarían pesos de entre 3 y 5 kilogramos. Y sólo cuando sospechamos de una luxación posterior la RX será lateral.
Por tanto, resumimos y decimos que:
- Una luxación de la articulación AC es frecuente en deportes que sufren caídas laterales.
- Un paciente con luxación llevará el brazo hacia dentro y se le agarrará con la mano, como si hiciera ésta de cabestrillo.
- Será prácticamente imposible que el paciente realice una abducción.
- Intuiremos una luxación de la AAC si observamos los signos del cajón y de la tecla de piano.
- Confirmaremos la luxación con una RX antero-posterior o lateral si lo creemos necesario (luxación posterior).
A continuación indicaremos los tipos de luxaciones acromioclaviculares según la clasificación de Rookwood (2).
- Tipo I o normal. El dolor y el edema es localizado pero la RX es normal.
- Tipo II. Hay ensanchamiento de la articulación por una ligera elevación de la clavícula, pero el espacio coracoclavicular (ECC) es normal.
- Tipo III. La clavícula está más elevada provocando un aumento del ECC mayor del 25%. En este tipo de luxaciones el deltoides y el trapecio suelen estar desinsertados. Si se observa una elevación clavicular pero el ECC es normal sospecharemos de una fractura del coracoides.
- Tipo IV. La clavícula se desplaza hacia atrás. Para diagnosticar una luxación clavicular posterior es necesaria una RX lateral.
- Tipo V. La elevación de la clavícula está muy marcada provocando un aumento del ECC de entre el 100% y 300%.
- Tipo VI. La clavícula se luxa hacia abajo.
Las luxaciones tipo I y II se tratarán de forma convencional (3). Se pautará un cabestrillo los 10 primeros días, se evitarán pesos y cargas durante 10 semanas y se pautará un programa de rehabilitación de forma progresiva. Cuando el dolor se cronifica, o la luxación es del tipo IV, V o VI se llevará a cabo una cirugía abierta o artroscopia en casos de dolor crónico (para desbridar el menisco, reconstruir la articulación…)
En las luxaciones tipo III la literatura científica no llega a un acuerdo, y en la mayoría de los estudios no se observan diferencias entre la intervención quirúrgica y el tratamiento conservador. Lo más frecuente en este tipo de luxaciones es pautar un tratamiento ortopédico y llevar un seguimiento semanal en la consulta de traumatología para observar la evolución.
Los ejercicios son importantes para fortalecer las estructuras y evitar posibles luxaciones, en este vídeo te mostraremos una sencilla rutina.
En este artículo hemos aprendido que:
- Las luxaciones acromioclaviculares suelen darse tras una caída lateral con el brazo hacia dentro (al caer de una moto, caída tras un salto…)
- El paciente que ha sufrido una luxación de la AAC llevará el brazo lesionado pegado al cuerpo y se le sujetará con la mano sana como haciendo de cabestrillo.
- Habrá que hacer una radiografía para diagnosticar el grado de luxación.
¿Sabías que la articulación acromioclavicular no es la única que puede tener una luxación en el hombro? La articulación glenohumeral o escapulohumeral es otra articulación que tiende a luxarse. En este vídeo te explicamos en qué consiste esta luxación de hombro, qué hacer en el caso de que tengas esta luxación y cómo es el tratamiento para la misma.
(1)https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1877056815001978
(2)https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD007429.pub2/full
(3)https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2255497115001093