El músculo piramidal es un músculo que se sitúa en la pelvis, bajo los glúteos y cuya función es la de rotar externamente la cadera, este músculo es atravesado en un gran número de casos por el nervio ciático, de manera que, cuando hay un exceso de tensión en el músculo piramidal el ciático se ve presionado y produce una falsa ciática, habiendo más dolor en la zona del músculo piramidal, esto es lo que se conoce como el síndrome del músculo piramidal.
Tratamiento fisioterapéutico del síndrome del músculo piramidal
El tratamiento de fisioterapia va a estar especialmente destinado a la relajación de la tensión en el músculo y a reequilibrar la estática de la pelvis, que va a estar alterado casi seguro, pero debemos de saber que se trata de un músculo muy profundo y por tanto no es de fácil acceso. Pero la medicina tradicional china y la naturopatía nos dicen que este tratamiento no va a ser suficiente y por eso nos recomienda tratar el verdadero origen, que es el útero, la próstata o el intestino delgado en el caso del síndrome piramidal derecho.
El útero y la próstata se van a ver afectados principalmente por una mala gestión de las emociones, por un sentimiento de culpabilidad, pero en especial cuando tiene que ver con el rol relacionado con el sexo, por ello en el caso de las mujeres está más relacionado con la maternidad y el cuidado de los hijos y en el caso de los hombres con la pérdida de la fuerza y la virilidad.
Por otro lado el intestino delgado se ve afectado por la ansiedad y preocupación, pero también la alimentación tiene un importante papel en la alteración de este órgano, muy especialmente las intolerancias alimentarias como la intolerancia al gluten, a la lactosa y otras intolerancias pero también por el consumo de alimentos que generan gases como las bebidas carbonatadas, o ciertas legumbres y verduras.
De esta manera, si queremos conseguir una mejora completa en el síndrome piramidal derecho debemos de acompañar el tratamiento de fisioterapia con la mejora del funcionamiento de la víscera afectada con la modificación de la alimentación, el uso de hierbas medicinales y con el conocimiento y correcto manejo de nuestras emociones.