Os presentamos este estudio piloto, realizado por Yamileth Sandy Ramírez Muñoz estudiante de fisioterapia del instituto profesional de terapias y humanidades (IPETH) esperamos que os guste
La gonartrosis es la enfermedad articular más frecuente, con una prevalencia en algunos lugares, que aumenta progresivamente con la edad, esta enfermedad supone un problema importante de salud pública, tanto por su prevalencia, del 10,2% en la población general (con un pico de hasta el 33,7% entre los 70 y los 79 años), y así como por los costes que genera (tratamientos, prótesis, incapacidad). La artrosis de rodilla es una patología más frecuente en el sexo femenino y en personas obesas. (McCarney 2001)
La gonartrosis se caracteriza por dolor articular, limitación funcional, crepitación y grados variables de inflamación, con mayor prevalencia en las mujeres añadiéndose como factor la obesidad para su desarrollo precoz por ser una articulación de carga, iniciando entonces con un daño al cartílago articular, evoluciona hacia una respuesta dinámica de adaptación y termina con un cambio estructural irreversible. (Felson 2004)
La existencia de factores hereditarios ha sido evocada desde la descripción original de Heberden por primera vez en 1944 (González Crespo MR. 1995).
Es el factor de riesgo más importante, hay un aumento progresivo de la enfermedad con la edad, siendo controversial el concepto de sí la osteoartritis es un fenómeno fisiológico o patológico. Aumenta hasta un 80% alrededor de los 65 años y hasta un 95% después de esta edad. En general afecta a más de un 10% de la población de más de 60 años y se asocia con frecuencia a trastornos físicos y psicológicos con un alto costo (Mazieres B; Combe B; Phan Van A; et al. 2001), el incremento de la esperanza de vida al nacer elevará considerablemente la incidencia.
Se presenta por igual en ambos sexos hasta la quita década de la vida para predominar en el sexo femenino a partir de los 60 años. (Miline S, Welch V, Brosseau L, Saginur M, et al. 2001)
Se han notado diferencias en la frecuencia de la Gonartrosis en etnias negras en comparación con las blancas. (Yoshimura N, Muraki S, Oka H, et al. 2011)
El sobrepeso: La obesidad es otro factor de riesgo, rechazados por unos, aceptados por otros, principalmente en las articulaciones que soportan peso, como las rodillas. (Kelley W. 1993)
Actividades físicas: Los microtraumas frecuentes: La acción repetitiva en una articulación. La lesión y/o extirpación de los meniscos y el ligamento cruzado anterior insuficiente predisponen a una osteoartritis. (Allen KD, Chen J, Callahan LF, et al. 2012)
Factores climáticos: Estudios geográficos en el norte de Europa y en América, han sugerido que los cambios de la osteoartritis son menos frecuente a medida que se avanza hacia el norte (Mc Carty JD. 2005)
La gonartrosis es un desorden de toda articulación, compromete al cartílago, hueso, membrana sinovial y la capsula articular, siendo el cartílago el tejido más afectado. El cartílago se erosiona perdiendo las capas más superficiales y con el tiempo va adquiriendo una superficie irregular que provoca dolor y rigidez en la articulación. (Sharma L, Dunlop DD, Cahue S, Song J, Hayes KW 2003)
• Primaria: como consecuencia del desgaste fisiológico de las articulaciones con el paso del tiempo lo sufren los adultos mayores en un 90%.
• Secundaria: puede ocurrir tras haber sufrido otro tipo de patología como las displasias, epifisiolosis, microtraumatismo a repetición, desviaciones de los ejes de carga en personas obesas, la menopausia en la mujer, etc. En ella se conoce le proceso y puede ser localizadas o generalizadas. (Goldberg VM; Kettelkamp DB; Colger RA, 1992)
Los tratamientos en una gonartrosis pueden ser desde farmacéuticos hasta fisioterapéuticos; entre los fisioterapéuticos encontramos:
La crioterapia la cual consiste en la administración de masajes con hielo alivia el dolor, y este masaje aplicado durante 20 minutos por sesión, cinco veces por semana, durante 2 semanas, aumenta la fuerza del cuádriceps. El frío reduce el edema. Se aconseja el uso de calor en dolor moderado y persistente, antes de la realización de ejercicios de flexibilización y para reducir el dolor y la rigidez. (Baker KR, Nelson ME, Felson DT, Layne JE, Sarno R, Roubenoff R., 2001)
Electroterapia: Se recomienda los TENS en función del tipo de pacientes y su capacidad para realizar los ejercicios. Aunque aumenta la fuerza del cuádriceps, la baja calidad metodológica de los ensayos clínicos y sus resultados no permiten establecer conclusiones sobre el beneficio de la Estimulación Eléctrica Muscular. (Blanco F, Hernández A, Trigueros J, Gimeno A, Ferrández L, Beni- to M et al., 2003) (Carmona L, Gabriel R, Ballina J, et al, 2001)
Magnetoterapia: las corrientes inducidas por el campo magnético producen un estímulo directo del trofismo celular, que se manifiesta por el estímulo en la síntesis de la energía que requiere el organismo para su función a nivel celular favoreciendo de esta manera la multiplicación celular, la síntesis proteica y la producción de prostaglandinas (efecto antinflamatorio). (Evcik D, Sonel B., 2002) (Escobar A, Quintana JM, Bilbao A, Azkarate J, Guenaga JI, 2002)
Ejercicio: El ejercicio disminuye el dolor, mejora la movilidad articular y la limitación funcional. No existe suficiente evidencia para recomendar un determinado tipo de ejercicios e intensidad de los mismos, por lo que en la prescripción del ejercicio debe considerarse el objetivo y adaptación a las posibilidades y características de cada paciente. Para alcanzar los objetivos terapéuticos del ejercicio en la OA se recomienda ejercicio moderado y realizado de manera regular. Los ejercicios aeróbicos (como caminar o hacer bicicleta) han demostrado su efectividad en la mejora del dolor, la discapacidad y en la valoración global del paciente. Se aconseja que sean realizados según la tolerancia del paciente de forma progresiva y gradual, con una frecuencia de 3 o más veces por semana, y una duración de no menos de 20 a 30 minutos. Los ejercicios de flexibilización y fortalecimiento son eficaces en la reducción del dolor y mejora de la función (se dirigen a preservar la movilidad de la articulación afecta y la fuerza muscular). Se recomiendan isométricos de cuádriceps 3 veces por semana, con una intensidad submáxima y de duración de 5 a 6 segundos cada ejercicio, y los isotónicos con intensidad submáxima, comenzando con 10 a 15 repeticiones. Hay que promover la adherencia al prescribir los regímenes del ejercicio, ya que se asocia con mejoras en la función física y en la discapacidad. (Cheing GL, Hui-Chan CW, Chan KM, 2002)
Lo anteriormente mencionado, lleva a la siguiente pregunta de investigación:
¿Cuál es el efecto de un programa de rehabilitación física mediante electroterapia y magnoterapia para aminorar el dolor de rodilla en pacientes con gonartrosis entre 60 y 70 años de la ciudad de Puebla?
La gonartrosis es la enfermedad reumática más frecuente a nivel mundial y una de las principales causas de dolor articular y discapacidad de la población adulta. Tiene una incidencia de 80 personas por cada 100000 y la prevalencia se incrementa con la edad, siendo mayor en mujeres que en hombres; además de la edad y el sexo, otros factores de riesgo son la obesidad, traumatismos y factores genéticos, entre otros.
Las personas que sufren de artrosis de rodilla presentan un dolor de rodilla debido a la enfermedad, este dolor disminuye con el reposo y aumenta con el ejercicio, la actividad física, caminar por mucho tiempo, subir y bajar escaleras y en grados muy avanzados hasta la pérdida de la movilidad (anquilosis), por ello las personas con gonartrosis tienden a evitar el movimiento y la carga de la rodilla lesionada, lo que a la larga va a derivar en un debilitamiento con atrofia de los músculos teniendo así problemas en la marcha y viéndose afectado también el ángulo de movilidad.
En la actualidad debido a la variedad de la sintomatología, tendremos diferentes tipos de tratamientos; tratamiento farmacológico en el cual se usa la Viscosuplementación que consiste en realizar infiltraciones con ácido hialurónico actuando como un líquido sinovial artificial que nutre el cartílago y mejora el deslizamiento de las superficies y tratamiento quirúrgico es la implantación de una Prótesis Total. Estos dos tipos de tratamientos son excesivamente caros, por lo cual se implementó el tratamiento no farmacológico, es decir el tratamiento fisioterapéutico, pero estos tratamientos aún no están del todo bien, así que se tratara de buscar uno que tenga una mayor mejoría en los pacientes.
El estudio piloto que se realizara se podrá hacer, porque se cuenta con la clínica, pacientes y materiales necesarios, para electroterapia contamos con: electrodos, cinchas para sujetar los electrodos, esponjillas para los electrodos, TENS, sondas y cables. Para la magnetoterapia: Magnetomed 8400 con cuatros canales independientes, imán de comprobación, cable de conexión para aplicador de 15 cm, banda aplicadora para magnetoterapia.
Hipotesis: La hipótesis en este caso podrá deducir que el mejor tratamiento será la electroterapia combinada con magnoterapia.
Hipotesis de trabajo: En la gonartrosis la electroterapia y la magnoterapia son tratamientos fisioterapéuticos que ayudan a disminuir el dolor y a mejorar la marcha.
Hipotesis nula (H0): En la gonartrosis la electroterapia y la magnoterapia son tratamientos fisioterapéuticos que ayudan a disminuir el dolor y mejorar la marcha.
Hipotesis alterna: En la gonartrosis la electroterapia y la magnoterapia NO son tratamientos fisioterapéuticos que ayudan a disminuir el dolor y mejorar la marcha.
Obetivo general: Determinar la eficacia de un programa de rehabilitación combinado de electroterapia y magnetoterapia en la gonartrosis de pacientes de 60 a 70 años de edad.
Objetivos específicos:
Para el control de los pacientes afectos de gonartrosis se tomarán en cuenta los siguientes criterios.
Para dicho estudio se utilizará 5 personas por grupo ya que se realizará un estudio piloto.
En este estudio se utilizará electroterapia, para lo cual se cuenta con: electrodos, cinchas para sujetar los electrodos, esponjillas para los electrodos, TENS, sondas y cables. Para la magnetoterapia: Magnetomed 8400 con cuatros canales independientes, imán de comprobación, cable de conexión para aplicador de 15 cm, banda aplicadora para magnetoterapia.
El estudio piloto que se presentara a continuación es experimental, intervencional, prospectivo y longitudinal en el cual trabajaremos con 20 pacientes afectados de gonartrosis previamente seleccionados.
Variable dependiente
Gonartrosis.
Variable independiente
En este estudio se desea saber la efectividad de un nuevo programa de rehabilitación que consiste en aplicar electroterapia y magnoterapia.
Metodología
Para realizar dicho estudio se seleccionarán cuatro grupos, un grupo control o grupo “A” el que llevara un tratamiento a base de crioterapia, grupo “B” se aplicara solo electroterapia, grupo “C” el cual recibirá tratamiento de magnetoterapia y el grupo “D” es que recibirá ambas terapias, es decir, magnetoterapia y electroterapia. Para que el tratamiento tenga validez ambos grupos deben ser controlados; en cuanto a su peso y la administración de medicamentos e iguales en características.
El grupo “A” llevara un tratamiento a base de crioterapia el cual consiste en la administración de masajes con hielo para aliviar el dolor. El tratamiento del masaje con hielo constará de cuatro fases, que serán:
frio, dolor, quemazón y entumecimiento
El proceso durará, alrededor de los diez minutos y en caso de aplicar bolsas de hielo, el tiempo de duración aumentará de 20 a 30 minutos, siguiendo, si son posibles las cuatro fases antes mencionadas.
El grupo “B” se aplicara electroterapia y para este tratamiento utilizaremos el TENS para mejorar el dolor y el arco de movimiento de la rodilla. Para ello se realizará una aplicación de electricidad mediante electrodos, solenoides y cabezales, directamente sobre la piel del paciente utilizando un tipo de corriente analgésica.
Los tipos de corrientes que vamos a utilizar, van a ser:
Continuas: corrientes que emplearemos en la aplicación de iontoforesis, en la mayoría de ocasiones, utilizaremos productos analgésicos y anti-inflamatorios. Baja frecuencia: el tipo de corrientes de baja frecuencia que utilizaremos, serán las dyadinámicas de Bernard, estas corrientes estarán indicadas , en las artrosis muy dolorosas, ya que poseen un gran efecto antiálgico.
Media frecuencia: las corrientes de media frecuencia que emplearemos, serán las interferenciales, corrientes que se aplican, mucho y con muy buenos resultados, gracias a su acción antiálgica y anti-inflamatoria.
Alta frecuencia: en cuanto a las corrientes de alta frecuencia, diremos que poseen un efecto antiálgico y cierta excitación neuro-muscular. La onda corta tiene interés por su diatermia, pero debe ser contraindicada, en los procesos inflamatorios ya que pueden agravar la congestión local. Las micro-ondas y los ultrasonidos tienen un efecto térmico favorable que podrá ser utilizado en las artropatías poco inflamatorias. Utilizándose con muy buenos resultados, los ultrasonidos en las pre-artrosis de rodilla.
El grupo “C” llevará única y exclusivamente un tratamiento a base de magnetoterapia se les aplicará sesiones de 45 minutos de duración, con intensidades de 75 Gauss y frecuencia de pulsación fija de 50 Hz, durante 30 días, a 5 sesiones semanales (20 sesiones en total).
El grupo “D” recibirá ambas terapias, es decir, magnetoterapia y electroterapia
Al finalizar los 30 día de cada uno de los tratamientos lo que se evaluara en cada paciente es la mejoría del ángulo de movilidad de cada una de las rodillas y por consecuente la mejoría en la marcha.
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