“Mens sana in córpore sano”. Desde siempre, el hombre ha sabido que la mente y el cuerpo constituyen un binomio necesario para la salud. Es imposible que uno de los dos engranajes funcione bien si el otro se encuentra “oxidado”. Cuando un fisioterapeuta recibe a un paciente en consulta, nunca debe olvidar que no trata patologías ni enfermedades, sino personas, y que la persona es una unidad global. Andrew Taylor Still, padre de la osteopatía, postuló los principios de la misma. Uno de ellos es el principio de la Unidad del Cuerpo. Y es así, todos los procesos están interrelacionado.
En muchas ocasiones, las enfermedades son la expresión física de una psique que funciona mal, un mensaje que nuestro cuerpo envía para hacer consciente lo incosciente, para darnos cuenta de que algo falla. Y esto es así porque es vital para el correcto funcionamiento del organismo, y para la vida.
Para entender el complejo mecanismo de somatización, debemos conocer algunas partes de nuestro sistema nervioso. Las más importantes para este proceso son:
Sistema nervioso entérico
Numerosos estudios recientes afirman y concluyen de que el sistema digestivo está envuelto por numerosas neuronas, más de cien millones, aproximadamente las mismas que existen en la médula espinal, y que este sistema es una parte del sistema nervioso vegetativo. Por lo tanto, existe una conexión directa entre el sistema nervioso y el sistema digestivo.
Cerebro límbico
Parte primitiva del sistema nervioso, considerado el cerebro emocional. Constituido por varias partes, destacamos la unión hipotálamo- pituitaria o hipófisis, encargado de la función del sistema endocrino a través de la secreción hormonal. Otra conexión directa entre las emociones y las respuestas del organismo.
Sistema nervioso vegetativo
Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de valorar un paciente para conocer cómo funciona a nivel emocional es la postura. Ya en varias ocasiones desde la web hemos visto artículos que hablan de la relación existente entre la postura y el estado emocional, a saber:
De cómo la emoción se convierte en carne
Explico en este vídeo como se da la influencia desde lo emocional a lo físico, en cuanto al desarrollo y génesis de la postura corporal. La postura corporal es el resultado de la forma en que en su momento, el niño que todos fuimos se adapto psico-emocionalmente a las situaciones y dificultades de la vida.
Pues bien, el análisis postural es el reflejo físico principal de cómo funciona (y ha ido funcionando) la persona a nivel psico-emocional.
Uno de los métodos de fisioterapia postural, el método G.D.S, relaciona la postura con el aspecto psicológico del paciente, y describe una serie de posturas, con la cadena muscular que se encuentra en disfunción y el aspecto emocional que esconde (o que refleja).
Otro de los factores a valorar cuando recibimos a un paciente es la sintomatología. Se dice que toda persona presenta un órgano o estructura débil, ese eslabón de la cadena que siempre va a fallar.
El Osteópata Francisco Fajardo Ruiz, en su libro “La osteopatía Somatoemocional” describe de forma minuciosa la relación entre el lugar de asentamiento de los síntomas y la emoción reprimida.
Personas que presenten síntomas en el lado izquierdo del organismo, está estrechamente relacionado con el hemisferio derecho cerebral, el más artístico, emocional. Patologías del lado izquierdo están relacionados con el lado femenino.
Sin embargo, problemas en el lado derecho se relacionan con la parte masculina. Con respecto a los miembros, los inferiores reflejan problemas en relación a uno mismo, y los superiores a las relaciones con el exterior, con los demás (familia, amigos, trabajo, pareja). Otras zonas, como la columna vertebral, depende de la zona reflejará una emoción, así pues la zona cervical es el lugar de asentamiento del estrés, y el exceso de mental ( no dejar de darle vueltas a las cosas). Cuando estamos estresados, saturados, nuestros trapecios se fatigan. La región dorsal es la mochila de la culpa, de los problemas que no nos podemos librar. La zona lumbar refleja el cansancio de la persona, la sensación de no poder más.
Con respecto a las vísceras, cada una refleja una emoción distinta. El riñón es el lugar de asentamiento del miedo, los genitales están estrechamente relacionados con la esfera sexual, etc. Por ello, considero importante en consulta abordar al paciente con un enfoque integrado, holístico, teniendo en cuenta los aspectos físicos, bioquímicos ( alimentación, tóxicos) y psíquicos.