La palabra "ataxia", proviene del antiguo griego y significa etimológicamente "sin orden". Si esta definición queremos trasladarla al cuerpo podemos decir que es "coordinación de movimientos desordenada".
La ataxia es poco frecuente y pertenece al colectivo de las denominadas "enfermedades raras", es decir, de baja incidencia. Ésta puede aparecer como consecuencia de muchas enfermedades (del orden de más de 300). Se habla de enfermedades muy variadas en su etiología: desórdenes asociados a ciertas toxinas, infecciones, cambios degenerativos, traumatismos...
Desarrollo de la ataxia
La mayoría de las ataxias son progresivas, también llamadas evolutivas. Aunque unos tipos son más severos que otros y, dentro de un mismo tipo de ataxia, ésta no siempre afecta a todos los pacientes de la misma manera, con la misma severidad. El grado de progresión, aparte de ser diferente para cada tipo de ataxia, depende de muchos otros factores.
Ataxia y cerebelo
Generalmente, la ataxia está causada por una pérdida de función en la parte del cerebro que sirve como "centro de coordinación". El cerebelo situado en la parte posterior del cráneo. La parte derecha del cerebelo controla la coordinación en la parte derecha del cuerpo, y la parte izquierda controla la coordinación de la izquierda.
Salvo algunos tipos de hemiplejia y paraneoplasia, en la mayoría de los casos de ataxia no suelen existir grandes diferencias entre ambas mitades corporales. La parte central del cerebelo está involucrada en coordinar la marcha. Otras partes del cerebelo ayudan a coordinar los movimientos oculares, hablar y tragar. Sin embargo, la ataxia también puede estar causada por alguna anomalía en las vías principales. La información entra en el cerebelo a través del cordón espinal y es transmitida a otras partes del cerebro. Aunque el cerebelo no controla directamente la función motora o sensorial, el motor y las vías sensoriales deben funcionar correctamente para proporcionar la entrada en buenas condiciones al cerebro.
Origen de la ataxia
La ataxia puede aparecer de forma repentina o de forma gradual.
Condiciones que pueden causar la aparición repentina de una ataxia:
- Un trauma.
- Un golpe en la cabeza.
- Una hemorragia cerebral. (Síndrome atóxico agudo: provocado por la enfermedad cerebro-vascular, que provoca infartos agudos y subagudos y hemorrágicos).
- Un tumor del cerebro.
- Consecuencia de una infección vírica severa.
- Exposición a ciertas drogas o toxinas. (Ataxia de la marcha: secundaria a alcoholismo).
- Tras una parada cardiaca o respiratoria.
Condiciones que pueden causar una ataxia de aparición gradual:
- Hipotiroidismo.
- Deficiencias de ciertas vitaminas (vitamina E, vitamina B12).
- Exposición a ciertas drogas o toxinas (metales pesados, daños debidos a tratamientos con medicamentos, exposición crónica al alcohol).
- Paraneoplasias: relación con ciertos tipos de cáncer (cáncer ovárico, cáncer pulmonar).
- Una anormalidad congénita en el cerebro o en el cerebelo.
- La esclerosis en placas.
- Los desórdenes hereditarios o genéticos.
- Desórdenes de degeneración cerebelar.
- Ideopáticas (causa desconocida).
Clasificación de las ataxias
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Ataxias adquiridas: son todas aquellas que están causadas por agentes externos (enfermedad metabólica, infecciosa, drogas…), es decir, de aparición repentina.
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Ataxias hereditarias: serán todas las que están causadas por defecto genético o hereditario (aparición progresiva).
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Ataxias de herencia autosómica dominante.
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Ataxia de herencia autosómica recesiva.
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Ataxias producida por mutaciones mitocondriales con patrón de herencia materno: pueden ser dominantes o recesivas.
Síntomas generales de la ataxia
- Alteración de los movimientos selectivos.
- Alteración de la marcha (marcha del borracho).
- Alteración del equilibrio.
- Alteración del mantenimiento postural.
- Temblor de algunas partes del cuerpo como por ejemplo las manos.
- Disartria.
- Disfagia
Debemos saber que estos son los síntomas más generales y/o comunes, pero que los síntomas van a variar en función de la persona y la ataxia que presente.