La zona lumbar, al igual que las demás regiones de la columna vertebral cuenta con una conocida curva fisiológica denominada lordosis, que se proyecta en sentido anterior para distribuir las fuerzas axiales de los segmentos superiores hacia los miembros inferiores. Al hablar de una rectificación lumbar, se hace referencia a la disminución de la lordosis lumbar teniendo un ángulo menor a 35º desencadenando mucho dolor y limitación funcional.
Disminución de la lordosis lumbar en respuesta de distintos cambios posturales…
Este tipo de afección suele estar relacionada a múltiples factores que participan en el ámbito postural afectando comúnmente a personas adultas de edad media.
¿Cómo se origina la rectificación lumbar?
La aparición de éste tipo de afección suele venir relacionada a múltiples factores como:
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Sedentarismo: Donde existe una atrofia por parte de la musculatura lumbar y erectora
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Levantamiento de pesos muy grandes durante un largo período de tiempo en malas posturas
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Alteraciones de tipo estructural en el pie como la ausencia del arco plantar, pie cavo o incluso alguna modificación en la pisada bien sea en sentido prona o supina.
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Rodillas en valgo o varo
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Presencia de espondilosis anquilosante
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Algún tipo de intervención quirúrgica a nivel de la región lumbar
¿Cuáles son los síntomas y signos de una rectificación lumbar?
A simple vista, el signo más claro y evidenciable de la rectificación lumbar viene siendo el aplanamiento de ésta zona, donde no logra evidenciarse una gran profundidad, además de ello, es posible presenciar otro tipo de síntomas como pueden ser:
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Dolor o molestias a nivel de la región lumbar que se agrava al mantener distintas posiciones
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Puede haber presencia de contracturas musculares involuntarias o puntos gatillo dolorosos
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Presencia de hipomovilidad o disminución del rango de movimiento en la zona lumbar
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Inestabilidad lumbopélvica considerable
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Puede incluso existir algún tipo de dolor referido hacia la zona dorsal
Tratamiento aplicado para la rectificación lumbar
El tratamiento médico aplicado para éste tipo de afección puede ir de la mano a un abordaje conservador, donde se indique el consumo de relajantes musculares, analgésicos u otros medicamentos que ayuden a controlar los síntomas asociados. En casos muy avanzados si se puede optar por aplicar un tratamiento quirúrgico aplicando técnicas como laminectomía, artrodesis vertebral, disectomía, entre otros que ayuden a corregir éste problema.
El tratamiento Fisioterapéutico, tendrá como objetivo principal mitigar los síntomas asociados y recuperar la funcionalidad de la zona lumbar. mediante la aplicación de distintas técnicas de tratamiento como:
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Técnicas manuales ortopédicas: Permitiendo la manipulación vertebral y de los tejidos blandos relacionados a la zona lumbar
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Agentes físicos: Electroterapia, Termoterapia, ondas de choque, entre otros que ayuden a mitigar los síntomas dolorosos en el paciente.
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Técnicas invasivas: Punción seca, EPI, entre otros que permitan la neuromodulación y eliminar los puntos gatillo presentes sobre la zona lumbar
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Ejercicios terapéuticos: fortalecimiento, movilidad y flexibilidad lumbopélvica.
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RPG: Para corregir los hábitos posturales.
