Entiendo que este artículo puede resultar molesto para todas aquellas personas que quieren cuadricular, empaquetar y standarizar nuestra profesión y forma de trabajar, pero también creo que es necesario alzar la voz para defender la validez (aunque no pueda aportar estudios) de otra forma de mirar la fisioterapia y su abordaje.
Ciencia y conocimiento.
La ciencia y el estudio es una maravillosa herramienta con la que el ser humano da luz a lugares antes oscuros y en los que perderse era facíl. La ciencia nos muestra razones y sentidos acerca de las cosas que hacemos pero desde mi punto de vista nunca, repito nunca debería ser la base de nuestra forma de trabajar y abordar a los pacientes (los que creen que así lo hacen sólo viven en la ilusión de hacerlo)
La ciencia de un abrazo
Si cogieramos un elemento de la relación humana como puede ser un abrazo (que podríamos considerarlo un culmen del contacto terapeútico) y lo estudiamos infinitamente hasta desentrañar patrones óptimos y científicamente evidenciados de presión de un pecho contra otro, posición de los brazos tanto más arriba o abajo, contacto de las manos con los dedos más o menos abiertos, frecuencia respiratoria, posición de la cabeza y gesto de la cara, ojos abiertos o cerrados, rodillas rectas o flexionadas 2,3 o 4 grados, posición de la pelvis en anteversión o retroversión y otros 3 o 4 mil parámetros más que se nos pueden ocurrir, tendríamos una muestra clara e ineludible de lo que funciona y no funciona.
Pero claro, tendríamos a cada abrazador, siguiendo aquellos de los pasos que consigue recordar, caculando su frecuencia respiratoria, midiendo la presión de sus brazos, llevando la atención ahora a sus piernas, ahora a su pelvis... ¿pero y el abrazo? ¿Donde queda? Obviamente no hay abrazo.
Está claro, que un fisioterapeuta no trabaja con los abrazos (aunque podríamos hacerlo) pero creo que es un ejemplo que por extremo sirve de metáfora de lo que puede ser una relación terapeútica entre un paciente y un fisio (dos cuerpos interactuando con la finalidad de que el primero salga de un patrón de funcionamiento patológico, que le conduce al sufrimiento de algún tipo de dolor, para modificando ese patrón mejorar también sus síntomas)
Arte e intuición
La concepción más "artística" de la fisioterapia propone como decía el maestro, "estudiar técnica, practicar técnica, olvidar técnica". De esta forma, cuando das un abrazo seguirás una idea global y sensación e intuición totalmente subjetiva que te lleverá a seguir y cumplir sin saberlo un mayor o menor número de esos elementos que hemos quedado que son "evidentes" pero además adaptarte infinítamente mejor a las variaciones, paradojas y peculiaridades de cada individuo abrazado, ya que, al no seguir regla alguna más que la de tu propia sensación e intuición global no manejas 2,3 o 4 parámetros que puede atender nuestra parte racional sino los millones de ellos que componen la realidad y que sólo desde el fluir podemos abarcar.
Aquí es donde el conocimiento técnico o científico, la experiencia y las capacidades innatas se mezclan para dar lugar a un resultado más o menos coherente y útil para ayudar diariamente a las personas que nos consultan.
Claro está, luego hay mejores y peores artistas, personas que creen que hacen arte y lo que hacen es engañarse y engañar a los demás (absolútamente todos lo hacemos más o menos) pero eso sí, estudiar más y más no es precisamente lo que va a hacer que no nos engañemos sino el ser honestos con nosotros mismos y con nuestra limitaciones.
Picasso seguramente estudió muchas cosas que fueron fundamentales en su camino como artista (porque estudiar insisto, es necesario) pero no lo dudes que no fué eso lo que le convirtio en un genio.
Solo hay un camino!!! La ciencia!!!
Lo curioso es, como decía antes, que aquellos que creen seguir las lineas de la evidencia están sin embargo, por más que se resistan, haciendo el mismo arte, (muchas veces mejor que otros que creen que sí lo hacen) pero luchan contra esa fuerza peligrosa, relativa, subjetiva, pero inapelable que es su intuición.
Y los pocos que, verdaderamente sólo mueven un pie si tiene clara la finalidad de ese movimiento, son robots y están muy enfermos.