El contenido de un quiste de Baker o quiste poplíteo es el mismo que hay dentro de la articulación de la rodilla, es decir que contiene líquido sinovial, esto se debe a que comúnmente es el resultado de algún problema en esta articulación.
El quiste de Baker es un quiste benigno que está formado de líquido sinovial…
¿Por qué se forma el quiste de Baker?
Un quiste de Baker se suele formar cuando el líquido sinovial presente en la articulación de la rodilla se escapa hacia la parte posterior de esta, formando un pequeño bulto o saco que puede cambiar de tamaño.
El quiste de Baker puede aparecer secundario a una lesión en la articulación de la rodilla…
El líquido sinovial es aquel encargado de lubricar la articulación, evitando el roce entre las estructuras óseas que la conforman, en condiciones normales el líquido sinovial está presente dentro de la cápsula articular, un compartimiento estanco e impermeable, pero cuando se produce algún defecto en la articulación que lo cubre puede dar lugar a un escape formándose así el quiste de Baker.
Los daños en la rodilla que puede causar la aparición de este quiste son:
- Artrosis
- Lesión de meniscos
- Artritis
- Lesión de ligamentos
Signos y síntomas del Quiste de Baker
En algunos casos, sobre todo en aquellos en que el quiste de Baker es de tamaño pequeño, el paciente no suele manifestar ninguna molestia; sin embargo, los pacientes sintomáticos pueden manifestar síntomas como:
- Inflamación y dolor en la parte posterior de la rodilla
- Rigidez e incapacidad de flexionar y extender la rodilla
- La persona puede palpar el quiste debajo de la piel
¿Cuál es el tratamiento del Quiste de Baker?
Luego del diagnóstico y en casos leves el tratamiento médico a aplicar en este tipo de quiste será conservador en pacientes sintomáticos se indicará reposo y el uso de algunos analgésicos para disminuir el dolor y la inflamación, así como el acompañamiento por parte de la fisioterapia para abordar, además de los síntomas, también los factores causales.
En casos más graves, pero menos frecuentes en que el quiste se rompe o en los que este tiene un tamaño tan grande que afecta significativamente la funcionalidad de la articulación, será necesario realizar una cirugía para su extirpación, reparando además el daño que condujo a la formación del quiste y refiriendo posteriormente al paciente a fisioterapia para la recuperación postquirúrgica.