Como ya sabemos, el pie se define como aquella parte del cuerpo, que se localiza en la extremidad inferior del ser humano, va desde el tobillo hasta la punta de los dedos y está formado por 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 músculos, ligamentos y tendones.
Es una parte indispensable para el hombre, ya que entre algunas de sus funciones se encuentran la de brindar apoyo al resto del cuerpo, ofrecer amortiguación, permitir la locomoción, o trasladar las fuerzas de rotación producidas por la cadera. Diversos trastornos en el pie pueden por lo tanto, dificultar e incluso impedir que un sujeto se mantenga erguido o se desplace.
Con este artículo pretendo poner en marcha lo que llamamos “podología preventiva” mediante una serie de cuidados básicos, para concienciar de que se puede evitar de esta manera la posible aparición de afecciones o patologías en el pie.
Cuidados básicos de los pies
A continuación indicaremos algunos consejos para mantener los cuidados básicos de nuestros pies
- En primer lugar debemos mantener en nuestros pies una higiene diaria adecuada, lavándonos con agua y jabón, y secándonos posteriormente sobre todo entre los dedos. De esta manera evitaremos la maceración de la piel y el crecimiento de hongos.
- Hidratar la piel con algún tipo de crema (Nunca entre los dedos) para evitar que esta se seque y agriete. Aplicar referiblemente cuando vayamos a acostarnos.
- Las uñas deben cortarse siempre en línea recta. El corte correcto de las uñas previene las uñas encarnadas y las uñas negras.
- No trate de manipularse usted mismo las durezas, el uso de material no estéril puede provocarle una infección.
- Utilice zapatos que se ajusten bien a su pie, sin apretar, y que sean cómodos, dejando espacio para que los dedos descansen en posición natural.
- Compre los zapatos a última hora del día, cuando los pies estén más hinchados, y empiece a usarlos poco a poco, para evitar rozaduras.
- No use sandalias tipo chancletas ni medias con costuras, ya que ambas pueden causar puntos de presión.
- Finalmente vigile todos los días sus pies desde los dedos hasta los talones. Inspeccione la presencia de rozaduras, llagas, cortes, ampollas, durezas, áreas enrojecidas o hinchadas, y ante cualquier molestia acuda al podólogo para que este pueda diagnosticar y tratar su dolencia.
Esto es solo el comienzo, posteriormente hablaré de patologías más específicas de los pies, pero recordar hacer una buena prevención de estos porque…
“La salud empieza por los pies”