La dorsalgia es un dolor que afecta la zona dorsal de la espalda, entre las escápulas y la base de la columna cervical, y puede tener múltiples causas, como el estrés, las malas posturas y las disfunciones viscerales. Asimismo, la dorsalgia es una patología compleja que requiere un enfoque global e integrativo para ser tratada de forma efectiva, considerando tanto los factores físicos como los emocionales y viscerales.
En nuestro programa de fisioterapia integrativa de Fiit Concept, buscamos no solo aliviar el dolor, sino también mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Nuestro programa está diseñado para abordar las causas subyacentes de las patologías musculoesqueléticas, utilizando terapias manuales, ejercicios y recomendaciones nutricionales personalizadas.
¿Qué es la dorsalgia?
La dorsalgia es un tipo de dolor que afecta la parte superior de la espalda, específicamente entre los omóplatos y la columna cervical. Aunque comúnmente se vincula con tensiones musculares o problemas en las articulaciones, este dolor puede estar originado por una combinación de factores, como el estrés acumulado, una postura inadecuada o incluso alteraciones viscerales. Si no se trata a tiempo, el dolor puede volverse persistente y generar restricciones en la movilidad, impactando negativamente la vida diaria de las personas.
Causas de la dorsalgia
Desde el enfoque de la fisioterapia integrativa, comprendemos que el dolor en la región dorsal es multifactorial, lo que significa que es esencial tratar tanto los síntomas como las causas subyacentes. Por eso, abordamos la dorsalgia desde una perspectiva global, teniendo en cuenta factores físicos, emocionales y viscerales.
Factores posturales
Uno de los principales desencadenantes de la dorsalgia es la mala postura. Pasar largas horas frente al ordenador, encorvado o con la espalda sin soporte adecuado, genera sobrecarga en los músculos paravertebrales y provoca tensiones que pueden desencadenar dolor dorsal. Las personas que adoptan una postura incorrecta al caminar o al cargar objetos también son más propensas a sufrir este tipo de dolor.
El sedentarismo es otro factor importante. La falta de actividad física debilita los músculos que estabilizan la columna, lo que lleva a un aumento de la rigidez y el dolor en la zona dorsal.
Disfunciones viscerales
Desde la fisioterapia integrativa, también abordamos la influencia de las disfunciones viscerales en la dorsalgia. Órganos como el hígado, el estómago y los pulmones pueden generar reflejos en la columna dorsal, causando rigidez y dolor. Por ejemplo, una gastritis o disfunción hepática puede generar tensiones en los músculos interescapulares, lo que provoca dorsalgia.
Estos reflejos viscerales son comunes y pueden ser exacerbados por una alimentación inadecuada o por el estrés, que afecta la función de estos órganos.
Estrés y tensiones emocionales
El estrés crónico es un desencadenante muy común del dolor dorsal. Las personas que acumulan tensiones emocionales tienden a desarrollar contracturas en la musculatura paravertebral, lo que genera dolor en la región dorsal. Este tipo de dorsalgia emocional suele empeorar en situaciones de ansiedad o agotamiento mental, ya que el cuerpo responde a las emociones tensando los músculos de la espalda.
Síntomas comunes de la dorsalgia
Los síntomas de la dorsalgia pueden variar dependiendo de su causa subyacente, pero los más frecuentes incluyen:
- Dolor entre las escápulas: es la manifestación más común, con sensación de rigidez o tensión muscular.
- Limitación en la movilidad: el dolor dorsal puede limitar la capacidad de girar el tronco o inclinarse hacia adelante o hacia atrás.
- Sensación de ardor o tirantez: algunas personas describen su dolor como una sensación de quemazón o rigidez constante.
- Irradiación del dolor hacia el cuello o los hombros: en algunos casos, el dolor puede extenderse hacia otras áreas de la espalda alta.
Tratamientos recomendados desde la fisioterapia integrativa
Para tratar la dorsalgia de manera efectiva, es necesario abordar tanto las causas físicas como los factores emocionales y viscerales que contribuyen a su aparición. En Fiit Concept, utilizamos un enfoque integrativo que combina terapias manuales, ejercicios terapéuticos y cambios en la alimentación.
Terapia manual
La terapia manual es fundamental para aliviar las tensiones musculares y mejorar la movilidad de la columna dorsal. Técnicas como la liberación miofascial permiten eliminar las restricciones en las fascias (tejidos que envuelven los músculos y órganos), lo que reduce la rigidez y mejora el rango de movimiento. Además, la osteopatía es especialmente útil en el tratamiento de disfunciones vertebrales que pueden estar asociadas con la dorsalgia. A través de manipulaciones suaves, se pueden corregir bloqueos en las vértebras dorsales, lo que alivia el dolor y mejora la postura.
En pacientes que presentan disfunciones viscerales, también utilizamos la osteopatía visceral, una técnica que ayuda a liberar tensiones en los órganos internos y a mejorar su función, lo que repercute positivamente en la columna dorsal.
Ejercicios terapéuticos y reeducación postural
El fortalecimiento de la musculatura estabilizadora de la espalda y la corrección de la postura son esenciales para prevenir la reaparición de la dorsalgia. Los ejercicios terapéuticos ayudan a mejorar la movilidad y fortalecer los músculos que soportan la columna dorsal.
- Estiramiento de los músculos paravertebrales: este ejercicio ayuda a liberar la tensión acumulada en los músculos de la espalda alta y media. Se recomienda realizar estiramientos suaves de la columna dorsal varias veces al día.
- Fortalecimiento de la musculatura escapular: ejercicios como las elevaciones de hombros o la retracción escapular son fundamentales para mejorar la estabilidad de la columna dorsal y prevenir la sobrecarga en esta zona.
- La re-educación postural: es también un aspecto clave en el tratamiento de la dorsalgia. A través de ejercicios que promueven una postura correcta, se puede corregir la alineación del cuerpo, reducir la presión sobre la columna y mejorar la distribución del peso.
Fitoterapia y cambios nutricionales
Desde el enfoque integrativo, consideramos que una dieta equilibrada es clave para reducir la inflamación y mejorar la función visceral, lo que puede tener un impacto positivo en la dorsalgia. En muchos casos, los pacientes con dolor dorsal crónico tienen disfunciones en órganos como el hígado o el estómago, y mejorar su dieta puede ayudar a aliviar estos problemas.
El uso de plantas medicinales como el jengibre, que tiene propiedades antiinflamatorias, o el diente de león, que mejora la función hepática, puede ser muy beneficioso en estos casos. Además, recomendamos reducir el consumo de alimentos inflamatorios, como el azúcar, las grasas saturadas y los alimentos procesados, que pueden empeorar la dorsalgia al aumentar la inflamación en el cuerpo.
Conclusión
La dorsalgia es una afección común que puede ser causada por múltiples factores, como la mala postura, las disfunciones viscerales y el estrés emocional. Desde la fisioterapia integrativa, abordamos este problema de manera global, proporcionando tratamientos manuales, ejercicios terapéuticos y recomendaciones nutricionales que no solo alivian el dolor, sino que también tratan sus causas subyacentes.
Si sufres de dorsalgia, te invitamos a conocer más sobre nuestro tratamiento integrativo en Fiit Concept y cómo podemos ayudarte a mejorar tu calidad de vida.
