No es infrecuente esta operación quirúrgica que consiste en quitar la matriz o el útero o todo el sistema ginecológico, útero y ovarios de la mujer ante cualquier problema por ejemplo un cáncer.
Este problema de la histerectomía, como aprecian muchas mujeres y no lo relacionan al principio, acaban provocando dolores lumbares, el paciente piensa que es casualidad , el médico muchas veces no le indica que esto puede pasar, ni le da ninguna explicación sin embargo esto tiene una relación constante, de la misma forma que la mujer embarazada tiene un problema lumbar porque durante el embarazo las dos crestas ilíacas se abren, la pelvis se abre para dar sitio al feto y eso lo hace mediante una serie de músculos que abren la pelvis y produce un enderezamiento de la columna y un cambio de curvaturas, en la histerectomía se produce exactamente lo contrario.
Hay un cierre de las dos hemipelvis hacia adentro hay un cierre arriba y una apertura abajo, hay una aproximación de las dos crestas iliacas y eso lo hace con otros músculos y alterando también la mecánica de la zona lumbar, esto se produce con dos músculos fundamentales, el acortamiento y la tensión del Psoas-iliaco de forma bilateral y dos, el acortamiento o el aumento de tensión de los músculos adductores.
Tratamiento de la las consecuencias de la histerectomía en la zona lumbar
El tratamiento de las consecuencias y repercusiones de la histerectomia en la zona lumbar tiene dos vertientes diferenciadas, a continuación hablaremos mas concretamente sobre cada una de ellas
Movilizar la cicatriz para mejorar el dolor lumbar tras histerectomia
Ser capaz de aunque moleste, darle movilidad a esos tejidos, un mes después de que te hayan operado puedes empezar a tirar hacia fuera, para un lado para el otro, hacia los lados hacia arriba hacia abajo, darle movilidad a esos tejidos es fundamental para que esas cicatrices provoquen menos tensión en la zona lumbar y menos acortamiento de los músculos psoas-iliaco y abductores. Hay fisioterapeutas especializados, en realizarlo. Lo puedes hacer en casa, pero si tienes esta opción de un fisioterapeuta experto en esta materia, hará un tratamiento más preciso.
Estiramiento del psoas ilíaco y músculos adductores o aproximadores
Son los músculos que van a cambiar la mecánica de la espalda incluso también pueden alterar la mecánica de la rodillas, porque de hecho la mujer con histerectomía puede padecer de dolor de rodillas.
Realización de los estiramientos del psoas ilíaco
Hay dos diferentes versiones para el estiramiento del psoas iliaco, uno de pie y otra tumbado, en la de pie esta es la forma, una pierna bien adelantada, otra bien atrasada, con el pie mirando hacia el frente, no hacia afuera para añadir bien la tensión en el psoas y a partir de ahí el elemento fundamental imprescindible del estiramiento es evitar que la pelvis haga una anteversiónn y vaya hacia adelante vamos a hacer el movimiento contrario una retroversión, así es como tiramos bien del psoas, porque llevamos una inserción superior hacia arriba y evitamos la compensación.
La otra versión del estiramiento sentada al borde, bien al borde de una calilla o una mesa, donde debemos atar un cinturón a la pata de esa mesa. En cinturón tendrá una longitud que mejor te funcione a partir de ahí la otra rodilla hacia el pecho, es esta pierna la que hace la báscula pélvica hacia atrás y la que añade tensión hacia el psoas, además podemos hacer un pequeño empuje aquí contra la cincha que añada más tensión si hacemos que con ella, la rodilla baje hacia el suelo; dos fantásticos estiramientos para el psoas ilíaco.
Realización del estiramiento de los adductores o aproximadores de cadera
Vas a colocarte sentada de costada bien pegada a la pared para luego poder hacer un giro de manera que puedas tener el culo bien cerca de la pared luego puedes acercarlo o alejarlo más en base a tu necesidad, cuál va ser la regla: te tienes que acercar todo lo que puedas siempre y cuando, el culo, el sacro esté bien apoyado en el suelo, si se levanta tienes que separarte, porque es importante que quede bien en contacto.
Vas a doblar las rodillas piernas hacia afuera apoyas las manos y haces unos empujes cuatro segundos hacia adentro como que si quisieras juntar la rodilla resistiendo con las manos al aflojar, ganas un poquito de longitud, cinco seis repeticiones.
Elevas un poco las piernas sin que las rodillas se junten y sigues cuatro segundos, empuje y ganas, cuatro segundos y ganas , progresas con las piernas a separarlas y haces lo mismo, empujas cuatro segundos y ganas estiras un poco más las rodillas y ahora empujas contra los talones contra la pared, como si quisieras apretar allí dentro , cuatro segundos y vas ganando, estiras las rodillas por completo y dejas caer los talones, lo que puedes, cada persona lo que pueda, ahí si te tirara mucho, cada persona hasta donde llegue y ahí puedes mantener un rato mientras que te tiran las piernas dejando que poco a poco se vayan aflojando y estirando.