Las arterias son las responsables de irrigar al cuerpo con sangre rica en oxígeno y nutrientes. La sangre arterial desciende a las piernas favorecida por la gravedad, después de circular a través del cuerpo, vuelve –a través de las venas– al corazón con CO2 y residuos orgánicos. Por lo tanto, las venas tienen la función de llevar la sangre de vuelta al corazón, dentro de ellas existen pequeñas válvulas venosas que direccionan la sangre para arriba como la bomba plantar y de la pantorrilla. El mal funcionamiento de las bombas provoca reflujo sanguíneo y enfermedades venosas.
Mientras más alto es el tacón del calzado –principalmente cuando se usa por períodos prolongados– mayor es el volumen residual venoso de las piernas. Un tacón aguja de 7 cm crea un volumen residual venoso de las piernas del 59%, un tacón de 3,5 cm un 49% y una plataforma con tacón de 7 cm un 54%, mientras que lo normal es que sólo exista un 35% de volumen residual.
Tu cuerpo siempre va a buscar compensar el desequilibrio que le ocasionas cuando utilizas tacones. Para mantenerte en balance los músculos de tu espalda, cadera y pantorrillas van a mantenerse tensos durante todo este tiempo. Al culminar el día, estos músculos van a estar fatigados y contracturados. Al pasar de los años, el uso de tacones puede ocasionar nudos y calambres en las pantorrillas.
Cuando utilizamos tacones, el pecho y la columna lumbar se inclinan hacia adelante, desalineando a la cadera. Además, se produce una presión excesiva tanto en las rodillas como en los tobillos.
Si de todas formas decides seguir utilizando tacones, al seguir estas recomendaciones puedes disminuir drásticamente los efectos negativos del uso de tacones:
Te invito a ver el siguiente vídeo en el cual el fisioterapeuta hace énfasis en los efectos negativos de los tacones para la postura corporal:
Y para ampliar más la información, lee el siguiente artículo: Usar tacones no solo hace daño a tus pies y a tu espalda.
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