Cada costilla posee más o menos los mismos rasgos, los cuales pueden variar de acuerdo al tipo de costilla a la que nos referimos. Para las costillas verdaderas (que van desde la primera a la séptima viéndolo desde la parte superior), estas tienen una curvatura con ángulos prominentes y son más grandes en comparación con el resto de las costillas (de la octava a la doceava).
“Al ser parte de la cavidad torácica, protegen a los órganos vitales”
Además, están creadas con un cuerpo, dos superficies situadas en la parte delantera, y por detrás, en las que se ubican una cabeza, el cuello, una tuberosidad, y el cartílago costal. Este último elemento se une con el hueso costal para conformar la articulación costocondral, y después este mismo se articula con el esternón para construir las articulaciones condroesternales de cada costilla verdadera.
¿Por qué se llaman costillas verdaderas?
El origen etimológico de costilla, “costa”-“illa” hace referencia a esta palabra como un elemento óseo, alargado, que se articula con el esternón a través del cartílago costal. En el caso del término “verdadero”-cierto, quiere decir, que estos son los huesos que poseen dos articulaciones, es decir, que se unen con las vértebras por un lado y con el esternón por el otro.
“Se llaman así por la doble articulación que presentan en sus extremos”
¿Dónde están las costillas verdaderas?
Están ubicadas en la caja torácica, y van de la primera a la séptima en dirección de la cabeza a los pies (céfalo-caudal).
¿Para qué sirven las costillas verdaderas?
Estos huesos, al igual que el esternón y la columna vertebral, están diseñadas con la finalidad de que protejan a la médula espinal, al corazón, las vías respiratorias y a otros órganos.
¿Por qué se lesionan las costillas verdaderas?
Al ser unos huesos que se ubican superficialmente, pueden verse fácilmente lastimados en traumatismos, golpes y accidentes de tráficos, los cuales pueden ocasionar fracturas y fisuras en cualquier parte del elemento óseo. Además, cuando se afecta una de las articulaciones costocondrales, nos encontramos ante una costocondritis, es decir, inflamación.
“Sus principales lesiones son las fisuras, fracturas y la costocondritis”
Cuando existe una fractura o fisura, el mejor tratamiento es que se mantenga reposo relativo, sin levantar mucho peso y esperar que en las próximas semanas se dé la recuperación espontánea del hueso. Más sin embargo, existe la posibilidad de asistir a terapia física, y ayudar a que la recuperación se dé adecuadamente y de que no se pierda fuerza muscular.