El vaginismo es una condición relativamente común que en muchas ocasiones pasa inadvertida. Se estima que aproximadamente 2 de cada 100 mujeres llegan a desarrollar vaginismo a lo largo de su vida.
¿Cuáles son las causas del vaginismo? ¿Por qué se produce?
Principalmente, el vaginismo suele estar asociado a trastornos o problemas de origen psicológico, como lo son una educación sexual pobre, miedo al embarazo, tabúes en cuanto a la sexualidad, baja autoestima, mala imagen corporal, antecedentes de traumas, agresión, abuso sexual, trastornos de ansiedad, depresión o problemas en la relación de pareja
De forma menos frecuente, desde el punto de vista físico también existen otras condiciones que pueden favorecer a la aparición del vaginismo, como lo son:
- Cambios asociados a la menopausia
- Himen rígido
- Infecciones vaginales
- Úlceras vaginales
- Tumores en la pelvis
- Aborto
- Parto traumático
- Episiotomía
Principales síntomas del vaginismo
El principal síntoma característico del vaginismo es la presencia de dolor que se manifiesta durante el coito (dispareunia) el cuál puede ir acompañado de sensaciones de ardor o quemazón. Estas molestias además pueden generar impedimento al momento de introducir un tampón, copa menstrual u óvulos vaginales, al igual que dificultad para realizar exámenes físicos como la citología.
Además de esto, el vaginismo puede generar otras manifestaciones como:
- Sensación de espasmos musculares que se extiende hacia las piernas y la región lumbar.
- Reacciones durante el coito como taquicardia, hiperventilación, temblores, entre otras.
- Disminución del interés sexual.
¿Cómo se trata el vaginismo?
El tratamiento para el vaginismo se debe realizar de la mano de un equipo multidisciplinar, que incluya la atención por parte de profesionales del área de la psicología, medicina y fisioterapia.
Tratamiento médico
El uso progresivo de dilatadores vaginales es la principal aplicación para tratar el vaginismo. En ocasiones, también se instruye a la paciente en cuanto a ejercicios de respiración y técnicas de relajación que puede aplicar en el día a día.
Tratamiento psicológico
El abordaje psicológico especializado también es fundamental en el tratamiento del vaginismo, el cual se orienta al trabajo de la causa que haya originado esta disfunción sexual.
Tratamiento fisioterapéutico
Para el tratamiento del vaginismo mediante fisioterapia se incluyen diversas técnicas enfocadas en el fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel, el biofeedback y la gimnasia abdominal hipopresiva. Además de esto, la aplicación de métodos de estimulación enfocados en la normalización del tono muscular.
