¿Por qué se produce el pie cavo?
La causa que origina el pie cavo puede estar asociado a diversos factores que se clasifican de la siguiente manera.
- Pie cavo neurológico: El pie cavo se puede originar por patologías o lesiones neurológicas que produzcan alteraciones del tono muscular en la extremidad, principalmente en el tríceps sural.
- Pie cavo primario: En este tipo, el pie cavo se origina sin un evento asociado a su aparición. Es frecuente en deportistas de disciplinas como el baloncesto, fútbol y bailarinas. También puede estar asociado al uso de un tipo de calzado en particular.
- Pie cavo secundario: El pie cavo también se puede producir asociado a causas repentinas que alteren la estructura, como son fracturas de pie, desequilibrios a nivel muscular, traumatismos, quemaduras o procesos infecciosos.
¿Qué problemas puede ocasionar el pie cavo?
Los principales síntomas que se presenta asociados a un pie cavo son:
- Dolor en la zona del talón
- Hiperqueratosis, callos o resequedad en la zona de mayor apoyo
- Dificultad para colocar el calzado
- Alteraciones en la marcha
- Caídas o esguinces recidivantes
Una mala pisada como la que se presenta debido al pie cavo puede favorecer a la aparición de otras lesiones tanto del pie como en niveles ascendentes, como son:
- Bursitis
- Sesamoiditis
- Fascitis plantar
- Metatarsalgia, sobre todo en el borde lateral del pie
- Tendinopatía de peroneos y tibial posterior
- Síndrome de la cintilla iliotibial o rodilla de corredor
¿Cómo se puede mejorar o disminuir el pie cavo?
A través de la fisioterapia es posible aplicar una serie de métodos y técnicas que se enfocan en mejorar dicha alteración en el arco plantar, así como de disminuir los síntomas y molestias generados por esta condición. El tratamiento con fisioterapia para el pie cavo consiste en:
- Ejercicios de potenciación para la musculatura debilitada
- Estiramientos musculares y masajes descontracturantes enfocados en la musculatura acortada
- Aplicación de agentes físicos para conseguir un efecto analgésico en caso de presentar un pie cavo doloroso
- Técnicas de inducción miofascial superficial y profunda para el trabajo de las restricciones
- Readaptación de la marcha
Como parte del tratamiento conservador además se incluye el uso de órtesis o plantillas correctivas. La elección de un calzado apropiado a esta condición también es un punto fundamental. En el pie cavo se recomienda el uso de un calzado de caña alta, que tenga un ligero tacón de aproximadamente 2 centímetros para permitir una mejor distribución de las cargas sobre el pie.
La hidratación de la piel del pie es otro de los cuidados fundamentales que se recomienda a las personas que presentan pie cavo. De esta manera se previene la formación de callos y durezas en las zonas de más apoyo en el pie cavo.