Las lesiones del sistema musculoesquelético usualmente son producto de traumatismos bruscos o repetitivos, afectando a las diferentes estructuras que lo conforman, tendones, huesos, ligamentos, articulaciones, músculos, nervios y cartílagos.
"Una luxación es la pérdida del contacto o desplazamiento de los huesos que forman las articulaciones."
¿Por qué se produce una luxación?
Generalmente las luxaciones se producen a causa de un mecanismo traumático de forma directa o indirecta. También suele generarse por contracciones musculares de forma violenta.
Pueden tener también causas congénitas de las superficies de la articulación y patológicas debido a la destrucción de ellas como la artritis aguda, por lo que estos factores también predisponen una luxación.
¿Cuáles son los síntomas de una luxación?
Los síntomas de una luxación se caracterizan por dolor intenso al momento de misma, este se agudiza al intentar movilizar el segmento, también se presenta una deformidad, este síntoma es característico de una luxación a consecuencia de los desplazamientos de los extremos de la articulación, por último existe una fijación elástica producto de la resistencia que se genera al querer movilizar el segmento afectado.
Al observarse una inestabilidad articular importante existe la posibilidad de que haya una rotura o lesión ligamentosa grave.
"Se caracteriza por dolor intenso al momento, que se agudiza al intentar movilizar el segmento."
¿Qué estructuras afecta una luxación?
Una luxación puede afectar diversas estructuras anatómicas como son los ligamentos, articulación, cápsula articular, vasos sanguíneos y nervios.
¿Cómo se trata una luxación?
El tratamiento de una luxación se basa en una triada compuesta en primer lugar por una reducción (regresar a la posición anatómica normal) del segmento lesionado con una manipulación cerrada generalmente, pero de no poderse realizar esta manipulación se somete a una cirugía, sobre todo cuando existe un compromiso de los huesos producto de una fractura.
Luego se pasa al proceso de inmovilización mediante instrumentos de órtesis de la estructura afectada para que cicatricen los elementos comprometidos (articulación).
Por último se utiliza el tratamiento funcional en el que se ejercita de forma activa los segmentos adyacentes a la luxación con la finalidad de prevenir efectos adversos a la inmovilización.
Después del retiro de la inmovilización, la fisioterapia sigue ejerciendo un rol fundamental en el tratamiento de las luxaciones, buscando fortalecer y recuperar la funcionalidad de la zona de la lesión, así como disminuir el edema y el dolor.