Comentario
La fruta es muy importante y no necesariamente tenemos que renunciar a comer rico ya que naturalmente estos alimentos tienen su sabor agradable
La fruta es (o debería ser) uno de los alimentos fundamentales en la dieta del ser humano aportándonos gran cantidad de los nutrientes, vitaminas y minerales que necesitamos para vivir, y es seguramente uno de los alimentos a los que más adaptados estamos.
Mucha gente sin embargo, apenas las consume y desde aquí queremos animaros con una buena colección de razones a que empecéis a disfrutarlas para beneficiaros de todas sus virtudes.
La fruta es uno de los alimentos con más porcentaje de agua en su composición, alcanzando desde el 80% hasta el 95% de agua. Esto, unido a la gran calidad de esta agua, que ha sido filtrada, depurada y vivificada por el árbol, hace que sea uno de los alimentos más adecuados para mantenernos bien hidratados todo el año y especialmente en verano.
De esta forma, una persona que ingiera grandes cantidades de fruta diariamente, casi no necesitará beber agua.
La fibra de la fruta es del tipo soluble (al revés que la de los cereales) y en su gran mayoría pectina. La pectina es lo que da forma y consistencia a la fruta ayudándola a contener y retener su gran cantidad de agua.
Para nosotros, esta fibra juega un papel fundamental en el buen funcionamiento del intestino previniendo el estreñimiento. Además, posee virtudes a la hora de prevenir y regular ciertos desajustes y enfermedades como la hipercolesterolemia, la obesidad y las hemorroides y otras más graves como los divertículos, la úlcera y el cáncer de colon.
Las frutas pueden llegar a tener hasta un 5% de fibra y mucha de esta se encuentra en la piel y las semillas o pepitas, así que recomendamos no desecharlas ya que estaremos perdiendo este aporte de fibra.
No hay alimento tan rico en vitamina C como la fruta, pero no todas tienen la misma cantidad de esta. Los cítricos como el kiwi, fresas, melón, frutas tropicales y algunas otras, son de las más ricas en esta saludable vitamina.
La vitamina C tiene funciones importantes como el desarrollo de los dientes, las encías y los cartílagos y participa en general en el crecimiento y reparación del tejido conectivo normal. Además participa en la correcta absorción del hierro en el intestino.
En la fruta están presentes en muy altas concentraciones (son las que dan color, aromas, etc…) y hacen a las frutas más apetecibles cosa que ya es una gran virtud, pero no es la única, ya que se conoce que los antioxidante tienen efectos beneficiosos sobre enfermedades propias del envejecimiento (oxidación) como las cardiovasculares, el cáncer y alteraciones del sistema inmune.
Uno de estos antioxidantes es el betacaroteno o provitamina A que da a estas frutas coloraciones entre el rojo y el amarillo incluyendo las naranjas y que se transforma en el organismo en vitamina A que además de ser antioxidante tiene otras funciones en diversos sistemas como la visión, la piel, las mucosas y el sistema óseo.
Ya sabes, si quieres envejecer más despacio y envejecer mejor, los antioxidantes de las frutas te ayudarán a ello.
Y digo casi nulo porque ronda el 0,1-0,2 % lo que es una cantidad despreciable que convierten a este alimento en una estrella de las dietas bajas en grasa, aunque ojo, no de las hipocalóricas, ya que su alto contenido en azúcares le confieren un cierto valor energético.
La fruta se digiere muy fácil y rápidamente dando al organismo una energía rápida y muy rentable al consumir muy poca para su procesamiento. De aquí se desprenden dos conclusiones:
Pocos alimentos te harán de verdad disfrutar tanto como una buena manzana en un día de verano después de subir al monte o darte una buena caminata. Si no lo has probado, no sé de verdad a qué esperas porque es un placer de los dioses…
Este poder diurético vendrá determinado por un lado por su alto contenido en agua y por otro por su buena relación entre potasio (K en altas cantidades) y sodio (Na en muy bajas cantidades) que influye directamente en la función renal aumentando la diuresis. Además, la fruta presenta cantidades moderadas de otros minerales destacando por ejemplo el magnesio, el calcio, el hierro o el zinc.
Cada estación tiene sus frutas, aunque está claro que el verano se lleva la palma ya que es el momento de recolección de muchas de ellas y el momento del año en que más deberíamos consumirlas ya que lo razonable, sano y sobre todo, lo que ha sucedido durante millones de años, es que comamos las frutas en su temporada, bien maduras y con el menor tiempo entre su recogida y su ingesta.
Aunque lo ideal y más recomendable es comerlas sin pelar (eso sí, bien lavadas bajo el grifo) y sin cocinar ni modificar de ninguna manera, también podemos comerlas en zumos, en papillas, solas o en macedonia, confitadas, en mermeladas o incluso acompañando en ensaladas u otros platos de alta cocina.
Por todos estos motivos y por muchos más que nos dejamos, te recomendamos consumir al menos tres piezas de fruta al día y preferentemente bajo estas condiciones:
Esperamos haberte convencido y que disfrutes de un alimento inigualable. ¿O ya eres de los que comes fruta?
La fruta es muy importante y no necesariamente tenemos que renunciar a comer rico ya que naturalmente estos alimentos tienen su sabor agradable
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