La tortícolis consiste en una contractura muscular originada en la musculatura cervical de manera unilateral, en donde el cuello mantiene una postura de rotación y lateralización, lo que genera una desviación cervical.
La palabra torticolis proviene del latin ¨Tortus Collis¨ y su significado es tortus (torcido) y collis (cuello).
¿Cuáles son las causas de la Tortícolis?
Esta contractura muscular se puede originar debido a distintas causas, entre ellas la más común es mantener una mala postura y sobre todo al dormir. Además, otras de las causas podrían ser:
- Discopatía cervical.
- Acortamiento del esternocleidomastoideo.
- Enfermedades neurológicas que ponen en disfunción al sistema nervioso.
- Malas posiciones mantenidas por largos periodos de tiempo.
Tipos de tortícolis
Existen tres tipos de tortícolis que te menciono a continuación:
- Tortícolis congénita (niños).
- Tortícolis neurológicas o distónicas.
- Tortícolis simples.
- Tortícolis secundaria.
¿Qué signos y síntomas acompañan a la Tortícolis?
Por lo general la tortícolis es una lesión de fácil detección, debido a que sus signos y síntomas son muy característicos. A continuación, te explico cuales son:
- Dolor en la región cervical.
- Contractura muscular.
- Incapacidad de cambiar la cabeza de posición.
- Alteración de la postura.
- Rigidez.
- Aumento del tono muscular del esternocleidomastoideo.
- Dolor de cabeza.
- Inflamación de los músculos del cuello.
- Limitación del movimiento
¿Cuál es el tratamiento para abordar la Tortícolis?
El tratamiento a seleccionar para abordar la tortícolis va a depender de su origen o tipo, por lo general se recomienda realizar una serie de estiramientos de los músculos cervicales y la colocación de calor, esto con el fin de relajar a dichos músculos y disminuir la rigidez que impide que se pueda girar la cabeza. Para poder cumplir con estos objetivos de tratamiento se recomienda la intervención de la mano de un especialista en fisioterapia.
Tratamiento medico
El tratamiento médico se va a enfocar en disminuir la tensión muscular, para ello se suelen recetar relajantes musculares y analgésicos para disminuir el dolor.
En aquellos casos en los que la tortícolis es de origen neurológico puede ser necesario el uso de toxina botulínica para poder disminuir la contracción contraída del músculo distónico.
Tratamiento en fisioterapia
La fisioterapia resulta ser el tratamiento más eficaz para abordar esta lesión, estas son algunas de las técnicas y herramientas que se pueden emplear para abordar la torticolis:
- Termoterapia, para relajar la musculatura.
- Estiramientos, para disminuir la tensión de los músculos.
- Ejercicio terapéutico.
- Masaje descontracturante, para eliminar la contractura.
- TENS, para relajar los músculos y crear un efecto analgésico.
- Indiba, para disminuir la contractura.
- Kinesiotape, para disminuir el dolor y relajar la musculatura.