Un agujero negro hace referencia a la zona anatómica situada en el tronco, entre el cuello y la pelvis, que es una zona de más densidad, una zona que “notamos” más que el resto y que nunca esta “saciada”: de aire al realizar una respiración profunda, necesita estirarse más cuando estamos realizando un estiramiento....
Esta es una zona de mayor densidad y se ve afectada por la situación emocional de la persona, así en épocas de más estrés o días, semanas que nos generan más cansancio, más estrés, más situaciones desagradables...este agujero negro va a estar más denso y por tanto va a hacerse más consciente.
¿Cómo influye un agujero negro en la postura?
Los “agujeros negros” van a estar más densos en épocas de cansancio, de mayor estrés o de mayor carga emocional.
Cuando esta zona se encuentra más densa va a realizar una solicitación de los tejidos que hay a su alrededor, modificando la postura, y limitando los movimientos, generado por ejemplo hipercifosis, hiperlordosis, rectificación de las curvas, dorso plano, un falso pectus excavatum...
Cuando el estrés cesa el agujero negro va a dejar ir a los tejidos, pero si la situación se ha mantenido mucho en el tiempo las retracciones musculares pueden estar fijadas y precisar un trabajo fisioterápico específico.